Raúl Araujo finalizó en segunda posición de la prueba de perros de rastro atraillados en la prueba disputada en Aínsa, puesto que le valió para obtener el campeonato autonómico de la modalidad y la clasificación automática para la prueba nacional.

Las condiciones no fueron impedimento para que Palomo, su perro, de raza Astún-Cántabro, que se produce como mezcla entre el sabueso español y el grifón, consiguiese este resultado pese a la meteorología adversa.

La voluntad de participantes, organizadores y público hizo que se sobrepusieran a estas circunstancias adversas pese a que el agua caída oculta el rastro del jabalí, indicó.

Araujo no ocultó su satisfacción, el primero que obtiene este cazador en una prueba de estas características y al seguimiento realizado de este tipo de pruebas en la zona del Cantábrico, donde se practica con mayor frecuencia la modalidad de perro de rastro atraillado en la modalidad de jabalí. "En zonas como Asturias, Cantabria o el País Vasco hay muchas zonas verdes pero existen muy pocos trozos de maleza".

También destacó esta modalidad, muy vistosa para ser vista, dado que no se da muerte al animal rastreado. "Normalmente el perro de pradera se esconde y es muy difícil verlo trabajar. En cambio, es mucho más fácil seguir el rastro de un perro atraillado que permite observar mejor su trabajo".

En cualquier caso, indicó que esta modalidad precisa de cierta exigencia física para el cazador que lleva al perro aunque "deja un buen sabor de boca" por la recompensa del premio.

Araujo destacó que iniciativas como el Segundo Encuentro de Sociedades de Cazadores de Aínsa permiten juntarse a los representantes y aficionados al sector cinegético.

Destacó las cualidades de su perro "Palomo", de tres años de edad, que no ha podido empezar de mejor forma su andadura en la competición. "Para este tipo de pruebas es importante que el perro además de seguir el rastro lo vaya marcando mediante ladridos".

Raúl Araujo con su perro Palomo (Foto: S.E.)

También se refirió a que el tipo de perro que se adiestra en Aragón es más eficaz para cazar que el rastro. "Lo bonito es ver cómo el perro ladra y sigue el rastro", explicó Araujo.

Entre las cualidades de un buen perro de rastro, determinó que "no debe tener miedo a la gente, el ruido de los coches y las "voces" de otros perros y que lleva la nariz absolutamente pegada al suelo, independientemente del tipo de terreno, para no perder el rastro".

Para los cazadores que se están iniciando en esta modalidad, Araujo destacó que este tipo de prueba permite contemplar la belleza de las razas de perros en una caza específica. "Esta prueba es puro deporte y te recompensa porque el perro te lo da todo, conoces sitios y disfrutas de la actividad".

FUENTE: diariodelaltoaragón