Cuando 150.000 pescadores y cazadores no son noticia

Una quincena de ecologistas monta cualquiera de sus consabidas astracanadas y veinte televisiones la convierten en la noticia del día. Ciento cincuenta mil pescadores y cazadores marchan por la Castellana madrileña y llenan a reventar toda la Gran Via y no merecen ni una sola línea en ninguno de los periódicos nacionales. Por supuesto la grandes televisiones ni se dignan a mandar una cámara. Una minúscula patochada adquiere categoría de acontecimiento mientras que la masiva voluntad de todo un colectivo queda simplemente enterrada, marginada y condenada al ostracismo más absoluto en una sociedad mediática.

El domingo en Madrid, pescadores, cazadores y colectivos vinculados al campo protagonizaron una masiva manifestación que partió de Colón y llegó a Plaza de España. La propia policía habló de 80 o 90 mil participantes. Bastaba con mirar desde la plaza de España y contemplar la Gran Vía, a reventar de gente hasta lo alto de Callao, para percibir claramente que la cifra superaba muy largamente las cien mil personas y aún más si se tiene en cuenta que la cola de la marcha quedaba oculta de la vista.

Pero los "medios" decidieron que no tenía importancia alguna, que no merecía una línea, ni un plano, ni un comentario. Como si no hubiera existido. Y ciertamente hoy lunes al revisar la prensa nacional el acto ha quedado borrado por completo.

Les puedo asegurar que hubo ese inmenso gentío, y que no solo eran los presentes sino que rerpresenta a millones de personas y y que expresaron su rechazo a lo que es una continuo acoso a sus aficiones e incluso medio de vida pues la disparatada sentencia del Supremo contra el cangrejo rojo, la trucha arco iris y la carpa conlleva la ruina económica a miles de familias- y una vez más una agresión a los gentes de medio rural y agrario.
Esas gentes, por mucho que se las ignore, se las ningunee, se las oculte, existen e, incluso, señores de los partidos políticos, hasta votan. El domingo manifestaban un profundo enfado ante las agresiones que soportan. Hoy se une a ello el absoluto menosprecio mediático. Estuve con ellos y si algo pude comprobar es que, se les intente silenciar o no, esta vez y de ahora en adelante ya no se van a quedar ni callados ni quieto. Y hoy están aún más enfadados que el domingo. Nada más natural. Ese mismo domingo una manifestación de 15.000 personas en Barcelona contra el Plan Hidrológico del Ebro, auspiciada por los separatistas, copaba titulares. O sea que la cuenta es muy clara. Cada separatista hidrológico vale por diez pescadores y cada ecologista haciendo una gansada por 10.000 personas normales. Y más si son de campo.