Edelmiro Nicieza (Gijón, 1968). Es cazador y presidente de la Fundación para el Manejo, Desarrollo y Conservación de la Vida Silvestre y su Hábitat (Fadovisa), en el que están integradas 32 sociedades de cazadores de Asturias. Asegura que los que aman la caza, como él, no son depredadores, sino los encargados de regular el ecosistema. Por ello, reclama una modificación de la ley de Caza del Principado de Asturias, que data de 1989, y que «se ha quedado obsoleta», según Nicieza. La denuncia de varias sociedades de caza alertando de que el pago de los daños a los ganaderos afectados por los ataques de animales cinegéticos podría llevar a la ruina a una cuarta parte del medio centenar de sociedades de caza de Asturias preocupa a Nicieza, que insta al Principado a acometer un reforma de la ley que adapte los precios «a la realidad del mercado» y que permita sobrevivir a las pequeñas sociedades.

-¿Cuál es el punto débil de la normativa de caza en Asturias?

-La normativa de caza está desfasada para la realidad de hoy en día. En su momento fue pionera, pero con el paso del tiempo se ha quedado obsoleta y un claro ejemplo de ello lo tenemos si comparamos nuestra ley de Caza con la de otras comunidades autónomas, donde la normativa se ha modificado recientemente. Así se hizo en el año 2002 en Aragón; en Navarra, en 2005, y en Cantabria, en 2006.

-¿Cuál es la diferencia entre la normativa asturiana y la de otras comunidades?

-Los derechos de los cazadores son similares en todas las regiones, lo que nos diferencia sobre el resto es que tenemos muchas más obligaciones, como consecuencia de las carencias que tiene nuestra normativa.

-¿Detalle esas carencias?

-La normativa de caza en Asturias responsabiliza únicamente a los cazadores de los daños, sin fijar corresponsabilidad a los propietarios. En otras comunidades autónomas sí existe corresponsabilidad. Un claro ejemplo lo tenemos en la normativa de Aragón, que dice que los titulares de los terrenos cinegéticos, en colaboración con los propietarios afectados por los daños, deberán adoptar medidas precautorias para evitar el riesgo de que estos daños se produzcan.

-¿Son justos los baremos que se aplican en Asturias para el pago de los daños a los ganaderos afectados por las especies cinegéticas?

-Los baremos están fijados por la Administración regional, pero sin tener en cuenta las diferencias que se dan entre la rasa costera o los cultivos en la montaña. Los precios están sobrevalorados. Sale más barato comprar una tonelada de maíz en Castilla y León que pagar el precio de la Administración.

-¿Ven predisposición por parte de la Consejería para solucionar el problema?

-Hemos mantenido diversas reuniones con la Administración, la última el mayo de 2009. Les hemos manifestado la problemática y nuestras inquietudes, pero hasta la fecha no se han planteado soluciones ni más contactos desde hace ocho meses. Desde los cotos estamos preocupados porque hay que renovar las concesiones para 2011 y aún no se han solucionado los problemas pendientes.

-¿Cuántas sociedades de cazadores pueden llegar a quebrar por culpa de los pagos de los daños?

-Muchas sociedades ya sólo se plantean continuar hasta el vencimiento de la concesión de este año. El aumento de los pagos por daños y por los accidentes de circulación, los costes de la guardería y la disminución de los socios hacen insostenible la situación.

-¿Cuánto dinero puede suponer para un cazador el pago de los daños de un año?

-Este importe viene dado por la distinta tipología económica que se da en cada coto. Unos son agrícolas, otros ganaderos y otros se catalogan como urbanos (donde se producen los accidentes de tráfico por especies cinegéticas). También depende del numero de socios y la superficie del coto, pero para un cazador los pagos por daños suponen un incremento medio de la cuota anual de entre 150 y 200 euros.

-¿Es sostenible el sistema de caza asturiano?

-Muchos cotos pequeños, la mayoría del Occidente y el Oriente, en que el número de socios disminuye como consecuencia de todos estos factores, están abocados a desaparecer con el sistema actual, pero, si se modificase el reglamento, podrían sobrevivir.

-¿Podrían desaparecer todas las sociedades de cazadores si no se reforma la ley?

-Todas las sociedades no desaparecerán, pero más de la mitad, sí. Si eso ocurre, la consecuencias serían nefastas, y no sólo para los cazadores, sino también para la Administración, que tendría que hacer frente a los gastos que ahora sufragamos los cazadores, y los ganaderos tendrían que enfrentarse a ver sus fincas llenas de jabalíes.

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