El mes de junio está resultando realmente atípico para la práctica de la pesca en León. A mediados de mes, cuando la situación de los ríos se había estabilizado y se iba reduciendo el molesto polen de los chopos y alisos, cuando las eclosiones de insectos empezaban a coincidir con los horarios habituales, la climatología ha vuelto a jugar una mala pasada a los pescadores. Las tormentas, a veces muy fuertes en las cabeceras de los ríos, han enturbiado y casi siempre desbordado los cauces que tan solo varios días después comienzan a estabilizarse. Además los embalses se encontraban a rebosar de forma que no sólo no han podido retener el agua que les llegaba, sino que en ocasiones se han visto obligados a aliviar la masa de agua ya retenida. Las consecuencias han sido las enormes riadas que hemos visto estos días en el Orbigo (hasta 120 m3/segundo) Porma y Esla, riad as que han impedido de forma total la pesca deportiva.

Son muchos los pescadores que, habiendo sacado permisos de pesca para estos días, los han perdido irremisiblemente. Cuando se saca un permiso de coto para abril o mayo, ya se conoce la exposición a este tipo de inclemencias meteorológicas. Junio, sin embargo, suele ser más seguro, por lo que quienes tienen buen número en el sorteo suelen coger estas fechas. La Administración no se hace cargo de estas situaciones naturales o no tan naturales en el caso de los ríos regulados, de forma que se pierde el dinero pagado y, lo que es mucho más doloroso, la posibilidad de pescar un buen acotado. Si además se ha viajado y reservado hotel, más doloroso resulta todavía. Tal vez habría que habilitar un sistema, que bien podría ser de cambio para otro día o permisos mensuales (a escoger el día) para evitar estas situaciones ajenas al pescador.

Curiosamente, cuando habitualmente son los pescadores foráneos los que vienen a pescar a León en estas fechas, han debido ser los leoneses quienes viajen a otras provincias a pescar. En este sentido tanto el Carrión como el Pisuerga, han recibido la visita de muchos aficionados con resultados variables. De cara al fin de semana la situación tiende a estabilizarse.

Vuelve el calor, se reducen los caudales y comenzará sin duda a pescarse bien, no tanto a corto como a medio plazo. Los ríos naturales todavía discurren algo altos y en los regulados comenzarán los desembalses propios de la campaña de riegos, que ya debería de haber comenzado pero, por las mismas causas meteorológicas, se va a retrasar varios días hasta finales de junio.

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