Luis Juncal Da Silva, un brasileño afincado en Cerceda, acabó este fin de semana con su propia marca en la pesca deportiva de calamares, que había fijado hace ocho años con un ejemplar de 2.900 gramos. Bebeto o Brasil, como lo conocen en el ambiente marinero de Caión, adonde acude siempre que puede, se hizo con una pieza de 3.100 gramos y 1,10 metros de longitud «con moito traballo», una caña y una potera. Además, como «estes animais adoitan andar en parellas», un compañero suyo vio cómo otro cefalópodo de talla similar le escapaba con todo el aparejo.

Este caso, con toda su excepcionalidad, no es el único de características similares registrado en la Costa da Morte estos días. Sergio Lobelos, un pescador de Camelle, tardó 45 minutos en sacar del agua un ejemplar que tiene poco que envidiarle al capturado por Juncal Da Silva en A Laracha.

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