Primer día de perdices

Bueno compañeros, después de cazar el primer día y ya pasadas las siguientes horas de la euforia y de tanta adrenalina, emociones y sobresaltos, llega el momento de analizar la jornada.
Lo primero decir que no recuerdo haber acabado otros años así, hecho una piltrafa, un despojo, y mi cuadrilla, para no ser menos, igual o peor. Calambres en las piernas a discreción y gemelos agarrotados ha sido el resultado del esfuerzo realizado, y doy fe que algunos no fueron a trabajar el miércoles. No pudieron. Estaban liquidados.
Claro, es que yo diría que hizo un calor normal para estas fechas por aquí abajo, o sea, mucho calor, y que pasada la primera hora de faena, ya el sol empezaba a morder y yo también empezaba a mojar mi camiseta debajo del chaleco y comenzaba con mi particular calvario de secarme el sudor que empezaba a regar mi cara y que se me metía en los ojos y que me llegó a agobiar realmente a partir de la media mañana. Literalmente, acabe calado de cintura para arriba. Los ojos me ardían del puto sudor que se me metía dentro. Hizo calor, no soplaba ni brisa ni aparecía y todo esto aderezado con lo que parecía una grande humedad para así facilitarnos el día. Pero bueno, íbamos con ganas de marcha y yo salí encendido desde el primer minuto.
Ya asomando Dios por el horizonte, salimos y enfilamos monte arriba, pillando una ladera cada uno y bien escampados y clareados entre nosotros para empezar moviendo el mayor terreno posible y pillar posiciones. Al rato, ya escuché los primeros tiros a mi derecha, pero como muy lejos, a medio kilómetro o así, y pensé que serian otros cazadores, pero no, y resultó que los 3 de mi cuadrilla que tiraron por la derecha, ya habían levantado el primer bando y arrearon detrás de ellas y se largaron a lo suyo, y mientras, nosotros 2, los de la izquierda, a nuestra faena, que era subir hasta arriba del todo, hasta donde empieza lo malo y ver qué pasaba. Y para arriba y yo que no veía bajar gente ni tiros por arriba como otros años. Donde coño están la cuadrilla del carpintero ?, esos cabrones que casi todos los años pillan de la sierra media hacia abajo y nos cruzamos. Ostia, mira que si no han subido éste año aquí, no me lo puedo creer, que suerte, ojalá hayan ido a otro sitio y no aparezcan jodiendo la marrana. En estas, escucho un tiro a mi izquierda y pienso, un tiro, pues que se la ha cargado mi compadre, joder. Y no, de repente me entra un bicharraco con su pecho azul y anaranjado, me ve y da un quiebro muy rápido apretando la acrobacia el cabrón pero yo ya lo llevaba encarado y lo derribo de un bonito disparo de izquierda a derecha. Bien coño, un macho guapo, ya no hago porra, jajaja jajaja. Se escuchan tiros a mi izquierda otra vez y ésta vez veo bajar un medio bando hacia abajo, a 100 metros por detrás de mí, joder, que lástima. Al poco, más tiros por la derecha, lejos, y pienso donde se habrán metido los gilipollas estos, serán ellos y claro, eran ellos pero iban ya bien alejados y engordando las perchas por su cuenta. Seguimos y otra vez un par de tiros a mi izquierda y pienso, joder, a ver si me estoy tocando los huevos por aquí, si es que voy muy rápido o qué pasa cojones. Veo una buena asomada delante y pienso lo que pienso y decido no entrar a media ladera porque desde la media ladera hasta abajo tenía unos 50 metros, y hacia arriba igual, y que también podría llevar alguna delante a peón, y que me saldrían largas por arriba volteando o largas por debajo una vez avanzado en la asomada y por detrás. Pues subo casi hasta arriba y doy un poco de cara por si acaso alguna estaba en lo alto, sin hacer mucho ruido, me dejó ver y no vuela nada. Y así, pillo y me retraso 20 o 30 metros y sin hacer ruido me bajo hasta abajo y entro a la asomada por lo bajo y ahora sí, me arrancan del fondo cuando ni había asomado el cuerpo entero 4 o 5 buenas pavas, y piso bien entre las piedras y encaro con una y tiro y la engancho y no viéndola bien rota la perdiz, la doblo y me quedo tranquilo, ala, han tirado para arriba, luego nos vemos, pero no me juego haber tirado a 2 perdices y dejar la primera de ala y perderla por tirar a una segunda perdiz, que a saber si se malogra también ya por ir larga y pincharla y perderla también, es la verdad, porque aquello está el terreno un poco sucio de mucho pasto y una perdiz de ala aquí, es perdiz perdida. Y mi compadre y el braco ya hacía un rato que no los sentía, o sea, que bien hecho, ya llevo 2, ya he salvado las vergüenzas. Más adelante, volé largas 1 manojo bueno y unas cuantas sueltas de las que me quedé con otra que tuvo los santos cojones de salir de unas esparteras hacia mi, volando
ladeada hacia arriba, al revés de las otras. Pos gracias chata. No me lo podía creer, cómo está esto tío, claro, si es que estamos solos, no, mejor dicho, estoy solo y es verdad, mi compañero se fué escorando hacia la otra zona y volteo su loma y se fué a por las que había visto, a su bola. Cojones, que me he quedado sólo y toda la cañada para mí, no me lo creo, no hay nadie. Un par de kilómetros de cañada virgen, cañada que en algunos casos tiene un ancho de 50 metros y en otros 300 metros o así, con algunas pequeñas piezas pérdidas de lo que antaño fueron bancales, todo perdido y con mucho pasto, abandonados a su suerte y dónde esos pastos son muy querenciosos. Ostia puta, como resulte que nadie aparezca por aquí en toda la mañana. Y aquí empecé a gestar mi estrategia porque ahora iba a cazar para mí solo, sin servidumbres ni favores hacia los compañeros, en mi sitio preferido del coto y que me conozco muy bien después de cazarlo por primera vez con escopeta hacia 40 años y que todos los años desde entonces visito varias veces todas las temporadas, y me puse muy serio porque vi que hoy la cuadrilla cabrona había tirado cada cual a lo suyo y por su cuenta, como muchas veces, jugándose cada uno su prestigio en ver quién hacia la mejor percha. Queréis guerra, la vais a tener.
No voy a contar que llegué arriba ni lo que vi porque necesitaría horas, y que me doblé hacia la derecha y me bajé sin salirme de mi cañada y todo lo que lié bajando, cazando lento o rápido, según intuía, registrando lo que más me llamaba, zigzagueando y volviendo sobre mis pasos para cambiar de dirección en las asomadas, y cómo iba devorando mi ladera, mía sólo por una mañana entera, era su amo, mía sólo, la derecha bajando, una ladera muy larga y regular y buena de andar, según las partes, la de la cueva y la de los garroferos, y bajando hasta el final, y que fué un recital de táctica pero también de suerte, porque si las perdices dicen no pariente, el pariente que aquí escribe, como otras veces, hubiese acabado loco pensando en donde se habrían metido las perdices, si lo he registrado todo, todo lo posible de registrar. Pero yo iba hoy a lo mío, muy excitado y muy caliente, llevaba alas en los pies, ni sentía ni padecía ni notaba los arañazos ni las pinchas, porque las llevaba delante y lo sabía, por abajo o por arriba, me daba igual, yo subía por los altos y me bajaba a registrar los bajos, una y otra vez, yo solo, quitándome el sudor de la cara y pensando que hoy era mi día, copón, yo solo sin nadie molestando y con perdices que entraron y se quedaron en mi cañada. Trabajé mucho y pagué bien caro el esfuerzo, que el miércoles estuve hecho una mierda en casa y aguantando las cosas que me decía la parienta, pero que mereció la pena porque cacé a placer, cierto, las perdices, mi cañada y yo, uno de los mejores sitios del coto por lo menos para mí.
Y ya abajo, finalizando la jornada y cerca del coche, la guinda, sucedió lo que me imaginaba. Bajé a mirar unas puntas de monte bajo que hay, de unos centenares de metros, que lindan con cultivos y desde dónde se observa desde arriba y con claridad unos bancales de parrales y frutales, y claro, vi lo que me temía, pobrecitas mías, vi unas 20 perdices sueltas, no agrupadas demasiado, avanzando lentamente como un puñado de soldados derrotados y en retirada después de una severa escaramuza, vi bastantes perdices a peón entre los árboles y con las cabecitas bajas y encogidas y buscando donde acurrucarse y en franca retirada. Joder, que espectáculo. Madre mía, lo siento veros así. Ha sido un día duro, muchos vuelos y mucho calor también para vosotras. Ostia cómo van, pues no seré yo quién os presione más, os lo juro, estaros quietecicas ahí, no os movais que no seré yo el que os traicione y os ponga en bandeja a ningún cazador por hoy, ni a los míos, faltaría más. Y me escoré y tiré para el coche, que ya era hora de retirarse.
He y hemos superado con creces las espectativas que teníamos para un primer día. Hemos echado cuentas y sin lugar a dudas, aquí, nunca habíamos conseguido estos números, y otras cuadrillas, tampoco.
Y todo esto, no lo pongo para que penséis lo buenos que somos o uno es, no, que va, no compañeros y ya sé que no pensáis eso, porque yo también sé que vosotros, los que sois perdiceros y sabéis del sufrimiento y el esfuerzo que exigen, en igualdad de condiciones como nosotros, lo haríais de cojones. Y también, el ridículo, como nosotros, porque las perdices son así, si no, no serían perdices. Y esto lo pongo para entretener y por que me gusta y porque no es fruto de la suerte o la casualidad.
Esto es gracias y para dar las gracias a una buena dirección y mejor gestión de un coto de camperos, de gente rural, de gente de pueblo y de gente trabajadora y normal que adoran la caza, su pasión, y que tienen mucha ilusión y que en su terreno son los mejores y se desviven por cuidar y proteger las perdices de su coto y ponen mucho tiempo y mucho dinero y se desviven porque no les falte de nada, y si no, que se lo pregunten a sus familias por los fines de semana donde están. Ningún ecologista de los de ahora podría igualar su trabajo, ni la mitad, ni un cuarto ni media libra. Estos cabrones sí que lo dan todo para que todos podamos tener lo que para nosotros es nuestro coto del pueblo, el mejor coto posible.
Y también escribo esto por las 4 bajas de éste año. 1 por accidente, 2 por la maldita enfermedad y el otro, por problemas de los huesos, algo degenerativo que le impide subir ya, y que también perderé y perderemos como compañero costalero. Altas: 0.
Veremos dentro de unos años, cuando muchos de nosotros faltemos y la juventud no recoja nuestro testigo, quién se encargará de proteger y cuidar y mantener éstas joyas, patrimonio indiscutible de nuestra tierra y que se llama pura perdiz española, así, sin más.
A disfrutar de nuestra pasión mientras podamos y nos dejen y suerte y salud para todos.

