El sindicato Unións Agrarias acusa a la Xunta de realizar «manobras» para no pagar las indemnizaciones de los daños causados por el jabalí. El sindicato indica que ganaderos de Deza y Tabeirós-Terra de Montes que han solicitado a la Xunta el pago de los desperfectos causados por la fauna salvaje están recibiendo en las últimas semanas unas cartas de Medio Rural en la que se le realiza un requerimiento para que acrediten la titularidad de las parcelas afectadas.

El sindicato Unións Agrarias indica que no es compresible que demanden estos datos «cando os gandeiros xa acreditan a través da solicitude da PAC, anulamente, que son os únicos en explotar esas parcelas polas que piden axudas». Además, añade que se exigen más requisitos para una ayuda que en un proceso expropiatorio. Es por ello que el sindicato, cuyo responsable comarcal es Román Santalla, pide a Medio Rural que facilite el abono de las indemnizaciones «en lugar de poñer trabas» ante el grave problema que representa para las explotaciones los daños a los cultivos.

Unións Agrarias explica que técnicos del sindicato en la zona ya están asesorando estos días a las ganaderos afectados ante las dificultades para cumplir este requerimiento. Recuerda que existen muchas parcelas que se sitúan en zonas sin concentrar, lo que dificulta la tenencia de documentos de propiedad y, además, resulta inviable la entrega de documentación para demostrar mediante antiguos escritos la titularidad de las parcelas. Añade que «non é de recibo» en el el caso de explotaciones que en su momento realizaron un cambio de titularidad para la incorporación de nuevos activos al rural, se les requiera una declaración del título jurídico que posee para el uso del terreno en el que se produjeron los daños, cuando en la mayoría de veces son hijos de los titulares. El sindicato alude a casos en el que el titular es una persona emigrada en el extranjero, o parcelas de herencias aún sin dividir o que se encuentran en trámites por fallecimiento de los anteriores titulares o incluso cesiones verbales, porque no hay documento jurídico ni escrito que lo acredite.

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