La Federación de Caza cuenta, en Almería, con "cerca de 8.000 socios" que practican la caza mayor o menor. A ellos se suman cada temporada otros amantes de esta actividad deportiva procedentes de distintas partes del mundo, algunas tan lejanas como el continente americano.

El presidente de la sede almeriense de la Federación Andaluza de Caza, Víctor Manuel López, asegura que en los últimos tiempos "están viniendo cazadores desde México y Puerto Rico" a los cotos de la provincia, atraídos por la "gran cantidad de los individuos y la calidad de los trofeos" en especies como el jabalí, el ciervo o la cabra montés. Para desarrollar aquí su actividad se ponen en contacto con la Empresa de Gestión Medioambiental (Egmasa) de la Junta de Andalucía y con cotos privados.

Por su parte, los españoles también han advertido las posibilidades de los cotos de la provincia, y su afluencia es "cada vez mayor", lo que está convirtiendo a Almería en un "referente a nivel nacional", admite López sin tapujos.

Actualmente la provincia cuenta con 760 espacios autorizados para la actividad cinegética, de los que 61 se destinan principalmente a la caza mayor (rececho, montería de ciervos, cabras y jabalí), y el resto, 699 cotos, a menor (conejo y perdiz, principalmente).

La importancia social de esta actividad deportiva queda patente al echar un vistazo a las cifras que se manejan en el sector. En la provincia practican la caza 39.815 personas en una extensión acotada de 652.990 hectáreas, es decir, en el 74% de la superficie provincial.

De los montes públicos propiedad de la Junta de Andalucía, 42.000 hectáreas se reparten entre los titulares cinegéticos, repartiéndose el terreno en 104 lotes.

La adjudicación se realiza mediante oferta pública y tiene una duración máxima de cuatro años con criterios en los que prevalecen las sociedades de cazadores, principalmente locales. Como ejemplo se puede destacar uno de estos lotes, ubicado en Berja, se destina únicamente a la práctica de la cetrería.

Por su parte, la Consejería de Medio Ambiente gestiona directamente otras 27.000 hectáreas situadas mayoritariamente en la Sierra de Los Filabres. Estos cotos se destinan principalmente a la caza mayor, y un equipo permanente de profesionales los cuida de manera especial, para conseguir la máxima calidad de las piezas y potenciar, así, el turismo cinegético. En este sentido, durante la temporada pasada participaron en las jornadas ofertadas 1.100 cazadores, de los que sólo un 30% fueron locales. Para este año se estima que se mantendrán las mismas cifras.

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