Muy guapo el relato, Morralero.

Me ha encantado eso de ver las perdices apeonando, buscando refugio y que hayas dado por finalizada la jornada y las dejaras tranquilas. Em mi opinión, es la postura acertada. Ahí están para otro día y otros lances.

Te honra el recuerdo a tus compañeros, y la reflexión de 0 altas. Creo que deberíamos reflexionar sobre esto. Es una sangría, cada día somo menos, algo mal hacemos con respecto a nuestros padres, que no enganchamos a los jóvenes.

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Buen relato morralero y buena mañana lograste.
Eso de quedarte solo y cazar solitario te hace poner todos los sentidos y toda estrategia sobre la mesa. No se si tienes perro, pero si lo tienes y te quedas solo lidiando con tu perro por delante sera de lo mas bonito, ya me entiendes.
Por lo del relevo, pues yo soy joven ya que tengo 30 años, pero de mi edad para abajo no veo yo mucha gente que salga al campo y menos a cazar. Por suerte en mi coto somos pocos pero estamos en una media que a los mayores les quedaran 10 años y a los demás unos cuantos más.
Yo empiezo el próximo domingo tras las patirrojas en la zona que menos se caza del coto para moverlas un poco de sus zonas y a ver si damos con algún macho viejo.



Editado 1 vez/veces. Última edición el 16/10/2021 12:00 por anastasio.

Cita
kampesino
Muy guapo el relato, Morralero.

Me ha encantado eso de ver las perdices apeonando, buscando refugio y que hayas dado por finalizada la jornada y las dejaras tranquilas. Em mi opinión, es la postura acertada. Ahí están para otro día y otros lances.

Te honra el recuerdo a tus compañeros, y la reflexión de 0 altas. Creo que deberíamos reflexionar sobre esto. Es una sangría, cada día somo menos, algo mal hacemos con respecto a nuestros padres, que no enganchamos a los jóvenes.

