Biólogos y ecologistas de Dinamarca han hecho un llamamiento a los pescadores para que hagan lo posible por capturar y retirar de las aguas locales las más de 80.000 truchas arco iris que han escapado de una piscifactoría de Horsens Fjord, en la península de Jutlandia. La petición se ha lanzado tanto a los profesionales de la pesca como a cualquier persona que disponga de una herramienta para capturar peces, en un intento desesperado de evitar las posibles consecuencias medioambientales que pueda tener este escape de truchas no autóctonas.
Ocurre que la liberación de estas especies se produce en el peor momento posible, según explicó a los medios locales Soren Knabe, presidente del grupo ecologista Vandpleje Fyn y miembro de la asociación danesa de pescadores. «La trucha de mar está subiendo los arroyos para desovar y sus huevos son el alimento favorito de la trucha arco iris», dijo Knabe.
Amenaza a corto plazo
Lo mismo sostiene Jon Svendsen, investigador en el Instituto Nacional de Recursos Acuáticos de Dinamarca, que si bien descarta consecuencias a largo plazo, como una invasión de la trucha foránea -puesto que la arco iris no establece poblaciones silvestres de forma permanente en aguas danesas, aclaró-, sí da por sentado que habrá daños a corto plazo, puesto que la trucha arco iris supone una amenaza para la reproducción de la trucha de mar.
Ahora bien, Svendsen considera que hay otras amenazas peores para el ecosistema marino danés, como la extracción de áridos, el cambio climático y el propio cultivo de especies piscícolas.
El escape de las más de 80.000 truchas se produjo el martes a causa del impacto de un barco mercante que procedía del puerto ruso de Kaliningrado al puerto danés de Kolding.
FUENTE: http://www.lavozdegalicia.es