Lo que tenía que suceder, finalmente ha sucedido. Al menos dos ejemplares de cabra montés de las colonias que se habían establecido en el entorno de Zaragoza capital han atravesado el Ebro, dejando así el camino totalmente franco para instalarse en los Monegros y la sierra de Alcubierre. Hay quien piensa incluso en que podrían llegar al Pirineo con el paso de los años (y si los cazadores y los accidentes no lo impiden), como sustitutas del extinto bucardo.

Ahora, cerca de La Puebla de Alfindén, han salvado autovía y río, y la pregunta es: ¿Han cruzado las cabras, o las 'han hecho' cruzar? Entre los cazadores de la zona corre la especie de que algún grupo ecologista ha realizado la operación, tesis en la que no cree José Luis Ona, aficionado a la naturaleza y buen conocedor de la zona. "No me imagino a un naturalista pasando cabras de un lado a otro -señala-, principalmente porque la zona en las que han sido avistadas, muy cerca de un polígono industrial, no es la mejor para que prosperen. Si es algo intencionado, lo mejor hubiera sido soltarlas en zonas mucho más propicias... o incluso llevarlas directamente a los montes de Monegrillo. Lo lógico es pensar que han cruzado el río por la pasarela peatonal que se construyó hace unos años en La Cartuja, a unos seis kilómetros de distancia de donde se han avistado". Se han localizado, en realidad, en el monte más cercano a la citada pasarela. Y a un kilómetro de distancia del paso subterráneo del barranco de las Casas, que discurre por debajo de la autovía. 

El caso es que en el vídeo se ve a una pareja de cabras prácticamente a las puertas de los Monegros y, si no surgen problemas, podrían encontrar en poco tiempo un hábitat mucho más cómodo para ellas en los barrancos de Alfajarín o en la sierra de Alcubierre.

"Es un territorio en el que no se tienen noticias de este tipo de animales desde hace más de dos siglos. Se sabe que hubo ciervos, linces y lobos, pero no cabras monteses -apunta José Luis Ona-. De forma natural, se va a restaurar una especie que vivió allí en épocas muy remotas".

Desde la extinción del bucardo, no ha habido cabra montés 'natural' en territorio aragonés a la izquierda del Ebro, a excepción de los ejemplares avistados en Sástago. En la actualidad existe también una pequeña población en la sierra de Guara, pero los animales son descendientes de los que se escaparon en su día del coto de Bastarás y se ignora su origen primitivo, aunque todo apunta a que se trajeron  de Andalucía o de la sierra de Gredos. Son alrededor de 70 ejemplares, que prácticamente conviven espacialmente con cerca de otras mil cabras cimarronas, escapadas de varios pueblos de la zona. Se trata de colonias de cabras domésticas que, en libertad, han adquirido un aspecto salvaje, pero que no son ni puras ni monteses.

En la vertiente francesa de los Pirineos se han realizado varios intentos de repoblación, que se desarrollan con éxito y se espera que con el tiempo acaben pasando a la vertiente española.