J. A. GARCÍA Responsables del Servicio de Medio Ambiente, representantes de ayuntamientos y de entidades de propietarios de la Reserva Regional de Caza de la Sierra de La Culebra acordaron ayer fijar para el próximo día 27 de febrero la subasta de dos corzos, diez ciervos y cuatro lobos.

Esta subasta suelen despertar el interés de cazadores de muy diferente rango y procedencia por la importancia del ciervo de La Culebra y la oportunidad del lobo, ajeno por completo a otros territorios cinegéticos.

Fue determinada en el desarrollo de una reunión celebrada en el Centro Forestal de Villardeciervos, a la que no asistieron ni alcaldes ni representantes de los ayuntamientos de Ferreras de Abajo, Manzanal de Arriba y Mahide.

Como precio de salida se determinó una cantidad de 500 euros para el corzo, y de 3.000 euros para el ciervo y el lobo, las dos especies más distinguidas y afamadas del espacio protegido. Dicha cantidad puede ser luego incrementada conforme a los puntos deparados por el trofeo de la pieza abatida, que bien puede más que duplicar el precio de salida.

Todos los animales serán cazados en la modalidad de rececho, salvo el lobo, que por sus mayores dificultades lo será al aguardo y disponiendo de algunos días más de concesión.

Los beneficios conseguidos por la ejecución del plan cinegético de La Culebra es luego repartido entre los diferentes propietarios en función del número de hectáreas. Aunque aún faltan algunas cifras por concretar, debido a que todavía no se ha culminado la caza del lote de lobos y de la selectiva de ciervas, la cuantía hasta la fecha alcanza los 163.871,29 euros.

El apartado de ruegos y preguntas volvió a permitir el debate sobre muy diferentes asuntos relativos al plan de gestión, a la ordenación de los recursos, al aprovechamiento de los mismos y otras cuestiones concernientes a la caza o a los daños de la fauna. José Manuel Soto, destacó la fórmula de la subasta como un medio «transparente». Dijo no entender «que en otras reservas se abatan lobos sin saberse ni cuántos ni a cuánto». También expuso su criterio de que la caza y el turismo «son compatibles», y se mostró a favor de potenciarlo, «pero sin poner puertas a los vecinos».

Sin embargo, subrayó no se puede masificar la población de lobos y es una especie que requiere un control al que hay que sacar un rendimiento limpio y la subasta es una forma clara de hacerlo.

También se hizo hincapié en el ciervo, cuyo número de ejemplares incluidos en la caza es una cuestión discutible y muy ceñida a la consideración de unos y otros. Al respecto apuntó que en los aledaños de La Culebra el número de piezas autorizadas «se triplica». El representante de Coag reiteró la petición de una reducción de la población de ciervas «para atajar los daños en cultivos y accidentes, porque todos sabemos las consecuencias judiciales y de todo tipo de traen consigo». Es por ello que pidió «el máximo control de la fauna».

El alcalde de Puebla de Sanabria, José Fernández Blanco, explicó su posición contraria a la subasta del lobo por entender que es un espectáculo nada positivo para una gestión del cánido aplicada con criterios de desarrollo sostenible y de respeto.

Exigió «protección, conservación y ayuda para la especie más en peligro que somos los que vivimos en la zona, lo que implica indemnizaciones rápidas y generosas de todos los daños, así como ayudas y una política de gestión que favorezca la presencia de mastines, cercados?»

Abogó «por una utilización racional y sostenible de los recursos por los que residentes en el medio rural». Fernández señaló que «el lobo vivo es un recurso turístico importante que tiene que ser gestionado por nosotros no por algunos intrusos que no aportan nada y esquilman y se llevan los recursos».

Soto puso en conocimiento del director de la Reserva, Urco Buendía, los problemas de algunos propietarios de fincas para cobrar las indemnizaciones por daños debido a no existir títulos de propiedad y, además, no contar con los informes del propio ayuntamiento, cuyos dirigentes se niegan caprichosamente a negarlos.

La ordenación de los recursos en la Reserva Regional de Caza es otra de las cuestiones planteadas, considerándose casi una urgencia la regulación de visitas para tratar de que el espacio «no se convierta en una feria» en expresión del alcalde de Puebla.

El cierre de los caminos es otra de las procupaciones que salieron a relucir en la reunión de ayer en Villardeciervos.

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