La acción del lobo en los Picos de Europa se mantiene constante. Al menos así lo reflejan los últimos datos recogidos en el informe del Parque Nacional de este 2016 que muestran unas cifras similares a las del ejercicio anterior. Entre el 1 de enero y el 30 de noviembre de este año que afronta ya sus dos últimas semanas el personal de la Guardería del Parque Nacional elaboró un total de 152 informes de daños, de los cuales 106 tuvieron lugar en la vertiente asturiana del espacio protegido, mientras que los 46 restantes se registraron en Cantabria. Este 2016 no se han constatado daños del lobo en los dos municipios castellanoleoneses de los Picos de Europa, algo que sí es novedad ya que el pasado año sí que se redactaron siete expedientes por ataques del depredador en el municipio de Posada de Valdeón.

En cuanto a las cabezas de ganado muertas por la acción del cánido el informe del Parque Nacional las sitúa en 172, diez menos que en 2015, aunque en la cifra no se incluyen otras 20 reses sobre las que se tiene dudas de que las matase el lobo, ni tampoco las 55 desaparecidas, ni las 38 que resultaron heridas por el depredador. 

En total fueron 68 los ganaderos que perdieron animales a causa del lobo de los cuales quince eran mujeres y otros diez sufrían por primera vez en este 2016 daños en su cabaña ganadera.

En el propio informe del Parque Nacional de los Picos de Europa se indica en el mes de julio ya se había constatado por la Guardería un «incremento de daños en el área de influencia del grupo familiar de lobos denominado 'Lagos'». Solo en los primeros cinco días de aquel mes aparecieron cinco cabezas de vacuno muertas en esta zona y otra atacada que tuvo que ser sometida a tratamiento veterinario para sanar de las heridas producidas.

Las ovejas del pastor cangués José Luis Alonso fueron atacadas por el lobo dentro del Parque Nacional. / E. C.

Control de la especie

También se indica en el informe que «está vigente una resolución de control poblacional de lobo en la zona de Amieva, que incide sobre el grupo familiar 'Dobres', con una composición desproporcionada en este momento». «De momento no ha habido resultados», añaden.

Aunque en este informe no se refieren al número de manadas de lobos existente en el parque, en los documentos elaborados en ejercicios anteriores se cifraba en seis el número de grupos familiares de cánidos asentados en el espacio protegido. Las cifras de daños se mantienen en valores similares, por lo que todo parece indicar que el número de manadas no ha variado, al menos de forma sustancial, en el último año.

Pero los daños del lobo no solo preocupan en el interior del parque, también en las sierras próximas al espacio protegido como son las de Cuana, Ibéu o el Cuera, donde se han vuelto a registrar un número notable de ataques que ha hecho a varios alcaldes del Oriente reclamar medidas al Principado para que controle a esta especie en unos parajes en los que no debería estar asentada, según se recoge en el propio Plan del Lobo.