El Consejo Internacional para la Conservación de Caza y Vida Silvestre (CIC), la Federación Europea para la Caza y la Conservación (FACE) y el Dallas Safari Club (DSC) acogen con satisfacción la decisión del Gobierno de Botswana de reintroducir la caza controlada como un componente de la estrategia de conservación de Este país rico en biodiversidad y biodiversidad. Esta decisión, anunciada el 22 de mayo de 2019, sigue un proceso de consulta inclusivo de un año de duración, que incluye el diálogo con las comunidades afectadas, las autoridades locales, los conservacionistas, las ONG, las empresas turísticas, los investigadores y otras partes interesadas, y es un ejemplo sobresaliente de democracia en acción representativa. por lo que Botswana debe ser felicitado.
El Gobierno de Botswana citó varias razones para esta decisión:

- El alto nivel de conflicto humano-vida silvestre y el impacto cada vez más negativo en los medios de vida;
- Un aumento de depredadores y el correspondiente aumento de muertes de ganado;
- La suspensión de la caza tiene un impacto negativo en las personas rurales que anteriormente habían recibido ingresos y otros beneficios de la utilización de consumo;
- La falta de capacidad dentro del Departamento de Vida Silvestre y Parques Nacionales lleva a tiempos de respuesta prolongados a los informes de control de animales problemáticos;
- El consenso general de los consultados fue que la suspensión de la caza debería ser levantada.

Ayer, 23 de mayo de 2019, el Ministro de Medio Ambiente, Recursos Naturales, Conservación y Turismo, el Honorable Kitso Mokaila celebró una conferencia de prensa, durante la cual se abordaron varios conceptos erróneos, incluida la asignación de cuotas sostenibles para los elefantes.

Se enfatizó que el objetivo no es reducir el número de elefantes, ni sacrificar, sino asegurar que la población rural tenga incentivos para proteger la vida silvestre. Esto aliviará la situación actual en la que las personas rurales son las más afectadas por vivir con animales grandes y peligrosos, pero no tienen incentivos para protegerlos.

El Ministerio dejó en claro que las personas deben ser parte de la solución, una conclusión que está en consonancia con las lecciones aprendidas y acordadas por las principales organizaciones de conservación.

El CIC agradece esta noticia y desea poner a disposición nuestras muchas décadas de experiencia en asegurar que la caza sea una herramienta eficaz para la conservación, en caso de que se solicite.
FACE también apoya a Botswana en sus decisiones para mejorar la conservación de la vida silvestre y para apoyar el uso sostenible de los recursos naturales. Los cazadores extranjeros, incluidos los miembros de FACE, pueden jugar un papel importante en el futuro para la política de conservación de Botswana.
DSC felicita al presidente Masisi, al ministro Mokaila ya todos los involucrados por afirmar la necesidad de que los gobiernos locales y las personas manejen sus recursos de vida silvestre. Esta política beneficia a la gente de Botswana y su vida silvestre.
 
Juntos, el CIC, FACE y DSC felicitan al gobierno de Botswana por esta importante decisión de política destinada a beneficiar tanto a la vida silvestre como a aquellos que viven con ella. Si bien acogemos con satisfacción el levantamiento de la suspensión de la caza controlada, observamos que esto debe hacerse, como lo reconoce el Gobierno de Botswana, de una manera cuidadosamente regulada, supervisada y transparente que sigue teniendo en cuenta las preocupaciones de todos los interesados. Esta estrategia debe permanecer firmemente enfocada en lograr los objetivos socioeconómicos, de conservación y económicos que se han definido claramente como los racionales para levantar la prohibición de la caza controlada.

Con esta decisión, Botswana se está alineando con los países vecinos que desde hace mucho tiempo reconocen los derechos de las comunidades rurales y la necesidad de permitir su administración de los recursos de la vida silvestre. Este enfoque ha asegurado que el sur de África haya desarrollado las poblaciones de vida silvestre y el hábitat más saludables del continente durante la última mitad del siglo XX. Más del 90% de la población de vida silvestre de Namibia, que asciende a más de 3 millones de animales, se produce fuera de las áreas protegidas, y esto se debe a que las personas tienen derechos para beneficiarse y desean participar; mientras que juntos Botswana, Zimbabwe y Namibia ahora albergan a dos tercios de los elefantes de África y, junto con Sudáfrica, albergan a más del 90% de los rinocerontes.