La Guardia Civil ha dado un nuevo golpe al furtivismo con la detención de siete individuos con numerosos antecedentes policiales en materia de caza, en el norte de la provincia de Ávila, que se suman a los cuatro detenidos la semana pasada.

Según ha informado hoy en nota de prensa el Instituto Armado, la colaboración ciudadana ha hecho posible estas detenciones los días 6 y 7 de noviembre en sendos cotos de caza situados en los municipios abulenses de Palacios de Goda y Cabezas del Pozo.

Se trata de la continuidad de la operación "Tenazón", que a principios de este mes supuso la apertura de diligencias contra cuatro cazadores furtivos reincidentes, todos ellos vecinos del municipio toledano de Añover de Tajo.

Después de esa primera actuación, ahora se han instruido diligencias policiales "en calidad de detenidas y/o investigadas" a estas siete personas por supuestos delitos contra la fauna y la flora, al cazar "de forma furtiva con galgos en cotos de los cuales no son socios y en un día no hábil".

El día 7, los detenidos habían cazado una liebre que se encontraba en el interior de un vehículo.

El lunes pasado fueron localizados varios de los detenidos finalizando la batida por el terreno con cuatro galgos, mientras que el martes, y con otros tres perros de la misma raza, estaban cazando en mano por el interior de tierras sembradas.

Para ambas actuaciones fueron movilizadas unidades de Seguridad Ciudadana, el Equipo Roca -encuadrado en la Unidad Orgánica de Policía Judicial-, el Seprona y la Unidad de Helicópteros del Instituto Armado con base en Torrejón de Ardoz (Madrid).

Cuando fueron comprobadas las lecturas de los microchip de los canes y al detectar irregularidades, los agentes obtuvieron indicios suficientes para sospechar que alguno de los animales utilizados para cometer el delito podría ser robado.

Además, la mayoría no tenía identificación mediante microchip ni cartilla sanitaria, siendo mayores de tres meses.

En el desarrollo de este dispositivo, un galgo abandonado en el coto de caza de Sinlabajos fue entregado al Seprona por parte de los guardas de caza de la empresa de vigilancia Proysecam, para ser trasladado a la federación.

La Guardia Civil mantiene los dispositivos para "evitar las sustracciones, ilícitos penales e infracciones administrativas".

FUENTE: EFE