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Mi primer rececho de ciervo

Mi primer rececho de ciervo

Enviado por Paco Fernández - Tuslances.com el 09-10-2016

Como podréis imaginar la ilusión y la alegría del momento fue única, pero ahora tocaba elegir entre las acciones de caza ofertadas. Comentándolo con mis hermanos y otros amigos unos me decían que el rececho de una cabra es una pasada, otros que un corzo, pero yo lo tenía muy claro, ...
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Fue a principios de Marzo cuando recibí una notificación, vía email, de la Junta de Extremadura donde me comunicaban que había sido agraciado con una acción de caza en los terrenos cinegéticos que gestiona la Junta de Extremadura. Comprobé que de todos los participantes de este sorteo, había sido agraciado con el número 4, lo que me permitía elegir cualquier modalidad de caza de las ofertadas, recechos, batidas o monterías…

Es de tener en cuenta que estas acciones de caza tienen un precio muchísimo más bajo que los precios que se barajan en fincas privadas,  por lo que  algunos podemos acceder a modalidades de caza, que como en mi caso, no podía permitirme.

Como podréis imaginar la ilusión y la alegría del momento fue única, pero ahora tocaba elegir entre las acciones de caza ofertadas. Comentándolo con mis hermanos y otros amigos unos me decían que el rececho de una cabra es una pasada, otros que un corzo, pero yo lo tenía muy claro, hace muuuchos años que tengo ganas de tener un venado en el salón de mi casa y esta era mi gran oportunidad. No tuve la suerte durante los años que estuve participando en monterías por lo que finalmente deje de ir a la caza mayor (salvo ocasiones especiales) pero la ilusión la seguía y sigo teniendo.

Mediante emails me iban informando de los pasos a seguir para arreglar el papeleo y pagar las tasas iniciales a la Junta,  la verdad que todos estos trámites están perfectamente gestionados por los funcionarios de medio ambiente, cosa que es de agradecer.

En pocos días pague las tasas correspondientes y al poco tiempo recibí toda la documentación necesaria,  mi rececho ya estaba en marcha solo tocaba esperar a que llegara la fecha asignada, 24, 25 y 26 de Septiembre,  mucho tiempo para las ganas que tenia, pero al final todo llega.

Necesitaba agenciarme un rifle para el rececho, como siempre busque entre mis amistades y fue mi amigo David quien me dejo su FN semiautomático en calibre 30.06. Además seria el taxidermista que si todo salía como debía salir,  prepararía el trofeo para mi salón.

Los días previos como podréis imaginar y mas siendo novato en el tema recechos, me surgieron mil y una dudas, algunas  las tenía muy claras pero la novatada había que pagarla y me entraron muchas inseguridades. Donde le meto el tiro? El rifle será el adecuado? Seré capaz de mantener la calma? Seré capaz de matarlo certeramente ……….. uuuf mil dudas y mil vueltas le di en mi cabeza.

Muchas noches he soñado con el lance, en mis sueños no sé cuantos ciervos he sido capaz de abatir….. Que bonito se ve en los sueños y que fácil y que ciervos más grandes y que bien los mataba a todos……. los sueños, sueños son dicen.

Día tras día, cuando quise darme cuanta estábamos de camino a Cañamero (Cáceres) lugar donde había quedado con Feliciano el guía que me habían asignado para el rececho. Tengo que decir que Feliciano nos sorprendió enormemente a mi mujer a mí por su  sencillez, su magnífico trato hacia nosotros, por su gran profesionalidad,  por sus grandes conocimientos tanto cinegéticos como del terreno de las miles de hectáreas que gestiona y cuida desde hace más de 30 años.

Todo esto avala su gran trabajo junto a su compañero Manolo, otro grandísimo profesional.

Desde estas páginas mi mujer y yo les mandamos un fuerte abrazo y miles de gracias por el fin de semana tan magnífico que nos han hecho pasar.                                       

EL RECECHO

Días antes habíamos quedado con Feliciano, nuestro guía, a las 6.30 de la mañana para tomar café antes de iniciar nuestro primer rececho. Como podréis imaginar fue lo primero que le dije tras las oportunas presentaciones, que era novato en esta modalidad, el enseguida me tranquilizo y me explico los planes que tenía.

Nos montamos en el todo terreno y salimos rumbo a los terrenos que gestiona la J. de Extremadura y que me explico que era una unión de fincas unas autonómicas y otras privadas las que formaban las alrededor de 7.000 hectáreas.

Durante el camino me dijo la estrategia a seguir, iríamos a un valle donde tenía localizados tres o cuatro machos de los cuales a uno de ellos aun no habían sido capaces de ver pero que presumían debía ser un buen venado.

Durante los muchos kilómetros de pistas y caminos fuimos hablando de caza y del peor mal de estas fincas, el furtivismo, rara era la semana que no encontraban uno o dos cuerpos de venados sin cabeza. Dos personas solas para cuidar y vigilar 7.000 hectáreas es tarea difícil y fácil de burlar por parte de estos indeseables.

Por fin empieza a clarear él día y con las primeras luces llegamos al valle del arroyo Gargantilla, en la confluencia de dos arroyos aun con agua y vegetación aun verde. Las primeras berreas se oían tan bien que los nervios empezaron a ponerme el corazón a mil por hora, Feliciano se encendió un cigarrito mientras sacaba unos grandes prismáticos a la vez que me señalaba hacia arriba y me pasaba los prismáticos, un gran venado berreaba junto a su grupos de ciervas, ese es  bueno me decía es un plata pero la cuerna está muy cerrada arriba, dejémoslo que ese volverá por la tarde.

 

 Acabado el cigarrito nuestro guía nos dijo que sacásemos el rifle y todo lo que fuésemos a llevar jejejejej mi mujer y yo que pecamos de novatos y pensando que nos íbamos a pegar la caminata del siglo íbamos cargaditos como animalitos  con agua, dos mochilas, bastones, cámara de fotos, silla….

Feliciano me explica su estrategia, íbamos a asomarnos al valle desde un pequeño balcón entre jaras a esperar si asomaba ese venado que berreaba pero no habían visto aun. Me senté en el suelo y ahí fue donde los nervios empezaron a aflorar, la piernas no sabía cómo ponerlas, el rifle tampoco donde colocarlo ni como haría para apuntar y al mismo tiempo colocando el culo para estar cómodo.

La verdad que el espectáculo y la vista era todo un lujo, en el silencio del valle solo se oían las berreas de tres o cuatro machos, a nuestra izquierda el que ya habíamos visto, uno arriba a la derecha, otro al fondo muy lejano y de frente  el que pretendíamos ver.

Me fui tranquilizando un poco y empecé a estudiar el terreno desde el visor del rifle a modo de ir adaptándome a él y calculando distancias y los mejores sitios para el disparo.

 La verdad que en estos primeros minutos el pulso no era precisamente el mejor para hacer un disparo, vamos que hubiese matado antes 10 encinas antes que un venado, pero había que relajarse, empecé a respirar tranquilo y a disfrutar del  espectáculo y del paisaje que teníamos delante, pero a duras penas pude tranquilizarme un poco.

Feliciano sentado detrás mía oteaba con sus prismáticos el valle que teníamos delante y donde oíamos ese venado que pretendíamos al menos ver para valorarlo, pero el animal no se dejaba ver, unas veces daba la sensación de alejarse otras de volver y así estuvimos media hora.

Pasado un rato nuestro venado se alejaba cada vez más, se iba, estaba  subiendo  dirección a otro venado que berreaba al fondo.

Nos levantamos y empezamos a planear otras opciones, pero Feliciano dijo vamos a esperar que lo mismo vuelve a bajar, así que otra vez a sentarme y volví a encararme el rifle a modo de entrenamiento poco a poco ya iba estando más tranquilo, ya era capaz de colocar bien la cruz del visor.

Como si el campo hubiese escuchado a Feliciano empezamos a escuchar a nuestro venado como volvía hacia nosotros y rápido, cada vez más cerca, estaba tras un pequeño bosque de robles y pinos, sabíamos que estaba allí a no más de 200 metros.

Mi corazón se oía tanto como la propia berrea, las piernas empezaron a temblarme, uuuuf que situación, mis ojos escudriñaban cualquier pequeño movimiento, sabía que estaba ahí oculto pero cerca muy cerca. Feliciano sin dejar de mirar con los prismáticos me susurraba, estate atento y joder en ese momento al fondo a unos 200 escasos apareció una cierva corriendo con intención de meterse en un espeso monte de jaras.

Atento atento que seguro aparece detrás el venado me dicia Feliciano, y como si hubiese sido una orden apareció nuestro venado en busca de la cierva, uuuf nervios muuuhos nervios, desaparecen entre la vegetación pero el guía se sabía la jugada, el macho haría volver a la cierva con el resto de su manada  y me aviso, estate pendiente me dijo , unos segundos después y como si la cierva estuviese compinchada con el guía, apareció derecha hacia nosotros con nuestro venado detrás, que bonito Paco ostias que bonito es Paco me decia, es bueno es bueno.

