Vocal de Setter Club de España, Javier Soria fue uno de los organizadores del Europeo de Caza Práctica de Becada celebrado recientemente en Valonsadero, un escenario ideal para esta modalidad como reconocieron todos los asistentes.

¿Cómo se inició en este deporte?
Como casi todo el mundo, siendo cazador, primero yendo con mi padre y luego ya cogiendo la escopeta, desde que tenía la edad legal. Pero llegó un momento en que para mí era más primordial los perros que la caza en sí. Hace cuatro años, el presidente Roberto Güenaga me propuso meterme en la directiva del Setter Club y ahí estoy desde entonces, los dos últimos años con José Antonio Recondo de presidente.

¿Por qué este deporte y no otro?
Primero por la tradición familiar de la caza, y segundo por la pasión por los perros, en concreto por una raza, el setter inglés. Ahora tengo cinco, todos de esa raza, porque los que somos de una raza somos un poco 'talibanes', aunque más que una raza buena, lo que hay es un ejemplar bueno.

Otros deportes que le gustan o que practica.
He practicado atletismo y balonmano. El atletismo me gusta mucho verlo. Y también he sido aficionado a la pelota, aunque yo no tengo un físico muy apropiado para ese deporte.

¿Cuánto tiempo le dedica al día o a la semana?
A los perros hay que dedicarles los 365 días del año entre alimentarlos, adiestrarlos, ir a cazar con ellos... Normalmente, unas dos o tres horas al día, y cuando hay entrenamientos quizás un poco más.

¿Dónde suele practicarlo, tanto el entrenamiento como la competición?
Los entrenamientos aquí en la provincia de Soria y competir, sobre todo por la zona norte, también alguna vez en Toledo.

¿Ha estado algún tiempo en su vida sin practicar deporte?
Pienso que no, si acaso de crío, antes de empezar con el balonmano y el atletismo. Pero con los perros también llevo ya desde niño.

Otras aficiones aparte del deporte.
La música me gusta mucho, pero escucharla no tocarla. Los perros te absorben de tal manera que hasta los círculos de amistades y las vacaciones están relacionadas con este mundo, para ir a ver criadores a Francia o Italia.

Logro conseguido del que se siente más orgulloso.
Mis logros deportivos aún son escasos. Sí soy propietario de un perro que ha ganado dos años consecutivos la monográfica, primero el de clase joven y luego el de clase intermedia, hace tres años. A nivel personal, pertenecer a la directiva del Setter Club, donde hay gente a gran nivel español y europeo. Es un honor poder trabajar con ellos.

¿A qué se dedica habitualmente?
Soy guarda de caza.

Ídolos de su deporte o del deporte en general.
Admiro bastante a la gente que se dedica profesionalmente a esto. Es bonito pero duro, porque a lo mejor te tienes que pasar seis meses fuera de casa, por toda Europa. En España hay pocos, pero en Francia o Italia sí hay gente, son nómadas del mundo de los perros. Admiro a Pezzotta, Lombardi, Rico, Condado... A otro nivel, Güenaga es una eminencia a nivel europeo, un teórico de la raza además de un gran juez y criador.
Ventajas y desventajas de Soria para practicar su deporte.

La ventaja es que tenemos terrenos buenísimos para entrenar y para cazar y que estamos muy céntricos en España. Además, el medio natural existe y no está muy alterado. La desventaja es que la legislación de caza en Castilla y León es muy restrictiva, solo puedes sacar el perro en época de caza, tres o cuatro meses al año. Son normas hechas desde el despacho más que desde el terreno, porque en otras comunidades sí se puede sacar el perro en otras fechas. Otra desventaja es que hay pocas personas, yo soy prácticamente autodidacta. Ahora hay un grupo de gente joven en Soria que tiene la inquietud, tengo la esperanza de que en unos años se vaya asentando.

¿Hasta qué edad le gustaría practicarlo?
Hasta que pueda acompañar a los perros. Es un deporte bastante físico. Un perro bravo te exige mucho, sobre todo en la fase de adiestramiento. Por ejemplo, en la gran busca, que es como la Fórmula Uno, un muy buen perro puede estar incluso a 800 ó 1.000 metros del conductor, y una vez que marca hay que ir corriendo hasta él sin importar cómo es el terreno que se pisa.

¿Qué le motiva para practicar este deporte?
La enorme pasión que tengo por los perros y por tener más conocimientos como criador.

Clubes a los que ha pertenecido y pertenece.
Empecé en la Sociedad de San Saturio y ahora estoy en el Setter Club, el Pointer Club y el Club de Cazadores de Becada, que promueve la caza sostenible de este animal. Pero son deportes individuales, tanto a la hora de entrenar como de competir.

¿A qué le gustaría llegar o haber llegado?
A corto plazo, a hacer una cría responsable de mis perros. Ya tengo un afijo, Keltiberium, y me gustaría criar grandes cazadores pero fieles a la raza. Más a largo plazo, me gustaría ser juez. Y más a largo plazo, el ideal que busco es criar un campeón internacional. Es el sueño de todo criador.

¿Qué personas han influido más en su actividad deportiva?
Güenaga, otro con el que empecé es Ángel Mercado. También José Antonio Recondo y la gente que vas conociendo de jueces, criadores, adiestradores... Pero sobre todo, aprendes mucho de los grandes ejemplares, porque el 60% son cualidades naturales y el resto adiestramiento. Si no hay materia prima...

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