Kampesino, acabo de llegar de cazar otra vez, bueno, llegué a las 10. Me he duchado y ya estoy en el sofá. Mañana más, pero ya en el pueblo. Hoy, sólo cazamos por la tarde, que nos fuimos fuera del pueblo, a las 2 de la tarde más o menos salimos, a 1 hora de aquí, a una finca que cuida uno de los nuestros, que es agricultor y también tiene una empresa de gestión de cultivos en plan grande, quiero decir, que se dedica a arrendar para él y también a gestionar cultivos de frutales para otros y les vende productos de esos de vitaminas y minerales y esas cosas para poner los árboles bien verdes y bien sanos y que nosotros lo llamamos el ingeniero Viagra o el doctor Viagra, jajaja jajaja, que fuerte.
Pues éste cabrón, a veces, nos lleva a algunos sitios en los que tiene mano y nos propone cacerías de éstas un poco raras, y como resulta que hoy por la mañana han estado cazando por los alrededores de lo cultivado gente de allí, de ése pueblo y sin poder entrar en éstas fincas porque está vallado y son fincas privadas, pues allá que hemos ido y junto al dueño, que es su amigo y cliente, su hijo y 2 amigos, y nosotros, y sabiendo que en los arbolados, de melocotones y de almendros, y de melones y cosas así, ésta gente había metido muchas perdices dentro de los huertos y los cultivos al cazar por la mañana, pues allá que hemos ido como otros años, a cazar de ganchitos. Y bien, no es lo mismo pero entramos al trapo de cabeza.
Ahora sí digo las cantidades. Un total de 27 perdices, una barbaridad se podría pensar pero que entre 9 tíos salen a 3 perdices, algo que entra en lo razonable. Y otra vez con las cantidades y con las famosas 2 docenas de perdices por temporada que yo me propongo siempre, pero a guerra galana y dentro de lo razonable. Depende, depende puede ser mucho o puede ser poco. Aquí, yo he flipado, porque un bancal aquí, no se puede llamar bancal, o tahúlla o fanega porque les faltas al respeto. Cada bancal es un campo de fútbol, y los goteros están organizados de tal manera que de vez en cuando, avanzando por entre los árboles, y en los márgenes, te ves maquinitas que pitan y están conectadas a un ordenador en una caseta, y hay varias casetas, cada medio kilómetro o así. Y luego hay barbechos y zonas sin cultivar esa temporada y el terreno pinta apropiado para las perdices. Y bueno, pues podría pedir perdón a éstas perdices porque no les tengo los mismos escrúpulos que con las mías, que son mías como si las hubiera parido, amigo Kampesino. Quiero decir, que aquí, las cazan así, a ganchitos, 4 o 5 tíos avanzan sin disparar al suelo, por los goteros, y las van espantando hacia el frente, donde esperan una línea más o menos definida de compañeros, y así se hace.
Y bueno, así lo hacen y las cazan cada 15 días o así en éste sitio y nosotros vamos una o dos veces al año y lo pasamos bien y punto. Aquí, las perdices se crían solas y siempre quedan muchas y parecen no tener problemas. Pos mu bien.
Pero otra cosa es en el pueblo. En nuestro coto. Eso aquí sería un sacrilegio Kampesino, aquí, así no. Cuesta mucho hacer perdices buenas aquí y aunque tengamos la suerte de disponer de varios miles de hectáreas muy bien diseminadas de cultivos pequeños entremezclados con el monte bajo, nada de latifundios, sino cultivos tipo mosaico, en los que los dueños de las tierras son cientos de agricultores a la vieja usanza, agricultores de manos llenas de callos, piel quemada por el sol y de zapatones, de corvilla, de azada y legón, de motocultor y tractor pequeño, gente que tiene entre 10 y 100 tahullas el que más, y así, algo así como 2000 y pico de hectáreas Kampesino, repartidas en bancaluchos, con sus márgenes llenos de matas y sus riegos a goteo, y además disponemos también de lugares con zonas salvajes de verdad, con sus reservas y con su protección y sus lugares duros, muy duros y poco accesibles para gente floja, que son otras miles de hectáreas, como digo, no aptas para gente de cacería blanda y facilona, y aquí es donde entra la sangre, el honor y el puto respeto cuando yo mato una perdiz, sí, mato, palabras mayores, no voy a decir cobro una perdiz, recojo una perdiz, para parecer más suave mi acción, no señor, yo mato perdices, mato las que quiero y puedo bajo mis principios y mis sentimientos y paro cuando yo quiero, no cuando nadie me lo diga. Y así, porque yo y mi cuadrilla lo queremos, pararé y pararemos antes que nos lo diga nadie, como siempre, cuando decimos basta, siempre 2 o 3 domingos antes del cierre, que aquí hemos decidido que será la primera semana de diciembre, y aunque legalmente podríamos cazar más días, pues no, paramos antes por que nos sale de los cojones le pese a quien le pese y punto. Por eso, por respeto y agradecimiento a nuestras perdices, que tanto esfuerzo y alegrías nos dan. Y por eso, cómo voy a apretarles las tuercas a mis perdicicas, cago en el copón, coño, cuando las veo derrotadas. Pues no. Otra cosa es que me provoquen, que me desafíen a guerra galana, putas cabronas, yo cada año más viejo y estas hijas de puta siempre jóvenes y fuertes, con uno o dos años siempre y algunas con 2 espolones en cada pata, viejas curtidas en mil batallas y las más jodidas de matar, si, matar. Pues eso. Si es que las quiero, me cago en la leche, joder. Mañana, después de la escabechina del martes y de lo de ésta tarde, no iré fuerte, no, cambiaré de sitio y me moveré con poca ambición y con pocas ganas de matar. Ah, se me olvidaba, otra vez se dejó ver el búho real, será cabrón que se me deja ver todas las veces que voy a la zona de la cueva, qué hijoputa el tío, qué guapo, qué maravilla, cómo me vacila el tío cuando me pasa planeando por delante. Me tiene tomados los puntos el cabrón, jajaja jajaja.
Y mi gente del pueblo Kampesino, joder, los jóvenes no entran a la cacería, dicen que eso de madrugar y pasar frío o calor y esas cosas, no les tira. Me parece que hemos perdido la batalla, no les gusta y ya está. Yo tenía un amigo cuquillero, ya en la otra vida, que me decía que tenía perdices fuertes, menos fuertes y mariconas, para apretar más o menos y con diferentes cantos, cada una para cada macho de diferentes zonas, jajaja jajaja. Ahora en serio, les recogía verde todos los días, hormigas, gusanos, les cambiaba la tierra y les ponía tomillos y yo que sé más milongas de esas, con todo el respeto, y tenía en un almacén con un voladero con una red gigante por el techo y las criaba y yo lo apreciaba mucho y no le hacía mucho caso porque a mí nunca me ha atraído el reclamo, pero por eso, quién coño hace ahora esas cosas. Nadie. Estas cosas se pierden, igual que no cazar el día de todos los Santos, ya ves, jajaja jajaja, habrá cosa más sería para algunos que no desafiar a las almas ése día saliendo a cazar. Qué fuerte Kampesino.
Y las bajas y las altas. Siento más las bajas Kampesino. Las altas, si no les gusta, que les den. Qué vamos a hacer, pues eso. Siento el pobre chico del accidente, y los del cáncer, por Dios, claro, que injusto. Y el de la enfermedad degenerativa de los huesos, que se plantó oscuro todavía y con todos sus cojones en el bar y con muletas, cazador y costalero, a desearnos buena caza ese día y decirnos que no podía subir, y los demás, allí, por decir algo, pues que podía subir y quedarse en el coche, en algún bajo de barrancos o así, a ver si le bajaba alguna revolada, tócame los huevos, como si lo de nuestro amigo fuese algo que se pudiese curar o recuperar en unas semanas. Vaya mierda Kampesino, pues eso.
Mira qué hora es y yo aquí, escribiendo, pues eso, quién mierda está a estas horas hablando con un compañero cazador teniendo que levantarse a las 6 y pico para ir a cazar hoy. Pues un loco por estas cosas. Ya vamos quedando menos Kampesino.
Buenas noches y buena caza si sales mañana.

Cita
anastasio
Buen relato morralero y buena mañana lograste.
Eso de quedarte solo y cazar solitario te hace poner todos los sentidos y toda estrategia sobre la mesa. No se si tienes perro, pero si lo tienes y te quedas solo lidiando con tu perro por delante sera de lo mas bonito, ya me entiendes.
Por lo del relevo, pues yo soy joven ya que tengo 30 años, pero de mi edad para abajo no veo yo mucha gente que salga al campo y menos a cazar. Por suerte en mi coto somos pocos pero estamos en una media que a los mayores les quedaran 10 años y a los demás unos cuantos más.
Yo empiezo el próximo domingo tras las patirrojas en la zona que menos se caza del coto para moverlas un poco de sus zonas y a ver si damos con algún macho viejo.

Anastasio, perdona que no te conteste pero se me ha ido el Santo al cielo.
Mañana seguimos.
Suerte para mañana.
Un saludo.

