Esta mañana se ha celebrado la primera reunión entre representantes de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente y de la Federación de Caza de Castilla y León, en la que nuestro gobierno regional nos ha trasmitido los primeros esbozos de lo que va a ser la nueva ley autonómica de caza.

La primera impresión es buena porque la Ley, según nos adelantan, va a apostar decididamente por la caza entendiendo a las especies cinegéticas como recurso natural renovable y plenamente compatible con laconservación de la especies y con los otros usos del campo. La caza no solo es una actividad lúdica o deportiva, sino que sirve para prevenir o para reducir los daños que las especies ocasionan a la seguridad vial, a la agricultura y a la ganadería. Por otra parte, la ley incidirá en que la caza es un motor para el desarrollo rural y una actividad generadora de rentas, en ocasiones muy importante en determinados lugares de Castilla y León con reducidos niveles de industrialización o de implantación del sector servicios.

Además, la Junta se ha comprometido a colaborar en la divulgación de esta información a la población, que en muchos casos desconoce el verdadero alcance de esta actividad.

El borrador presentado también incide en la necesidad de una adecuada planificación y ordenación de los recursos cinegéticos. Los planes cinegéticos constituirán una pieza fundamental para conocer el tamaño de las poblaciones de las especies cinegéticas, y servirán para complementar un elemento novedoso, que será la Red de Seguimiento de las Poblaciones Cinegéticas, que servirá para ofrecer la mejor información disponible de la situación poblacional de cada una de las especies de caza de Castilla y León. Conscientes de que esta tarea requiere de la asistencia de expertos en la materia, el proyecto de Ley propone la creación de un Comité Científico, formado por expertos, que asistirá a los órganos consultivos de participación (los consejos de caza) y la propia Administración en la toma de decisiones puesto de lo que se persigue con esta ley es proteger y fomentar la riqueza cinegética de Castilla y León.

Conscientes de que en determinados momentos o lugares la caza lúdica o deportiva puede no ser suficiente para prevenir o paliar los daños que determinadas especies ocasionan a la sociedad, la ley regulará igualmente los controles poblacionales, entendiéndose como tales la reducción de determinadas poblaciones de especies cinegéticas al margen de la actividad de la caza. Complementariamente a este término de control poblacional, el borrador incluye un apartado especial dedicado al concepto de emergencia cinegética, facultando a la Administración para establecer medidas conducentes a reducir el tamaño de esta poblaciones, en aquellos casos en los que los daños a la agricultura, el riesgo sanitario para el ganado, para las personas o para la seguridad vial sean de especial gravedad.

De acuerdo con las tendencias actuales en materia de reducción de cargas y de simplificación administrativa, el proyecto de ley perseguirá minimizar los trámites administrativos sometidos a autorización fomentando el uso de las declaraciones responsables, del silencio estimatorio y del régimen de comunicación para determinados procedimientos vinculados con la actividad cinegética. También se pretende minimizar al máximo la documentación que el cazador deba portar en acción de caza, modernizando los sistemas de comunicación entre entidades aprovechando las nuevas tecnologías.

También se pretende facilitar y hacer viable la caza, regulando con mayor seguridad jurídica temas históricamente reivindicados por nuestro colectivo, como la caza con nieve en cotas altas, las zonas de seguridad, las cacerías colectivas de mayor, etc. Se mantendrá la regulación de los días hábiles de caza en la propia ley.

En definitiva, queda mucho por discutir sobre este borrador, pero la impresión inicial es que la nueva Ley de Caza tiene vocación de ser una norma moderna, pionera y hecha para cazar de forma legal y decidida.