La peña de Derrabáu, en el concejo de Ponga, va camino de convertirse en el mejor restaurante de los lobos. Y la despensa preferida por el cánido es el amplio rebaño del joven ganadero José Ángel Moriñigo, de 30 años, que en la mañana de ayer denunciaba que «dos lobos me comieron una cabrita, de la que solo dejaron el pellejo». Y en su relato continuaba explicando que «otras dos cabritas están asustadísimas y no soy capaz de dar con el paradero de seis cabras adultas».

A principios de 2014, Moriñigo era propietario de 55 vacas de Valles, diez novillas, varios terneros, 85 cabras bermeyas y 57 ovejas. Desde enero hasta hoy «los lobos me mataron 41 cabras, 47 ovejas y tres xatos». En el año 2013 se había acogido a un Plan de Mejora Ganadera por un periodo de cinco años y en virtud del cual va a recibir una subvención, «siempre que conserve el número de animales declarados». A la vista de las bajas que está sufriendo en su cabaña, adelantaba ayer que «abandono la actividad o tengo que recorrer Asturias entera para comprar animales con los que recomponer el rebaño inicial».

El momento actual es delicado para las cabras bermeyas porque la mayor parte de ellas están en época de partos o con crías de pocos días. Presas muy fáciles para el lobo. Y con las navidades a la vuelta de la esquina llegaba el momento de hacer buenas ventas porque este tipo de carne está muy solicitada en la actualidad y no resulta extraño que los cabritos alcancen una cotización de «cien euros» en las próximas ferias de Sellaño y Posada, que se celebran a principios de diciembre.

Sin necesidad de echar las cuentas de la lechera sobre el dinero que pudo haber ingresado y ya no va a obtener, Moriñigo comentaba ayer que por la peña de Derrabáu se mueven «cuatro o cinco lobos y hay una hembra parida, con cinco lobeznos». Y explicaba que al tropezarse con los restos de la cabrita había observado en el suelo «las huellas de dos lobos adultos». Así es la vida de un pastor que está «a las siete de la mañana en el monte y vuelvo a casa a las diez de la noche», matizaba.

FUENTE: ELCOMEERCIO.ES