Cita
Morralero

Cita
anastasio
Buen relato morralero y buena mañana lograste.
Eso de quedarte solo y cazar solitario te hace poner todos los sentidos y toda estrategia sobre la mesa. No se si tienes perro, pero si lo tienes y te quedas solo lidiando con tu perro por delante sera de lo mas bonito, ya me entiendes.
Por lo del relevo, pues yo soy joven ya que tengo 30 años, pero de mi edad para abajo no veo yo mucha gente que salga al campo y menos a cazar. Por suerte en mi coto somos pocos pero estamos en una media que a los mayores les quedaran 10 años y a los demás unos cuantos más.
Yo empiezo el próximo domingo tras las patirrojas en la zona que menos se caza del coto para moverlas un poco de sus zonas y a ver si damos con algún macho viejo.

Anastasio, perdona que no te conteste pero se me ha ido el Santo al cielo.
Mañana seguimos.
Suerte para mañana.
Un saludo.

Bueno Anastasio, máximo respeto y admiración a ti como compañero cazador con tu edad, pero mira, mi hijo mayor ya tiene 33 tacos, y me lo llevé a cazar de pequeño varias veces, con los mayores preparativos y disposiciones y no entró al trapo.
En fin, que voy a hacer, pues joderme. Y éste cabrón es un ser extraordinario pero no entró a la caza.
Y no tengo perro ahora por desgracia.
Y hoy a sido un día que podría haber sido bueno pero que al final, ha sido truncado por las ganas de otros de hacer cosas que no se pueden hacer con las perdices en el coto y al final, pues eso, unas discusiones sin llegar la sangre al río pero que han sido verdades como puños y que pensamos que ya no se vuelvan a repetir, como lo de que hayan varios apostados fijos esperando a traición durante toda la mañana las perdices voladas por los demás en un final de varios barrancos que hacen como un embudo y que eso, en éste coto, está prohibido y que a mí y a dos más nos ha hecho perder la mañana y casi las amistades.
Voy a echar la siesta que viene mi nieto en media hora, que me lo dejan, que el cabrón de mi hijo se va a cenar.
Lo voy a joder bien. Tengo varios cartuchos vaciados con olor a pólvora para que juegue, jajaja jajaja jajaja jajaja jajaja jajaja.
Venga, un saludo.

1 semana de la general
3 día de caza
17 de octubre, Domingo

Otra vez pensando en el monte, domingo y tercera salida en la misma semana. He empezado muy bien la temporada y firmaría siempre unos comienzos como éste año. Y otra vez a pensar en la estrategia para el domingo, mi estrategia, la estrategia perfecta del cazador perdiceros para cazar perdices al salto en laderas, da igual el desnivel o si tienen más o menos piedra suelta, un buen plan como el martes, sin fisuras y sin fallos, perfecto como el martes, buen plan compañeros, y pensando otra vez en seguir con la racha éste domingo, o eso pensaba yo, pero no, ocurrió al revés. Y qué es lo que pasó el domingo que sacaste a las 11 y media de la mañana los mismos 3 cartuchos que metiste al comenzar la jornada y porqué el domingo fué como el martes, pero al revés ?

Lo que me pasó durante esa semana, antes de afrontar el domingo.
Bueno, me voy a poner serio porque esto es muy serio. Ya lo explicaré más adelante pero ahora quiero explicar los días precedentes al domingo.
Después del palizón del martes, que fue un derroche y un exceso sin medida ni proporción, vino el miércoles, día amargo por la caída en barrena del cuerpo y la comprobación un situ de que estos esfuerzos se pagan y se pagan caros a partir de cierta edad. Y el jueves, la cosa no mejoraba, un pinchazo en la rótula izquierda me recordaba que ahí vive un ligamento muy cabrón que de forzar mucho la máquina me podría dejar tirado un largo tiempo, además de los riñones, o sea, el lumbar, justo por encima del glúteo, que me mordía al límite ya de recetarme un reposo forzoso y que me recomendaba echar un vistazo al DNI, y ya por no alargarme más, el trapecio del lado derecho y la base del cuello, también se quejaban si giraba la cabeza. En definitiva, un desastre y esto ya no es lo que era. Y el viernes, para arreglar del todo las cosas, toque de arrebato para la cuadrilla y se monta una salida para el sábado, una buena salida de perdices, otra vez perdices, y claro, ya parece que los dolores han disminuido aunque sea mentira y te quieras engañar tú solo jugando al solitario, y cómo no vas a ir si van todos y aunque al día siguiente, el domingo, toque a perdices otra vez, bueno, pues piensas que hay que aprovecharlo todo y que no pasa nada, si el sábado es terreno mollar y suave, sólo andar y andar, sólo eso, andar, no pasa nada. Y como nos fuimos más o menos lejos, a casi 1 hora, salimos muy pronto y sin comer prácticamente y con prisas por llegar lo más pronto posible, claro, no sea que pierdas 1 minuto de cacería, vaya por Dios, que pecado, y fue llegar y ponernos a cazar en menos tiempo que se santigua un cura loco. Y nos pusimos a labrar los bancales y los perdidos a toda velocidad como si estuviéramos trabajando a destajo y más de lo mismo, rápidos para aprovechar hasta el último minuto de luz, hasta que se hizo oscuro yendo para los coches, y después de terminar, las perdices al coche del amo de la finca para que tenga ya perdices para todo el año y nos invite otra vez, y unas cervezas muy rápidas con tapa en el único bar de la pequeña pedanía, saludos, abrazos, despedidas y pal pueblo.
Llego ya tarde y sin ganas de cenar, más bien de dejarme morir en la cama sin quitarme la ropa porque estoy reventado otra vez, y así, ya me quedo vestido para mañana, otra vez perdices, pero la parienta te obliga a ducharte si no quieres dormir en el patio. Te duchas, te comes un par de tostadas con jamón y queso y ahora qué, sólo me falta desvelarme y ya me cago vivo.

Bien Morralero!!
Hay que joderse, qué afición tienes, a veces es que te puede compañero jajaja.
Buen inicio has tenido, me alegro.
La caza de la perdiz es lo que tiene con los que nos gusta, nos exprimimos mucho, a veces mucho más de lo aconsejable para nosotros. No somos viejos Morralero, pero ya no tenemos 20 años y los esfuerzos pasan factura como bien dices. Por eso y porque sabemos cómo somos, conviene que estemos un poco entrenados para el inicio de la caza de la perdiz. Pero sobre todo, es conveniente conocernos bien e intentar regular los esfuerzos para que no tengan graves consecuencias, esto no lo solemos aprender hasta que no es demasiado tarde, sobre todo a los que ponemos mucho empeño en lo que hacemos.
Pero bueno, qué cojones, que sea el cuerpo el que nos diga basta y no la cabeza, por aso hay que estar un poco entrenados para aguantar todo lo que podamos jajajja.
Decía un amigo mío cuando reventaba físicamente " las fuerzas son como el dinero, las uso a tope y cuando no hay más a casa" jajaja, era complicado seguirle el ritmo al cabrón jajjaja.
Bueno amigo, sigue disfrutando y mantennos informados.
Ahora cazo a los conejos principalmente, hay bastantes y me suele ir muy bien, hasta que se abra la perdiz y a pesar de ser caza una caza tranquila, me mantiene en forma y hago una buena labor para la agricultura intentando evitar futuros daños.
Un saludo y buena caza

Al lío, hoy se inició la general.
Día soleado sin viento y con buena helada a primera hora y ya luego se metía el calor a hacernos sudar un poco mas tras las perdices de la zona mala del coto. Se han escuchado bastantes disparos de los 12 que estaríamos en la zona asi que se ha movido perdiz. Entre 3 escopetas hemos conseguido apañar alguna vieja (tanto machos como hembras) que es por lo que se sale a lo malo.

