La Guardia Civil anunció ayer la detención de una persona como supuesto autor de un delito de tenencia ilícita de armas y contra la flora y fauna tres ser localizado en el interior de un coto de caza sin permisos, con un venado despiezado y una escopeta carente de documentación. 

La intervención fue desarrollada por agentes adscritos al Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de Castellar de la Frontera. La actuación, según informó el Instituto Armado en un comunicado, se produjo en el interior del coto El Alcachofal, cuando localizaron al ahora detenido caminando con varias bolsas y una escopeta. Ante la sospecha de que en el interior de las bolsas llevase carne procedente de cacería, los agentes se acercaron para identificarle, momento en el que arrojó la escopeta que portaba hacia unos matorrales. Ya a su altura, los agentes del Seprona comprobaron, tras requerirle la documentación, que en las bolsas llevaba un ciervo esviscerado y despiezado mientras que carecía del permiso del coto para la caza. 

En la inspección de los alrededores localizaron la escopeta, que carecía de número de serie y de documentación que amparase su tenencia. Al llevar una escopeta sin amparo para su tenencia, así como las otras supuestas infracciones, el cazador fue detenido y pasó a disposición judicial acusado de un supuesto delito de tenencia ilícita de armas y otro contra la fauna y la flora. 

La intervención se enmarca en el operativo especial de control de fincas y cotos de caza durante la temporada de la berrea del ciervo. Fruto de este operativo, la Guardia Civil localizó a principios de mes a dos cazadores en la finca La Hueza que portaban material de caza ilegal como sustancias atrayentes para ciervos y jabalíes, así como redes mimetizadas, miras de visión nocturna y silenciadores, por lo que ambos fueron acusados por un total de 23 infracciones administrativas. Además, ocultaban varios ejemplares de ciervo y gamos despiezados y esviscerados ocultos en un doble fondo practicado en el todoterreno.

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