Según informa elperiodicodearagón.com, un estudio elaborado por la auditoría y consultoría Deloitte ha revelado que el sector de la caza aragonesa durante la temporada 2015-2016 generó un total de 263 millones de euros del PIB (Producto Interior Bruto) de la comunidad, el mantenimiento de 8.793 empleos directos, indirectos e inducidos y la recaudación de 57 millones de euros en retornos fiscales (IVA, IRPF y Seguridad Social).

Estas cifras suponen un total del 15% del PIB del sector de la agricultura en la comunidad aragonesa; es decir, cada euro de gasto supone 1'04 euros al Producto Interior Bruto. Por otro lado, por cada euro gastado hay 0'22 céntimos que van a parar a la Hacienda Pública, y por cada 100.000 euros de gasto se mantiene un total de 3'4 empleos. Además de la contribución económica de la caza aragonesa, la investigación también manifiesta la importancia de este sector en otros ámbitos como el control poblacional de las especies derivado de la actividad cinegética; esto es, reducir notablemente los daños en agricultura y el número de accidentes de tráfico por causa animal.

MOTOR ECONÓMICO

Dicho estudio del impacto socioeconómico de esta actividad en Aragón ha sido establecido a través de entrevistas al Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (INAGA) y a la Dirección General de Gestión Forestal, y mediante encuestas a cazadores (tanto foráneos como locales y federados o no federados) y sociedades de caza.

«Los resultados del estudio ponen de manifiesto la relevancia de la caza como motor económico en su entorno, debido a que contribuye de forma significativa como fuente de ingresos directos a través de la actividad que desarrolla», aseguró María Lambarri, gerente de la empresa Deloitte, añadiendo que «el impacto económico de la caza aragonesa se genera en conceptos de gastos muy variados que abarcan desde la armería y munición, hasta las tarjetas o permisos de coto pasando por la alimentación, desplazamientos e incluso manutención y cuidado de los animales necesarios para el desarrollo de la actividad».

Por otro lado, Fernando Tello del Hoyo, presidente de la Federación Aragonesa de Caza, insistió en que la conclusión del estudio es evidente: la gente quiere cazar en Aragón. «Al principio éramos los tontos de la película y éramos considerados como una tierra de caza menor, pero ahora la gente se ha dado cuenta de que quiere cazar en esta comunidad », aseguró.

Tanto Tello como Lambarri incidieron en que un alto porcentaje de gente de fuera de la zona (28'6% del total y 850 extranjeros) generaron el 42% del gasto anual en Aragón, por lo que la gerente de Deloitte confirmó las palabras del presidente de la Federación Aragonesa de Caza: «Esta es una región atractiva para un determinado perfil con un volumen de gasto alto y que atrae un turismo específicamente deportivo».

Orgulloso por el impacto socioeconómico que la práctica de la caza en Aragón ha supuesto para la comunidad y defendiendo los cotos de caza libres («¿para qué voy a cazar a un animal que ya está cazado? Lo importante no es el cuánto, sino el cómo, la incertidumbre; y los campos en Aragón no tienen puertas», aseguró), Tello no quiso entrar a valorar la posibilidad de que algunos partidos políticos estén planteándose la prohibición de esta actividad en un futuro. «La caza es una actividad legítima y necesaria», sentenció. 

FUENTE: http://www.elperiodicodearagon.com