Enhorabuena Anastasio.
Pedazo percha, muy bonita.
Ahí, ahí, a lo malo, a sufrir detrás de ellas. Una de ellas desde luego que no lleva tiernos los espolones, jajaja jajaja.
Venga, un saludo.

Anastasio, el braco de manto marrón parece que ha trabajado lo suyo. Pobrecito, vaya palizón se habrá metido, está fundido. Ya se le ve que ha cumplido años, o eso me parece. Tampoco habrá cobrado perdices el abuelete.

Cita
Morralero
Anastasio, el braco de manto marrón parece que ha trabajado lo suyo. Pobrecito, vaya palizón se habrá metido, está fundido. Ya se le ve que ha cumplido años, o eso me parece. Tampoco habrá cobrado perdices el abuelete.

El braco marrón es el mío y tiene 8 años y 7 meses y es el tío del otro braco de mi amigo que tiene 20 meses, aunque este tumbado tiene gasolina de sobra para una-dos horas más lo que pasa que decidió por tumbarse, se ve que sabe que esta mejor que sentado de mala manera jaja y si, alguna codorniz y perdiz ha cobrado el amigo jaja

LO QUE PASÓ EL DOMINGO 17 DE OCTUBRE.

El domingo me levanté jodido, cansado, y no conseguía despegar los párpados. Desayuno algo rápido en casa y me llego al bar y ya esperaban 2 compañeros. Me pido un café cargadito, otro café con unas lágrimas de coñac a ver si espabilo.
Ieeee tío, vaya pasada ayer eh, lo que disfrutamos. Si macho, ya lo creo. El tío de la finca flipó, jajaja jajaja, ya no nos invitará más, jajaja, joder, si que es verdad. Venga que nos vamos cagando virutas parriba. Y venga cachondeo. Y cómo estás tío, de puta madre no te jode, estoy reventao, y qué, no pasa na, ahora cuando te vuelven las perdices me lo cuentas, jajaja jajaja, y van llegando los demás, y más cazadores y más cafés y más lágrimas de coñac, y vacilando de las perdices de ayer, del exceso de ayer, y nos vamos para arriba un poco tarde, que parecía que no teníamos demasiada prisa como otras veces.
Llegamos al sitio y vemos 2 coches donde aparcamos nosotros, en nuestro sitio, y otros 3 más arriba. Mierda, nos han jodido con las tonterías en el bar. Bajamos de los coches y llamamos a consenso. Qué hacemos ahora. Estamos hablando y oímos unos tiros y vemos 2 tíos apostados por abajo, agazapados y que no los habíamos visto antes, y que acaban de descolgar una perdiz volada por arriba. Ostias los apañados éstos. Quienes son ? Joder, el fulano y el mengano. Qué huevos tienen. No escarmienta. Se tiran toda la mañana ahí tocándose los huevos y se hacen su perchita. Y lo que más jode es que tienen 20 años menos que nosotros, o sea, 40. Tenemos unas voces con ellos, discutimos y nos mandan a tomar por culo. Pos mu bien. Discutimos un poco más y los dejamos allí y subimos a los coches y nos vamos. Pa dónde vamos ? Tú tira detrás del coche a ver. Y el a ver es que se mete por un camino jodido que bien sabemos a donde nos lleva, al sufrimiento, a la parte de atrás de una cordillera que está al final de un lomeo muy bueno y donde empieza lo malo malísimo, y llegamos y paramos todos y nos dice, veis, aquí no hay nadie, ala, a cazar a gusto sin gente, claro gilipollas, aquí desde luego que no hay nadie, quién va a subir aquí imbécil. Y ya antes y mientras íbamos en el coche, empezaron algunos a quitarse la máscara y que vaya faena, arriba que vamos, joder, a los cortados, que cada vez que vamos acabamos molidos, lo pasamos mal y se queda uno medio muerto para varios días, y yo, que vaya hombre, ya era hora, los tíos duros claudican por una vez, no te jode, ya era hora. Con que ahora resulta que tantas bravuconadas y tantas machadas de guerra galana y caza de perdices en laderas con desnivel, ya no hace tanta gracia hoy. Me alegro un huevo que lo hayáis soltado. A mi tampoco me hace ninguna gracia. Porqué será que nunca lo decís ? Por miedo a pensar que estamos perdiendo la afición, perdiendo el gusto por las perdices duras de verdad ? Es por eso cabrones ? Por el orgullo de ser perdiceros, pues nos estamos equivocando porque no siempre nos gusta hacer ésto, ahí está la trampa porque así no siempre lo pasamos bien. Porque seamos perdiceros no tenemos porqué ser inflexibles siempre, podemos pensar un poco en nosotros y pensar así no es rendirse ni claudicar ante la cada vez más dura y trabajosa caza de la perdiz en nuestro terreno, o sea, en lo malo, en lo duro, o mejor dicho, en su terreno salvaje que es el nuestro, y cazarlas aquí exige estar muy bien ese día para no debilitar nuestra moral viendo que nos faltan las fuerzas, el querer y no poder, y poder plantarles cara con dignidad y luchar con un mínimo de garantías a nuestra edad. Aquí a lo duro se puede venir algunos días, a lo duro a media ladera y a disfrutar. Y otros días, cuando estás cansado, bajar el pistón y cazar con sosiego, como dice un compañero, lugares más cómodos y disfrutarlos también, su paisaje y su entorno, que también tiene lo suyo. Empecinarse y tomarse la caza de la perdiz como un duelo a vida o muerte, en el sentido de buscarlas en lo más difícil no estando fresco y descansado, es mal asunto. Te juegas una mala caída, arañazos, golpes, pinchazos y cortes, como nos ha ocurrido a todos. Esto no es perder el gusto ni la afición por las perdices ni querer buscar lo facilón. Es que no podemos hacer estos palizones muy seguidos sin pagar un tributo cada vez mayor. Demasiados riesgos así, a nuestra edad.
Pues bien, hoy saqué más o menos a las once de la mañana los mismos 3 cartuchos que metí al comenzar la jornada.
Aparcamos de malhumor y empezamos a dispersarnos. Llevaba yo media hora de calamidades, subiendo como podía y cogiendo mi posición cuando oigo una perdiz arrancar como un Ferrari, pero con ese prrriiiii agudo, no ese otro tono más grave de las de las lomas, no, no sé, eso me parece a mí, éste es más agudo y suele acompañarse del cacareo. Encaro, miro, miro y no veo ni rastro de la perdiz, ostias, que rápido ha salido, ni la he visto. Y sigo, y nada de nada y es que no podía andar bien, iba buscando por inercia los mejores pasos, lo más fáciles, sin salirme de la senda, algunas de ellas las que usan los zorros para bajar de arriba, y así iba y cuando peor estaba intentando mantener el equilibrio en un sitio con gran inclinación y mucha piedra suelta, para voltear al otro lado y llevaba la escopeta en una mano y con la otra, intentaba agarrar algún tomillo o algunos espartos o alguna mata para asegurarme mejor, y maldiciendo de donde me había metido y la postura que tenía, ocurre que casi me pegan en la cara varias perdices que me saltaron cuando justo asomaba la cabeza y de unas esparteras que habían en la misma cresta, que sentí hasta el aire del aleteo en la cara, y me suelto la mano de la mata que estaba agarrando ya como última esperanza para salir del atolladero donde me había metido yo solito y fue soltar la mata a la que estaba agarrado para poder agarrar la escopeta, cuando siento que los pies se me escurren con la piedra suelta y como a cámara lenta me voy deslizando hacia abajo y yo queriendo encarar y escurriéndome hacia abajo y ya que me quedo sin visión de las perdices y que no paraba y termino por agarrarme a un matojo y parar ya de una vez el estúpido descenso que llevaba. Y me veo allí, colgado en la teja aquella, una situación hasta cómica y que de haberla podido grabar, hubiese hecho pódium de gilipollas. Y pillé y me fui a los coches por el camino más corto porque me veía que no podía andar con seguridad, me tambaleaba, joder, vámonos de aquí cagando leches tonto el haba. La culpa de esto la tiene la paliza del martes y de postres, lo de ayer sábado, me cago en la puta.
Y ya, doy cara a los coches y me veo allí sentados a la sombra a 2 de los míos, fumando y con la nevera al lado, compartiendo la botella de agua como rescatados del desierto. Qué cabrones, ya habéis terminado ? Y me zampa uno de ellos, así, que hoy no deberíamos de haber subido a andar sierra porque estábamos molidos, que hubiese sido buena idea ir a los zorzales y probar el reclamo nuevo que se había comprado. No me digas eso ni de broma. El segundo día del coto y dices eso ? Qué vergüenza, te lo consiento porque ayer nos pasamos otra vez, que junto con la gorda del martes, ha sido la que nos ha matado para hoy.
Los demás no tardaron en llegar, que fueron cayendo al coche como fruta madura y allí gastamos hablando el tiempo hasta la hora de comer. Y es que, donde fuimos, hay que ir con muchas ganas y muy descansado, y por supuesto, acostándose temprano si quieres rendir, porque no somos jóvenes, y por supuesto, nada de copas la noche anterior si no quieres vomitar hasta el hígado por allá arriba, porque ya te digo yo que si no es así, estás muerto aquí si te pasas un poco.
Y ya, subiendo a los coches para irnos a comer, miré a los cortados y pensé que las perdices, arriba en lo alto, como siempre, como todos los años, nos estarían mirando incrédulas y con asombro y estarían pensando que vaya mierda de tíos nos han enviado hoy, vaya miseria de hombres, ésto ya no es lo que era, y que para ésto, no nos subimos nosotras aquí, tan arriba, tan alto, pero bueno, ya sabemos que hay sitios no tan duros para esos días en los que uno no está bien y está apalizado. Y vosotras, hoy, reíros a gusto porque pronto volveremos y nos veremos las caras si Dios quiere y seguiremos jugando al gato y al ratón en vuestro y nuestro terreno preferido.
Tenia necesidad de contar ésto.
Ayer, ya fué un día normal.
Pos buenas noches familia.

