La Guardia Civil de Córdoba, por medio del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) ha reactivado el operativo especial tendente a combatir el furtivismo cinegético en la provincia.

El servicio, denaminado Operación Sierra, se pone en marcha coincidiendo con el inicio del periodo de berrea en el campo y ante el inminente inicio de la temporada de monterías. Por ello las acciones se desarrollarán en los cotos de caza mayor y en sus proximidades.

Según ha informado el instituto armado en una nota prensa, durante la pasada temporada de caza, la Guardia Civil efectuó más de 1.000 actuaciones, entre identificación de personas y vehículos, verificación de actividades cinegéticas o constatación de infracciones administrativas. Ello permitió la inspección de 172 cacerías, entre monterías, ganchos y batidas y 448 identificaciones de vehículos y personas que resultaron sospechosas al encontrarse en las zonas de caza o cometer alguna irregularidad. 

Además, se instruyeron diligencias por la comisión de cinco delitos y se detuvieron o imputaron a seis personas. Asimismo se detectaron y denunciaron 183 infracciones administrativas y se intervinieron 26 armas de fuego, varios focos alógenos y 121 reses abatidas de manera irregular.

En la presente campaña, la primera fase de la Operación Sierra se inició a finales del mes de agosto, época en la que los cérvidos cuentan ya con cuernas desarrolladas y se inicia el periodo de reproducción. Esta primera etapa se cierra con el inicio de la temporada de caza mayor. En esta primera fase la Guardia Civil realiza, sobre todo, labores de prevención del furtivismo.

La segunda fase del operativo, sigue informando la Guardia Civil, se iniciará el próximo día 11 de octubre, coincidiendo con el inicio de la temporada de caza mayor y se prolongará hasta el próximo día 8 de febrero del 2015, fecha en la que finaliza temporada. En este caso,los agentes se encargarán a controlar, inspeccionar y verificar las modalidades de caza autorizada, comprobar las autorizaciones administrativas de los cazadores y de las rehalas participantes y la detección de caza furtiva, así como la comercialización y transporte de carnes a los mataderos autorizados y con control sanitario, ejerciendo un especial control sobre aquellas monterías, batidas y ganchos conocidas como "mata y cuelga". También se extramarán las medidas para evitar episodios de furtivismo en un primer estadio y denunciar las infracciones, todo ello con la intención de evitar episodios de "retranca" y detectar y erradicar los "ganchos" irregulares y las monterías ilegales.

Además se vigilará que en las monterías no se colocan más posturas de la autorizadas y sobre las rehalas se comprobará que tienen los certificados o talones demostrativos de haber desinfectado correctamente los medios de transporte de los perros, así como tener todas las autorizaciones administrativas necesarias.

También se informará a los cazadores de la manera correcta de transportar los trofeos de las piezas abatidas.

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