El sector de los cazadores de la isla ha acordado solicitar que este año la temporada cinegética quede cerrada para la perdiz y sólo sea posible cazar el conejo durante 29 días. La medida obedece a la decisión adoptada por los cazadores de Fuerteventura que han acordado dejar en suspenso la caza durante este año para todo tipo de especies. De esta forma que no habrá veda ni para la perdiz, ni para el conejo.

La petición del sector de Lanzarote se elevará en próximos días al Consejo Regional de Caza, que deberá decidir sobre la propuesta. Los cazadores de la isla, en un principio, acordaron en votación que la temporada abarcaría 29 días hábiles para la caza de conejo, y ocho para la perdiz. Aunque la propuesta de la Nueva Sociedad de Cazadores que preside Antonio Félix Fernández era que se dejaran cuatro días, sin embargo, el sector finalmente votó por dejarla en 8 fechas y 29 para el conejo.

Sin embargo, en el Consejo Regional de Caza de la pasada semana en Gran Canaria, Fuerteventura se destapó con la propuesta de clausurar la veda para todas las especies, lo que hizo reaccionar al sector de Lanzarote y llevar de nuevo a votación su propuesta, ante el temor a que pueda producirse un auténtico vuelco de cazadores desde territorio majorero hacia la isla.

De este modo, el sector lanzaroteño volvió a someter a votación una nueva propuesta con tres variables: mantener la propuesta inicial de 8 días para la perdiz y 29 para el conejo; reducir los días, o cerrar la veda como Fuerteventura. A respecto, los cazadores votaron y acordaron cerrar la caza de perdiz y dejar la del conejo como se votó inicialmente, es decir, 29 días hábiles de caza de conejo con podenco y hurón, en el periodo del 4 de agosto al 10 de noviembre.

RECORTES Y RIFA

Además, el sector acordó solicitar apoyo jurídico al Gobierno y al Cabildo para limitar los permisos de caza controlada para los cazadores foráneos y los que no sean parte de la Sociedad conejera. El objetivo es realizar un sorteo que restrinja el número de licencias venidas desde fuera para evitar una excesiva presión sobre la especie del conejo, que tampoco es muy abundante.

El sector de los cazadores de la isla ha acordado solicitar que este año la temporada cinegética quede cerrada para la perdiz y sólo sea posible cazar el conejo durante 29 días. La medida obedece a la decisión adoptada por los cazadores de Fuerteventura que han acordado dejar en suspenso la caza durante este año para todo tipo de especies. De esta forma que no habrá veda ni para la perdiz, ni para el conejo.

La petición del sector de Lanzarote se elevará en próximos días al Consejo Regional de Caza, que deberá decidir sobre la propuesta. Los cazadores de la isla, en un principio, acordaron en votación que la temporada abarcaría 29 días hábiles para la caza de conejo, y ocho para la perdiz. Aunque la propuesta de la Nueva Sociedad de Cazadores que preside Antonio Félix Fernández era que se dejaran cuatro días, sin embargo, el sector finalmente votó por dejarla en 8 fechas y 29 para el conejo.

Sin embargo, en el Consejo Regional de Caza de la pasada semana en Gran Canaria, Fuerteventura se destapó con la propuesta de clausurar la veda para todas las especies, lo que hizo reaccionar al sector de Lanzarote y llevar de nuevo a votación su propuesta, ante el temor a que pueda producirse un auténtico vuelco de cazadores desde territorio majorero hacia la isla.

De este modo, el sector lanzaroteño volvió a someter a votación una nueva propuesta con tres variables: mantener la propuesta inicial de 8 días para la perdiz y 29 para el conejo; reducir los días, o cerrar la veda como Fuerteventura. A respecto, los cazadores votaron y acordaron cerrar la caza de perdiz y dejar la del conejo como se votó inicialmente, es decir, 29 días hábiles de caza de conejo con podenco y hurón, en el periodo del 4 de agosto al 10 de noviembre.

Además, el sector acordó solicitar apoyo jurídico al Gobierno y al Cabildo para limitar los permisos de caza controlada para los cazadores foráneos y los que no sean miembros de la Sociedad conejera. El objetivo es realizar un sorteo que restrinja el número de licencias venidas desde fuera para evitar una excesiva presión sobre la especie del conejo, que tampoco es muy abundante.