Morralero los buenos días son los que tenemos que guardarnos para recordarlos siempre y disfrutarlos contándolos una y otra vez.

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Anastasio, una percha de lo más apañada

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Cita
kampesino
Morralero los buenos días son los que tenemos que guardarnos para recordarlos siempre y disfrutarlos contándolos una y otra vez.

Aaaay, cuánta razón tienes Kampesino. Lo que pasa es que las cabezas no están bien y se nos va un poco de las manos el buscar esos momentos que queremos tener para luego recordar, jajaja jajaja, y es que, como te digo, no están muy bien las cabezas que digamos.
Un saludo.

Acabo de llegar de cazar hace un rato. Me he duchado y ya estoy en el sofá, purgando mis pecados.
Ayer, cazamos todo el día perdices.
Hoy, cazamos todo el día perdices.
Mañana, día de todos los Santos, no cazaré nada por motivos familiares, y no por arreglar o ir al cementerio, que dejé el panteón de la familia el viernes por la tarde como una patena, y bien chulo de flores, y las fotos y los crucifijos bien lustrosos y bien arregladico todo, como lo hacía mi madre, ya en previsión de que todo éste fin de semana estaría de cacería y no iría al cementerio, pues así es que, el motivo familiar no es por ir al cementerio, no, es que resulta que por una cosa familiar, por una manía dijéramos y que yo no tengo nada que ver, pues prefiero meterme un atracón de sábado y domingo y descansar el día de todos los Santos y no cazar el día 1 y mejor así. Y como mi tío ya se encarga de avisarme, que toda la culpa es suya y me malmete, y no quiere que coja la escopeta éste día, pues me recuerda sus rollos con éstas cosas y que se pone muy serio el tío, como cuando está con el vino y con sus amigos cazadores, que son varios viejunos que son de manías y cosas raras, que tienen más de 80 años cada uno y son la ostia, uno de ellos con una gorra podrida llena de agujeros y unas plumas de perdiz cosidas, que esas plumas tendrán 20 años lo menos, el viejo zorro, y que me llama y me dice zagal, mañana no me jodas y te quedas en casa, y venga con la burra al trigo, y bueno, pues no salgo y así dejo las cosas arregladas y mato dos pájaros de un tiro y descanso.
Primero, el viejuno cazador, que le da mal rollo que salga y se pone pesado y tal, y me menta a mi madre, su hermana, y que no le gustaba que ese día agarrásemos escopetas y tal y pos mu bien.
Segundo, la parienta, que después de dejarla dos días tirada en casa, pues ya empieza a gruñir en el buen sentido de la palabra, y que vaya marcha que llevo, de amigotes y comilonas y esas cosas.
Y lo digo, ahora entre nosotros, porque ya vamos a empezar a preparar las salidas de zorzales a CLM y nos vamos para 2 días, sino todas las semanas sí cada 15 días o así, a veces entre semana, y habrá que ir suavizando el camino, dar un poco de jabón y procurar no pasarse más de la cuenta para poder salir sin montar demasiada espolsaera, con cuidado, así como el que no quiere la cosa y va obligado por los demás, que te arrastran y vas por no quedar mal, vaya tela, lo de siempre.
En fin, así mañana tendré tiempo de escribir las últimas salidas de perdices, ya que me atreví a empezar a contar cómo hacemos éstas cosas y ahora no lo voy a dejar a medias.
Buenas noches.

Morralero tu haz caso siempre a las señales de la parienta cuando se ponen de morros ..... ¡Mejor agachar orejas y no sacar los pies del tiesto!

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Cita
kampesino
Morralero tu haz caso siempre a las señales de la parienta cuando se ponen de morros ..... ¡Mejor agachar orejas y no sacar los pies del tiesto!

Sabias palabras Kampesino.
Agradezco tu consejo, además, es que es así, jajaja.

Cita
Morralero

Cita
kampesino
Morralero tu haz caso siempre a las señales de la parienta cuando se ponen de morros ..... ¡Mejor agachar orejas y no sacar los pies del tiesto!

Sabias palabras Kampesino.
Agradezco tu consejo, además, es que es así, jajaja.

