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La pesca de la trucha en Galicia (II)

La pesca de la trucha en Galicia (II)

Enviado por montero el 20-07-2010

Todo comienza al final de la década de los sesenta, cuando el Icona (Instituto para la Conservación de la Naturaleza), organismo del que dependía la defensa del medio ambiente en todo el territorio nacional, tomó la decisión de fijar en veinte el número máximo de capturas de truchas para una jornada de pesca y en diecinueve centímetros su tamaño mínimo, si bien es cierto que durante años, tales medidas fueron más bien de aviso que de riguroso cumplimiento.
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Todo comienza al final de la década de los sesenta, cuando el Icona (Instituto para la Conservación de la Naturaleza), organismo del que dependía la defensa del medio ambiente en todo el territorio nacional, tomó la decisión de fijar en veinte el número máximo de capturas de truchas para una jornada de pesca y en diecinueve centímetros su tamaño mínimo, si bien es cierto que durante años, tales medidas fueron más bien de aviso que de riguroso cumplimiento. Más tarde, con la aprobación de nuestra autonomía en el año 1981, la consellería correspondiente mantiene el mismo criterio y, a mayores, endurece las normas. Se reduce el número de capturas, que pasa de veinte a quince, después a doce y últimamente a diez, amén de los reglados especiales para los tramos acotados, que en algunos casos se fija en cinco. Y en cuanto a las tallas mínimas, se pasó con relativa frecuencia de los diecinueve centímetros a los diecisiete y de nuevo de los diecisiete a los diecinueve, e incluso en algunos años se repartieron a lo largo del mismo río, según fuese la parte alta o la parte baja del mismo. Se vedaron las cabeceras de muchos y la totalidad de algunos arroyos para desvedarlos al año siguiente y para volverlos a vedar al próximo. Se prohíbe la pesca los lunes en todas las aguas fluviales y también los jueves en los cotos. Es decir, un extraño vaivén de restricciones, a cada paso más rígidas, dirigidas en exclusiva al pescador deportivo, que se entenderían si con el paso de los años nuestros ríos mostraran algún signo de recuperación, pero, antes al contrario, se empobrecen cada vez más, prueba evidente del contumaz desacierto en las medidas adoptadas.

Durante más de dos mil años, desde que se tiene conocimiento del interés deportivo y gastronómico del hombre por las truchas, se las ha pescado de todas las maneras habidas y por haber, deportivas y antideportivas, a pesar de lo cual los pescadores de mi generación somos testigos de una evidencia innegable, y es de que han llegado a nuestros días, o mejor dicho, hasta hace veinte o treinta años, poblando generosamente los seis mil kilómetros de ríos, arroyos, regatos y canales de riego que surcan nuestra comunidad. Se decía con gracia, pero que evidenciaba la realidad: «En Galicia mexa una vaca e nacen troitas». Entonces, ¿qué es lo que ha ocurrido realmente?, ¿cuál ha sido el cambio brusco que se ha dado para que después de soportar tantos avatares durante siglos, en tan solo veinte años, se pasase de aquella abundancia a la escasez actual?

Dicen las ictiólogas doctora Frost y doctora Brown, en su fenomenal libro La trucha , publicado en España en el año 1971: «La trucha es esencialmente carnívora. La mayoría de los animales que come son acuáticos; algunos pocos son terrestres. Los invertebrados acuáticos son, habitualmente, insectos, moluscos y crustáceos. Los animales terrestres, como lombrices, babosas, piojos e incluso ratones, son comidos por la trucha en los períodos de niveles de inundación».

Pues bien, si esto es así, si esa mayoría de animales de los que se alimentan, como es de sentido común, comparten con ellas el mismo hábitat, y si, según se recoge más adelante en el mismo libro, conforman alrededor del 80% de su dieta, deberíamos de empezar por preguntarnos si a día de hoy el agua de nuestros ríos reúne las condiciones de higiene necesarias para generar el alimento que se requiere para mantener altas poblaciones deseables de trucha común y demás peces del río, tal como había entonces.

FUENTE: Ir a la Portada


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