El consejero de Fomento y Medio Ambiente de la Junta, Juan Carlos Suárez Quiñones, ha vuelto a a reunirse con ganaderos de la provincia de Ávila y con los representantes de las organizaciones profesionales agrarias para analizar la situación del lobo en la comunidad, especialmente en las provincias de Ávila y Salamanca.

En cada una de estas dos zonas están autorizados dos controles poblacionales desde el pasado mes de enero aunque en el caso de Ávila ya el pasado miércoles se mató a una loba. Según explicó el presidente de Asaja en Salamanca, Luis Ángel Cabezas, al menos en esta provincia «la patrulla del lobo se verá reforzada con cazadores voluntarios», en un principio, «para reforzar los aguardos», es decir, esta modalidad de caza que consiste en esperar a los animales a partir del atardecer.

No está determinado el número de cazadores que se incorporarán y se entiende que en el caso de que se consiguiera abatir a uno de los ejemplares de manera inminente, tampoco sería necesario.

Sobre la mesa, también se puso la posibilidad de que el lobo sea declarada al sur del duero especie cinegética pero en este asunto, no están todos de acuerdo por lo que, de momento, parece descartado.

La Junta declinó hacer declaraciones sobre este asunto ya que se trataba de una reunión interna y técnica.

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