La provincia de Zamora ofrece a los pescadores escenarios muy diferentes para practicar la pesca y no faltan lances y triunfos que dejan en la memoria de los aficionados a la caña un grato recuerdo. Es lo que perdurará por largo tiempo en la memoria de José Manuel Crespo, Óscar Huerga y Luis Ángel, que el pasado miércoles capturaron un impresionante lucio de 14,800 gramos, en una gesta que ha llenado de orgullo a los protagonistas porque es una pieza fuera de la normalidad y más que meritoria.

Aunque profesionales de la pesca en ríos y embalses de buena parte de la península, disfrutaron del logro conseguido en el embalse del Esla por la talla del pez y la naturaleza del mismo.

Utilizaban esa tarde «cebo de gominola, de color blanco y negro de fondo», y el saber pescar o la suerte hizo que entrara al anzuelo un asombroso lucio de casi quince kilos, capaz de llevarlo todo por delante.

José Manuel Crespo señala que fueron «unos veinte minutos» de tensa lucha con el gran predador. La intensidad de la batalla sostenida entre ambas partes fue lo que al final favoreció su captura porque el lucio, estando ya en la orilla, rompió el sedal y obligó a lanzarse a Crespo sobre una pieza extraordinaria, pero que estaba extenuada y completamente agotada por el esfuerzo realizado. De esta forma tan cargada de adrenalina fue rematada la captura de la poderosa pieza, cuya estampa impone y da fe de lo que se mueve por los fondos del embalse de Ricobayo, en las aguas próximas a Andavías.

Es un colectivo que practica la pesca sin muerte, pero en este caso la captura pertenece al gremio de la que conviene retirar de los cauces por su letal depredación y capacidad de exterminio de todo lo primigenio y originario. Dotados de una voracidad infinita, de una rapidez asombrosa y de sin enemigo mayor en las aguas, el lucio impone su fortaleza sin condiciones. Sin embargo, José Manuel Crespo señala que una de las grandes lacras de los embalses zamoranos «es el alburno», y afirma que «está estropeando la pervivencia de otras especies que mueren por comer esta especie invasora», según dice, echadas a los ríos para acabar con especies como el mismo lucio.

Este grupo de pescadores destaca la importancia de Zamora para la pesca, tanto en los embalses como en los ríos e incluso recomiendan a los aficionados de fuera para que se acerquen a esta provincia para disfrutar de la caña. Destacan la abundancia de carpa y alaban «la bravura de la trucha y la resistencia que opone a los pescadores». José Manuel Crespo y Óscar Ramos siguen

Sostienen que hay mucha pesca activa y son frecuentes las picadas. Descartan la existencia de siluro en la provincia de Zamora, una especie que han conseguido en los embalses del Ebro. La aparición del siluro sería considerado como un verdadero problema porque su presencia lleva aparejada la introducción de la almeja cebra, uno de los peores azotes para las masas fluviales por su capacidad de colonización.

Desde hace un tiempo gozan de la captura de anguilas, de un metro de largo, que se supone corresponde a las sueltas realizadas hace años por el Servicio de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León.

En cuanto a problemas, hacen referencia a la maleza y falta de limpieza que ofrecen algunos puntos de los ríos e incluso a la desidia o mal comportamiento de algunos pescadores que no reparan en desprenderse de las basuras por las orillas de los ríos.

La captura de semejante lucio le ha animado para seguir fieles a la caña y su objetivo es continuar echando lances para seguir disfrutando de la pesca y, en lo posible, superándose con nuevos retos.

FUENTE: