El jurado mira a una pareja de participantes en la final de ayer, en Santullano. D.Mora

Venían de todas partes de España, aunque eran en su mayoría del Principado. Los 84 participantes en el V Concurso de Perros de Rastreo de Jabalí llenaron cuatro campos de Santullano, en Las Regueras.

Desde bien temprano, las 07.00 horas de la mañana, ya había movimiento, puesto que a esa hora la organización comenzó a pasar con los jabalíes para dejar el rastro que más tarde los perros - también en categoría Junior y Dama- debían identificar y seguir en el área recreativa de La Degollada.

Tan sólo 20 perros, principalmente Sabuesos y Grifones, -y sus dueños- consiguieron llegar a la final, previa decisión de un jurado compuesto por jueces miembros de la Federación Asturiana de Caza.

Los ganadores sudaron la gota gorda. El día no acompañaba, puesto que el viento dificultó en gran medida que los perros pudieran oler el rastro en la dirección adecuada. No obstante, los ganadores se hicieron valer.

Cada perro y su dueño debían formar una pareja compenetrada. En dos minutos, los canes, en su mayoría de patas cortas, trufa grande y orejas largas y caídas hacia los lados de la cabeza, mostraron, con mayor o menor acierto, por dónde pasó el jabalí horas antes.

Los puntos a valorar fueron numerosos, desde el corte perpendicular del perro cuando se para a señalar el rastro, el tiempo que tarda en indicarlo, la voz y el tono -de mayor o menor frecuencia-, que muestre más o menos confusión, lo rápido que pueda ser o el estilo, entre otras marcas que dejaron claro al campeón, Pinón, un Azul de Gascuña de Iván González, que también se alzó con el tercer puesto con Cho, un Sabueso.

El segundo puesto fue para Jaime Gonera que presentó a Coral, una Grifona que demostró ser también una gran olfateadora.

Y así hasta diez reconocimientos que dejaron, además de un saco de pienso para cada perro, ropa de caza, material, trofeos y 600 euros para el primer clasificado, 400 para el segundo y 250 para el tercero que, seguramente, animen a seguir olfateando los jabalíes, que por el aumento de su censo, entre otros factores, cada vez se acercan más a la ciudad.

FUENTE: la voz de asturias