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Yo de este domingo no tengo nada que contar. Llegue a las 7 de la mañana a casa y me quede dormido hasta las 10:30, sali a las 11 por pasar las penas y empezo a llover y una perdiz me salio a tiro y no tuve ni ganas ni fuerzas de levantar la escopeta jajaja

Cita
anastasio
Yo de este domingo no tengo nada que contar. Llegue a las 7 de la mañana a casa y me quede dormido hasta las 10:30, sali a las 11 por pasar las penas y empezo a llover y una perdiz me salio a tiro y no tuve ni ganas ni fuerzas de levantar la escopeta jajaja

Puuufffff, de esas, de joven, hemos liado más de una. Sobre todo, de no acostarnos en Nochevieja y salir a cazar el día 1. No me quiero acordar, vaya tela.

24 de octubre, Domingo.

Con toda la semana para descansar y recuperarme, hoy he disfrutado con plenas facultades para plantar cara y ya sin estar extenuado como el otro día. Y cómo me han engañado las jodidas perdices varias veces y cómo han aprendido en cuestión de días, es increíble cómo intuyen los movimientos del cazador y la habilidad que tienen para dejarnos con dos palmos de narices.
Otra vez en el mismo bar, a la misma hora, la misma mesa en la calle, los mismos tíos cazadores de toda la vida, los mismos cafés y la misma pregunta. Pa dónde tiramos hoy ? Y el experto de la cuadrilla en analizar durante la semana las noticias de otras cuadrillas y los informes de los agricultores de confianza, sentencia en la mesa apartada de los demás y en voz baja : Hoy vamos al Puntal, primero subimos hasta arriba, y llegando a los cortados, a lo malo, de ahí, hacia abajo, pero no por la cañada, dejamos los coches en la rambla de fulano. Se hacen preguntas y sigue, mirando que nadie lo oiga en otras mesas, cojones, tantos años y no os enteráis todavía ? Debajo de la loma donde los pinos y hacia arriba hasta el Puntal, por el lado de la reserva y hasta la reserva, pero no seguimos por arriba, nos bajamos por lo de mengano hasta el puente viejo de piedra, registramos bien todo aquello y para los coches. Y como siempre. Subiendo vamos ordenados y bajando, cada uno a su bola. Está claro ? Ala, arreando que nos cogen la vez. Pues nada, no hay más que hablar. A la faena.
Ya a pleno rendimiento como el martes, empecé a subir rápido a coger la media ladera. Al poco, veo varios pinos jóvenes de 2 o 3 metros de altura y con mucha broza en los troncos y pienso : Verás tú cómo me sale alguna y se tapa con los pinicos. Dicho y hecho. Zigzagueo por entre los pinos y paso y nada, y a 8 o 10 metros, prrrriiiiii, justo me sale una perdiz por detrás y para atrás, tapándose y que la vi de refilón. Nada, sigo y vuelan 5 o 6 perdices a 100 metros, por arriba, por la cresta y voltean rápido al otro lado y escucho unos tiros, joder, así da gusto, alguna habrán cogido. Y así fué. Continuo y me subo un poco más arriba ya por las crestas, mejor por aquí que parecen que esta mañana están por los altos. Sigo y llegando al final, me paro y tomo aire para asomarme y no estar resoplando y estar más sereno ante un posible disparo. Me asomo y nada. Avanzo un pié cuando de repente, otra vez la mala suerte o la astucia de la perdiz, pues 10 metros por detrás y de una carrasca pequeña colgada, escucho algo y veo ya volteando y dejándose caer muy suave al otro lado, otra perdiz, otra vez la misma jugada, me cago en tu puta madre cabrona, no ha salido fuerte, ha dado como un saltito justo para dejarse caer al otro lado y taparse rápida bien pegadita a la ladera. Y no escucho tiros. Sigo y llego al final, nos juntamos 3 tíos y llevan 2 perdices. Hemos visto perdices pero ningún bando. Ala, vamos para abajo. Ya llevamos varios kilómetros, media paliza, y empezamos a bajar.
Ahora, esto es más suave. Ya verás como me cuelgo alguna en éste o en aquel sitio. Voy rápido comiendo terreno mollar y volando algunas perdices largas, joder, no aguantan. Y escucho tiros a mi izquierda y más arriba, y veo bajar 5 o 6 perdices a mil por hora como huyendo del diablo, joder, pues qué bien. Y sigo y ya me centro por la proximidad de uno de mis sitios glorificados y santificados del coto, y tiro para enfilar una estrecha lengua de monte que va lindando con unos bancales de vides y que los márgenes con el monte son como unas paredes de 2 metros o así cortadas a cuchillo y que para bajar tienes que hacerlo por el principio o el final y debajo están las cepas. Enfilo con mucho ojo por la izquierda y voy por la parte de monte dando cara a los bancales, en alto y viendo muy bien, y yo sé que lo bueno es llegando al final, porque está eso muy tupido de matas y las perdices las llevas delante a peón y se te escurren y no las ves y es al final cuando ellas ya se ven sin más terreno de monte y que se acaba ya la escapatoria y es cuando ya han de volar sí o sí, pero ojo y sin prisas, aquí lento o se te vuelven y te salen por detrás y adiós muy buenas. Pues ahí que voy y faltando 50 metros o así para el final, me giro hacia el otro lado, que esa lengua de monte tiene al final 30 o 40 metros de ancha y yo hago como que cambió de dirección y ya llegando casi al final, me voy derecho al otro lado que llevaba antes, haciendo el mínimo ruido y justo a 3 o 4 metros del final, me pegan el susto padre 2 perdices y mira que lo esperaba, y éstas sí, con el prrrriiiiii fuerte y cacareando, y yo me sobresalto y disparó rápido pensando en el doblete, y fallo el primer tiro y casi me entra un espasmo, y pienso no falles, no falles, y ya derribo una en el segundo tiro pero me dió que no iba rota, muerta, y me quedé mirando donde cayó y ya no vi más. Tomo unas piedras de referencia y a los 5 minutos llego al sitio y empiezo fila por fila a buscar y pensando estaba en que si no iba bien pegada la perdía fijo, cuando la veo en el suelo, más lejos de lo que pensé. Y era un machaco, con 2 espolones en cada pata, uno de ellos bien grande, joder, vaya perdigote, y miro la cola a ver si llevaba las dos marcas del gallo y no las llevaba. Lo peino y me lo cuelgo. Y quiero tocar antes de llegar a los coches un pequeño y estrecho barranco que lleva un riachuelo con un hilo de agua, y tiene una zona de cañas y charcos que no puedes pasar, y en donde cayó y perdí una perdiz por mi culpa, por no haberla dejado volar unos metros más y así hubiese salvado el barranco y caído ya al otro lado. Y yo atento, porque ya iba por esta zona y llevaba uno de los míos por detrás, a 200 o 300 metros, por lo alto, y yo iba más bajo y bastante adelantado, y pegado al filo del barranquico ése con toda la intención y mirando cada poco para atrás por si me enviaba alguna, y en unas de éstas que giraba a mirar, me veo una perdiz que bajaba fuerte y pegada a la pared de la loma, movida por mi compañero y que me pasaba ya a escasos metros de mi, y la encaro y me ve y da la tía un respingo brusco y enfila a cruzar el barranco y pienso lo que pienso, y la dejo ganar unos metros más que suficientes para salvar la caída al fondo y disparó y cae al otro lado hecha un trapo. Joooder, que bien, coño, que tiro, ha caído en lo bueno, al otro lado, bien. Y al poco, veo asomar a mi colega por el alto y le digo, aaaacho, vaya tiro tío, buaaaa, vaya tirazo colega, ha caído más seca que la mojama, al otro lado del barranco, vaya tiro. Y salta y me dice el cabrón, tócame los huevos macho, si te ha entrado a huevo, casi te pega en la cabeza, que te estaba viendo puto, que cara tienes cabrón, jajaja jajaja. Tira tonto el haba, luego vas y lo cuentas.
Y más adelante, todavía podría haberme colgado otra en un par de bancales perdidos dónde quedan los cadáveres de un grupo de higueras, los troncos y los brazos pelados en el suelo, carcomidos y roidos del paso del tiempo, y pues iba a cruzarlos para coger ya la linde de la loma con el camino donde estaban los coches, cuando veo por mitad del bancal, por en medio de la leña de las higueras caídas, 8 o 10 perdices a peón, y me agacho y me tapo y encaro con la perdiz más cercana esperando que arrancará a volar y ésta zorra que no arrancaba, se escurría a peón por entre la leña hacia la otra punta del bancal, y al final, arrancan varias, y detrás otra y otra, y otra más, y yo esperando a ver y ellas poniendo pies en polvorosa por entre los troncos caídos hasta que no quedó ninguna. Me quedé con las ganas, vaya, pero es que solo podría haberles sacudido a peón, empezando por la que más cerca estaba, pero quería que volaran y no volaron, que hijaputas, se escurrieron a peón y salieron por la otra punta. Pos mu bien, a criar. Y en éstas estaba, cuando veo un torcaz allá a lo lejos y que parecía que venía a mi. Y me tapo en una mata y el tío sigue para mí y me entra de pico, bueno, y lo descuelgo sin más problema, que cayó como una piedra y me sirvió para adornar la percha. 2 conejos se pasearon delante de mí con la seguridad de que no les tiraría y uno de la cuadrilla levantó una buena liebre y a la que le dió los buenos días y la dejó ir. Ya parece que se están recuperando las liebres, paciencia, ya les tiraremos si Dios quiere.
Y a la hora prevista, la cuadrilla fue cayendo a los coches y todos vimos perdices y pudimos colgar algunas de éstas joyas en nuestras perchas y coincidimos y dimos las gracias a un puñado de artesanos de éste coto por su magnífica gestión y porque se desviven por cuidar nuestras perdices.
Buenas tardes familia.

