«Es imposible recuperar las poblaciones de conejo salvaje en Galicia». Así de contundente se pronuncia el presidente de la Sociedad de Caza de Portas al comprobar que del medio centenar de roedores que soltaron hace unas semanas en la zona de cría de su coto, ya no queda ninguno.

Zorros, gatos asilvestrados, perros, martas, jinetas y aves rapaces evitan las barreras que delimitan los biotopos de los cazadores y atrapan a los gazapos indefensos. «No hay nada que hacer, es imposible», lamentan los cazadores. Ellos piden a gritos a la Xunta que autorice una campaña de control de depredadores para acabar con el desequilibrio poblacional. Algo que ya se hace en Cataluña o Valencia.

El sector se encuentra «desanimado» y advierten que si dejan de intentar repoblar los montes gallegos de conejos, «acabarán desapareciendo», sentencia Manuel Martínez. Cada año las sociedades de caza gallegas destinan el 75 % de sus presupuestos a la cría de conejos y 200.000 roedores se liberan anualmente sin conseguir estabilizar las poblaciones. Aun así, próximamente se soltará una nueva hornada de gazapos en los montes de Portas, esperando que cambie su suerte.

Los depredadores excavan y se cuelan por debajo de las vallas. FOTO: LEIRO

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