Hartos. Así están los vecinos de l’Alcora y de Onda debido al “evidente aumento” de la pesca ilegal en el pantano de María Cristina y en el embalse del Sitjar. Emplear más cañas de las permitidas, utilizar cebos vivos y pescar durante época de veda son algunas de las quejas que los pescadores habituales de ambas localidades han transmitido a sus respectivos clubes de pesca.

Y es que, con la llegada de la crisis económica, la pesca ilegal se ha convertido en un fenómeno que, cada año, no hace otra cosa que ganar en adeptos. Desde Barcelona, pasando por la costa tarraconense y llegando hasta Castellón, la pesca sin licencia azota el litoral mediterráneo.

Tanto es así que, desde el año 2009, las denuncias en localidades como Segorbe, Onda o l’Alcora no hacen más que sucederse. Desde el Ministerio de Medio Ambiente señalan que los principales motivos que se han registrado en contra de la pesca ilegal son “ejercer este deporte con más de dos cañas, en zona prohibida o en época de veda”.

En lo concerniente a l’Alcora, el Club de Pesca sigue recibiendo denuncias sobre la práctica de esta actividad furtiva, que se suman a las quejas por el abandono del paraje, donde los residuos y la basura se aglomeran. Por su parte, el presidente del club, Vicente Paús, explicó que “se han puesto en marcha varios trabajos. Por ejemplo, la brigada de limpieza del Ayuntamiento retirará la basura de la zona y la Guardia Civil colabora presentando las denuncias”. Además, según apuntó Paús, el delegado provincial en materia de pesca, Juan Antonio Barreda, “está redactando un dossier para presentarlo ante Conselleria para que actúe en la provincia”.

Algunos de los pescadores que acuden al pantano de l'Alcora. NOMDEDÉU

SIN SEÑALIZACIÓN. Actualmente, los pantanos de l’Alcora no cuentan con señalización que prohíba la pesca ilegal, ni con guardas de seguridad, ni tampoco con un servicio de recogida de basuras. No obstante, con el objetivo de mejorar la zona, estas medidas podrían entrar en vigor en breve.

A nivel provincial, las denuncias recogidas por Medio Ambiente comenzaron en el 2009, cuando se registraron un total de 69. La tendencia se mantuvo hasta el año pasado, cuando se archivaron 40 denuncias. Pero en el 2013 la propensión vuelve a subir, ya que son 39 las quejas atendidas hasta la fecha.

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