La Guardia Civil ha denunciado a tres personas en dos operativos distintos llevados a cabo en el municipio de Villaviciosa (Córdoba), una de ellas, de 54 años, acusada de portar armas sin justificar su posesión, y las otras dos, de 37 y 35 años, por transportar dos especímenes de ciervo despedazados sin justificar su origen. Los agentes pudieron detectar a estos tres infractores durante una de las labores de búsqueda dentro del marco de los servicios preventivos en materia de caza que está llevando a cabo el instituto armado, principalmente en el centro y norte de la provincia de Córdoba, para la detección y detención de personas que cometan infracciones en actividades cinegéticas.

La primera detención, se llevó a cabo en la zona de Cabeza Aguda, concretamente en el paraje conocido como Los Llanos, perteneciene al término municipal de Villaviciosa. El coche, que por sus características, y por moverse en una carretera por donde se accede a numerosas fincas de caza mayor en una hora bastante tardía, resultó sospechoso para los agentes, que decidieron pararlo e identificarlo. El vehículo era conducido por un vecino de la capital cordobesa en cuyo interior se encontraba un rifle marca Rémington, que los efectivos intervinieron de inmediato al no justificar su dueño la tenencia del mismo, lo que le ha costado una denuncia por infracción a la Ley de Seguridad Ciudadana.

En cuanto al segundo operativo realizado sobre esta misma materia, tuvo lugar en la zona Las Solanas del Pilar, perteneciente también al término de Villaviciosa, concretamente en la carretera CO-3405. En esta ocasión un automóvil ocupado por otros dos vecinos de la capital, de 37 y 35 años de edad, portaban en su interior dos especímenes de ciervo despedazados, que según pudieron detallar los efectivos, viajaban "ocultos entre bolsas de plástico". Según los agentes de la Guardia Civil, las reses habían sido descuartizadas y colocadas en dos cubos, sin seguir ninguna de las recomendaciones que rige la ley. Además, dichas presas "carecían de precinto sanitario reglamentario", y, según el instituto armado, el conductor del turismo "no pudo acreditar el origen y la lícita captura de los ciervos", por lo que tanto él como su acompañante han sido denunciados por infringir la Ley de protección de la Flora y Fauna Silvestre, en concreto, "por no justificar la legítima procedencia de las piezas de caza que transportaban".

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