Buena crónica Morralero
Es como estar a tu lado en cada lance, ya te digo que tal como lo cuentas, uno lo vive como si estuviera ahí.
Mucha suerte para las próximas salidas y gracias por compartir esos ratos de caza.

Un saludo

Hoy jueves nos tocaba salir a cazar a la parte mala con perdiz vieja la mayoría. Cazamos 5 jueves (1 jueves si 1 no y 2 domingos esta zona).
Mañana con helada y fría, de esas que empiezas abrigado porque te quedas helado pero una vez empiezas a cruzar tierras de labor, a subir y bajar cuestucas pues te empieza a sobrar todo.
A las 10 de la mañana (he salido sobre las 8:30) pum pum y otro pum pum al rato y ya llevaba dos pavazas a críaarrrr. Cago en la ostia, el perro cazando como un guante (creo que hasta una perdiz estaba puesto porque no le veía y la otra me la ha marcado) y yo fallando pavas...
Seguimos con la estrategia de vuelta aquí vuelta allá y en una asomada con el perro junto a mi me sale una larga... me cago en to mírala donde estaba y de repente PRRRR al lado mio... Pum... cobra RAYO!. Ya cambió la cosa, las 11 de la mañana y he podido hacerme con 1, chute de energía mental ya que de piernas iba bien.
Seguimos por la zona ya que hoy estábamos 5 cazando de aquí para allá y a eso de las 11:45 veo salir una urraca de un arbolucho y miro al perro que iba por el otro lado de la linde "algo" contento (viendo eso ya sabia que por lo menos había estado allí alguna perdiz) y avanzando con paso firme, efectivamente, el perro la hizo salir por el otro lado de la linde a la perdiz y ahí estaba yo que con otro disparo he bajado la segunda de la mañana.... VAYA MACHO!!.
Con una sonrisa de oreja a oreja y habiendo ganado ya cierta confianza voy a ver si consigo el cupo bajando otro linderuco muy próximo a éste y ya veo que va caliente el perro, quedándose, metiéndose abajo cuando de repente sale una perdiz (a tiro pero algo larga) a la cual la he mirado como diciendo has estado muy lista pájara, aun así, bajo en su dirección y el perro mas adelante de donde ha salido esta vuelve a enganchar algo y si, sale otra perdiz de la lindera hacia arriba y atrás (facilísima) PUM salen muchas plumas, PUM mas plumas y PUM ... ¡¡vamos no me jodas!!, que chaleco antibalas lleva esa. Me fijo donde mas o menos va (donde había matado la segunda) y me dirijo a ir allí algo rápido sin llegar a correr y ... PUM PUM dos calambres en ambas piernas en la parte de atrás del muslo (¡¡Joder que dolor pero hay que ir a ver si la vemos!!). LLegamos a la lindera y el perro abajo metido entre espinos guiando y guiando y yo desde fuera diciéndole: cobra que está muerta.... pues a la media lindera recorrida PRRRR y yo coño que fuerza tiene ésta PUM al suelo antes de que se tapara con el arbolucho.
OLE, OLE y OLE la he recuperado y no la he dejado herida en el campo, ya haber hecho el cupo a las 12 de la mañana era lo de menos.

Y ahora las fotos para que veáis la diferencia de tamaño entre la primera perdiz abatida y los otros dos machos viejos:







Espero haberos animado lo que queda de semana para llegar al fin de semana con fuerzas y ganas de cazar

Buena percha Anastasio.
Menudo par de machazos cazaste, hacen muy pequeña a la tercera.
Ya tengo ganas de que se abra por aquí su caza, el leer vuestras jornadas no sé qué tiene que animan a cazar.
Mucha suerte este finde.

Anastasio ¡SOMBRERAZO! que percha y relato

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Impresionante Anastasio, muy buena.
Da gusto hacerse una percha así y no dejar ningún pájaro herido en el campo. No es nada fácil eso.
Has recogido todo lo matado, enhorabuena. Se nota que te encienden las perdices, jajaja jajaja, vas a más.
Y el braco, el braco ya veo que está en estado de alerta junto a las perdices. Pensará el animal que con lo que ha trabajado ésa mañana, como vea a alguien queriendo coger alguna, le marca los dientes en el brazo, jajaja jajaja, bien que hace.
Vamos a ver el domingo que pasa. Tenemos unas temperaturas muy bajas para éstas fechas, la ola ésa de frío. Yo prefiero pasar un poco de frío al principio que luego, cuando entro en calor me sobra todo y tengo que ir echando ropa al morral del chaleco.
Venga, suerte y un saludo.

El braco le gusta posar para las fotos jaja y encima el pájaro de él algunas veces se tumba al lado de las perdices de custodia total.
Aquí la temperatura va a ser suave 11-3 da el tiempo con sensación de 3-4 grados menos de lo que da así que bien, cazar con frescura da gusto