Ya sea por dedicación o por mero hobby, la sequía de los ríos es un tema que también afecta, en cierto modo, al sector de la pesca deportiva. Sí que es cierto que el bajo nivel del agua es una realidad que se repite cada año, pero no de la misma manera. El factor medioambiental no es el único que afecta directamente tanto a ríos como a asociaciones y sociedades dedicadas a la pesca en río. Que el nivel del agua esté bajo también significa que los depredadores, en su mayoría aves, tengan un mejor acceso a los peces. Así lo confirmó el presidente de la Sociedad Venatoria de Bergantiños, en Carballo, Jesús Manuel Trigo. «Sequías ha habido siempre, pero la presencia del cormorán europeo es un problema serio», apuntó.

En cambio, Javier Padín, presidente de la Sociedad de pesca deportiva en el río Xuvia, asegura que, a pesar de ser un río con mayor volumen de contaminación, el ritmo y la suma de especies capturadas, más o menos igual que en el 2014, «se va salvando con respecto a otros años».

Miguel González, presidente de la Sociedad de Pescadores del Río Mandeo, asegura que el problema de los ríos es «grave, pero también depende cómo se plantee». Tienen una competición el primer fin de semana de septiembre, pero todavía están «expectantes» conforme a la evolución del río. Salmones, reos y, sobre todo, truchas, recorren el Mandeo de principio a fin. Sin embargo, muchas de estas especies deben enfrentarse a las consecuencias del tiempo seco. Dado el bajo nivel del agua, los peces «no se deciden a remontar el río y se pueden quedar atrapados porque no tienen una crecida en el agua que les ayude a subirlo», afirmó González. «Hay que ser realistas, no tenemos el mismo nivel de agua que el año pasado». 

La sequía de los ríos no es un asunto nuevo para los pescadores de la comunidad. Pero no siempre es la meteorología la que se lleva toda la culpa. Algunas agrupaciones de pescadores acusan a las centrales hidroeléctricas de dejar los ríos secos. Miguel González hizo alusión también a la problemática que se ha generado en torno a las centrales de la comunidad. «Me parece una aberración -apunta- que se las critiquen tanto. Debemos aprender a convivir los unos con los otros».

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