La Asociación de Ganaderos Afectados por el Lobo (Agall) y los criadores del monte Llosorio, en Mieres, denunciaron ayer la colocación de cámaras de vigilancia de la Consejería de Medio Rural en la zona. Se quejan de que este tipo de actuaciones vulneran la Ley de Protección de Datos así como la intimidad de quien transite por este monte. Asimismo, el colectivo indica que esta semana se han registrado nuevos ataques de cánidos salvajes.

La asociación de ganaderos, de hecho, manifiesta que, desde mayo, han acabado con un total de 56 cabezas, entre terneros, cabras y potros. Las pérdidas económicas por estos ataques ascenderían a más de 30.000 euros, en su opinión.

El colectivo de afectados asegura, además, que con estos constantes ataques en esta zona del concejo del Caudal «se demuestra que es un fracaso el plan de lobo, son responsables desde el PSOE, formación que lo hizo, a Izquierda Unida, que lo apoyó». Recuerdan que la normativa vigente contempla que se tomarán medidas cuando la situación sea excepcional; «pues de excepcionalidad es la situación en Llosorio, donde nos vamos a quedar sin ganado por la ambigüedad del Gobierno regional que no se atreve a actuar», denuncian.

Peor registro

Según el informe redactado en la comarca del Caudal por esta asociación, en 2014 los productores de la zona perdieron por los ataques de lobos más de 50.000 euros. Además, se han registrado cerca de trescientas reses muertas, desaparecidas o heridas en ataques de cánidos salvajes. En lo que va de año, las cifras son incluso peores, por lo que reclaman al Principado una actuación para el control de la población de lobos.

FUENTE: ELCOMERCIO.COM