Tras estos segundos de analizar el venado y  estar dentro  de las expectativas del animal que íbamos buscando, Feliciano me dijo que podía tirarle, madre de Dios mi corazón junto con mi cerebro estaban haciendo un trabajo sobrehumano. Yo allí sentado con un 30.06 apoyado en mis rodillas y con la cruz del visor colocada en el codillo recordé que el día antes al probar el rifle el tiro se me fue ligeramente alto, por lo que baje un par de dedos con la esperanza de que en cuanto el venado parase hacer un certero disparo en el corazón. Se acercaban corriendo sin demasiada prisa cada vez más cerca, pasa la cierva y en  mejor momento y en el mejor sitio el venado se paró en seco, puede ser que viese nuestra silueta o algo pero se paró a poco más de 100 metros.

Era el momento, coloque la cruz en el codillo pero un punto bajo y apreté el gatillo, la bala impacto allí donde apunte el venado cayó sobre su costado derecho pero en un segundo se incorporo y corrió unos metros bajo una encina donde se quedo quieto, yo creo que si lo hubiésemos dejado unos minutos habría muerto solo, pero Feliciano me dijo sigue, remátalo que no se vaya. Teníamos miedo de que se metiera en la mancha de jaras.

Allí estaba yo de pie con los nervios y con la  respiración súper agitada, respiración que no me permitía ni apuntar ni colocar la cruz del visor en ningún sitio del cuerpo parado del venado, dos tiros a bicho parado que no tuve narices de colocar.

El venado herido de muerte y sin saber donde esconderse se acerco andando a nosotros a protegerse en el cauce de un pequeño arroyo entre grandes helechos donde se quedo parado nuevamente, a no más de 40 metros, mientras se acercaba tuve que recargar con las manos temblorosas, una bala solo fui capaz de meter una bala,  apunte respire y dispare, esta vez fue un disparo efectivo, el venado cayó fulminado quedando oculto entre los helechos del arroyo.

Ahora si pude respirar hondo y tranquilizarme, allí estaba Feliciano con una sonrisa dándome la mano y la enhorabuena, a mí se me hizo un nudo en la garganta de la emoción y de los nervios pasados, solo pude levantar los brazos a modo de victoria mientras Ana venia a darme un abrazo y  la enhorabuena, lo habíamos conseguido.

Los siguientes momentos  mientras dábamos un rodeo para acceder al valle y poder ver mi primer venado, eran como siempre analizando el lance y todo lo acaecido en la hora que duro este mi primer rececho.

Ana, mi mujer, acababa de disfrutar a lo grande de algo que jamás habíamos visto como tampoco me había acompañado ni visto a mí en 35 años de relación en un día de caza, fue algo grande para los dos.

 

 

 Tuvimos que bajar al valle y buscar entre los helechos hasta encontrar el cuerpo del venado, Feliciano, Ana y yo quedamos  gratamente sorprendidos del ejemplar que habíamos abatido que bonito y que buen trofeo. Las caras de alegría y felicidad os la  podéis imaginar, pletóricos a más no poder.

 

 

Pasados esos momentos de fotografías de mirar y volver a mirar nuestro venado volvimos a la tarea, había que sacarlo de allí y nosotros solos no podíamos, así que Feliciano se acerco a un cortijo cercano y trajo al encargado con un tractor con pala que lo saco con cuidado y facilidad del arroyo, en ese momento fue cuando vimos el tamaño y lo hermoso de estos animales.

Una vez todo hecho y en el pueblo (Cañamero) los  guías le hicieron una valoración de campo al trofeo para terminar toda la tramitación y el papeleo.

 

Esta primera valoración dio un total de algo más de 165 puntos, aunque según Feliciano y Manolo una homologación por los técnicos competentes daría más puntuación y seguramente llegaría a plata, pero para eso toca esperar un poco.

Quiero desde aquí agradecer a Feliciano como guía, el grandísimo trabajo que hizo, del perfecto conocimiento del terreno y de los grandes conocimientos cinegéticos que demostró durante este rececho, todo un profesional que nos  hizo disfrutar a mi mujer y a mí de un día de caza espectacular y de mi primer contacto con los recechos, un rececho inolvidable. Gracias Feliciano.

 

 

Por supuesto gracias a Ana, mi mujer, que aun no siendo aficionada a la caza y sabiendo la ilusión que yo tenía quiso acompañarme y disfrutar conmigo de este mi primer rececho de venado en berrea.


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