La caza ha situado a Córdoba desde hace décadas como uno de los lugares con mayor riqueza y atractivo para una práctica que, pese a la crisis económica, tiene una importancia destacada en la provincia. Si para la caza mayor el entorno de Sierra Morena es uno de los grandes paraísos de España, con provincias destacadas como Córdoba y Jaén. En la caza menor también tiene protagonismo en especies como el conejo, la liebre o la perdiz, aunque estas poblaciones se han visto afectadas por diversos factores que han reducido su presencia en el campo.

La Delegación Territorial de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente estima que el sector genera cada año más de 18 millones de euros y moviliza a más 40.000 cazadores que tienen licencia en vigor. A estos se unen centenares de personas que trabajan todos los años en la organización de monterías, batidas, ganchos y otras modalidades cinegéticas. La Junta estima que el sector crea cada temporada más de 12.000 jornales, a lo que hay que unir la actividad indirecta de armerías, taxidermia, hostelería o empresas del ámbito turístico. Esta importancia se ve reflejada también en la extensión de los 1.456 cotos que hay en la provincia, que ocupan el 82,5% de la superficie de Córdoba con 1.136.856 hectáreas, de las que 850.826 corresponden a 1.213 cotos de caza menor y el resto a la mayor. La Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio concibe la caza como un instrumento de apoyo al desarrollo rural sostenible, al implicar aspectos económicos, sociales y ambientales. Además, se convierte en un complemento de la actividad agraria. En Andalucía se practica esta actividad sobre 7.410.618 hectáreas (84,60% de la superficie) a través de los 7.483 cotos, de los que 1.337 son de caza mayor y 6.146 de caza menor. La Junta estima que alrededor del 4% de la población andaluza participa en alguna modalidad cinegética, lo que se traduce en algo más de 273.000 licencias de caza en toda la comunidad autónoma. La riqueza de los escenarios cinegéticos de la región es suficiente atractivo para que existan más de 16.600 licencias de cazadores que residen fuera de Andalucía.

Un estudio sobre la renta y el capital de los montes de Andalucía realizado por el Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera cuantifica el valor de la actividad en más de 71 millones de euros cada año, generándose más de 47.700 jornales. No obstante, como advierte la Junta, en este estudio no se recoge la renta procedente de la caza en terrenos agrícolas, que supone aproximadamente el 40% de la superficie en la que se práctica la actividad cinegética.

AFICION CRECIENTE A la importante repercusión económica hay que unir el aspecto recreativo-deportivo, que todo parece indicar que seguirá creciendo en el futuro. Sectores como el turístico, pero también el del transporte, se ven beneficiados por la caza. Y eso que en los últimos años la crisis económica ha tocado de lleno al sector, tanto por la devalorización de los puestos de caza mayor al bajar la demanda, como también por la reducción de cazadores federados que no pueden hacer frente al pago de las cuotas de las sociedades.

Desde la Consejería de Medio Ambiente se advierte de que este crecimiento de la actividad debe tener en cuenta la sostenibilidad de las distintas especies cazables, además de garantizarse la seguridad sanitaria de los animales tras la aparición de algunas enfermedades o el incremento de poblaciones como las del conejo, que obligaron a tomar medidas de control ante los daños que provocaban en la agricultura. No obstante, en este caso su población se ha reducido considerablemente al aparecer una nueva cepa de EHV.

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