APAG-Extremadura ha propuesto reducir el número de ciervos y jabalíes para luchar contra la tuberculosis ganadera, pues, según esta entidad, buena parte de las explotaciones afectadas por esta enfermedad son limítrofes con cotos de caza.

Esta es una de las 17 medidas que APAG-Asaja ha trasladado a la Junta de Extremadura para tratar de erradicar la tuberculosis, según ha explicado hoy su presidente, Ángel García Blanco.

Entre estas acciones figura también permitir el movimiento dentro de la comunidad de los terneros no infectados por tuberculosis que proceden de explotaciones contaminadas

Para García Blanco, es "ilógico" que si un animal da positivo en la prueba de detección de la enfermedad , "automáticamente se inmovilice la explotación y no se pueden vender animales nada más que a los cebaderos denominados "sucios" de otras comunidades limítrofes.

En dicho cebadero, ha añadido, el dueño "por principio" quita 200 euros y el ternero entra en la cadena alimentaria como si no hubiera pasado nada.

En cuanto a la disminución del número de ciervos y jabalíes, García Blanco ha explicado que el Ministerio de Agricultura destaca como posible origen de la infección en Extremadura la fauna silvestre en un 91%.

Por lo que se refiere a la gestión de los cotos, ha propuesto que los de caza mayor deben contar con un programa sanitario y someterse a pruebas de control y erradicación, como así se recoge en la Ley de Montes.

También proponen la obligatoriedad de la retirada de los cadáveres que se abandonan en el campo después de las monterías.

Los cotos de caza menor que son linderos con los de caza mayor son los que más están sufriendo la incidencia de la enfermedad, y por ello solicitan que el jabalí pueda cazarse durante todo el año en los de caza menor.

Se deben promover los cerramientos cinegéticos en los cotos de caza mayor, no penalizándoles económicamente y además reduciendo la superficie a cerrar, pasando de 1.000 a 500 hectáreas.

Todos los cotos de caza, ha manifestado, deben cubrir los cupos de capturas establecidos en los planes técnicos de caza, y si no los cumplen se establezcan sanciones por la administración.

Para la citada asociación, debe quedar totalmente prohibido cebar jabalíes y ciervos en fincas ganaderas, mientras que en los cotos de caza mayor próximos a áreas de regadíos debería estar prohibido el maíz como alimentación de las especies cinegéticas.

En cuanto a los puntos de agua, parece estar demostrado que sólo el 5% de las charcas da positivo en tuberculosis, mientras que el 57% da positivo cuando se analiza el barro, por lo que tratar el agua no es muy efectivo, de ahí que hayan solicitado ayudas para la creación de nuevas charcas y la ampliación de las existe.

Por contra, APAG no comparte el actual criterio que tiene el Ministerio de tener que realizar dos chequeos en explotaciones que tradicionalmente han salido limpias, ya que provoca muchas bajas de animales.

Tampoco puede ser, ha explicado, que una explotación quede suspendida para realizar cualquier tipo de trabajo hasta que se tenga el resultado de la prueba de diagnosis, por lo que han demandado que se amplíen las plantillas de los laboratorios.

FUENTE: EFE