Volver al índice
Un safari en la ciudad
Enviado por Tuslances.com el 20-10-2011
Los conductores que circulaban por Zanesville, Ohio, la noche del martes no daban crédito a las señales luminosas que centelleaban en medio de las autopistas: «¡Peligro, animales exóticos sueltos!». A esas horas, los aproximadamente 25.000 residentes de la localidad habían tomado todo tipo de precauciones. Escuelas y oficinas públicas cerradas, los vecinos encerrados en sus casas a cal y canto mientras decenas de agentes trataban de dar caza a leones, tigres, leopardos, osos, jirafas y camellos que habían escapado de una reserva particular tras la muerte de su dueño.
Carteles luminosos advierten a los conductores del peligro en una autopista cercana a Zanesville. :: AFP
Los conductores que circulaban por Zanesville, Ohio, la noche del martes no daban crédito a las señales luminosas que centelleaban en medio de las autopistas: «¡Peligro, animales exóticos sueltos!». A esas horas, los aproximadamente 25.000 residentes de la localidad habían tomado todo tipo de precauciones. Escuelas y oficinas públicas cerradas, los vecinos encerrados en sus casas a cal y canto mientras decenas de agentes trataban de dar caza a leones, tigres, leopardos, osos, jirafas y camellos que habían escapado de una reserva particular tras la muerte de su dueño. A la espera de los resultados de la autopsia, las autoridades creen que Terry Thompson soltó los 51 animales que poseía y luego se pegó un tiro en la cabeza.
En medio del desconcierto general y ante la amenaza que suponían algunas de las fieras, el sheriff del condado, Matt Luz, dio la orden de disparar ante la mínima situación de peligro. Casi todos los grandes carnívoros cayeron abatidos por las balas de los agentes. «No estamos hablando de perros o gatos, sino de animales que pesan más de 150 kilos y pueden causar una masacre en cuestión de minutos», se justificó el jefe policial. «En cada situación hemos dado prioridad a la seguridad pública». Así, un tigre de Bengala al que se trató de anestesiar con un dardo narcótico disparado a distancia fue sacrificado porque la droga no hizo efecto y el felino daba muestras de estar «muy agitado».
Numerosos vecinos de Zanesville, preocupados por la suerte de los animales, llamaron a la alcaldía para impedir que el incidente se saldara por la vía rápida y terminara con una matanza, como al final ocurrió. Según la versión oficial, la Policía había recibido instrucciones de disparar tranquilizantes como primera opción. Un argumento que contradiría luego el propio sheriff al reconocer que durante horas sólo se usaron balas de verdad porque entre las municiones «no disponíamos de dardos tranquilizantes». Hasta pasadas varias horas de iniciarse el operativo no llegaron a la zona expertos del zoológico de la ciudad de Columbus para intentar capturar a los animales huidos con dardos tranquilizantes.
«Me tropecé con un león»
Los vecinos no salían de su asombro al ver estas monótonas planicies del centro del país convertidas en una peligrosa selva. «De pronto me tropecé con un león y un oso. Al poco rato, vi un tigre persiguiendo a varios caballos», contó a una cadena de televisión local Sam Kopchak, cuya casa está no muy lejos de la finca de Thompson. El hombre se encerró con su caballo y su perro dentro de un establo y llamó a su madre para ponerla en alerta.
En medio de la confusión general, las autoridades policiales divulgaron ayer que el dueño de la reserva vivía una situación delicada tras ser hallado culpable de posesión ilegal de armas de fuego, incluidos cinco rifles automáticos y tres pistolas con los números de serie borrados, delitos que le podrían haber acarreado hasta 20 años de cárcel.
Zanesville volvía ayer poco a poco a la normalidad sin que se denunciara ningún ataque a personas. Aún así, había motivos para la precaución porque un oso pardo, un león y un mono se hallaban todavía en libertad.
FUENTE:
No hay comentarios