Juan Manuel M. F., de 31 años, falleció hace justo un mes. Recibió un disparo en una finca de El Berrueco, en las inmediaciones de Burunchel, cuando iba al cargo de una rehala de perros en una montería. Los primeros indicios apuntan a que lo ocurrido fue un fatal accidente. Por desgracia, no es la primera vez que ocurre algo así en la provincia, tierra de gran tradición cinegética.

La Policía Judicial está a cargo de las investigaciones, que se abrieron el mismo día de los hechos. Pero, por el momento, no hay autor claro del disparo que hirió de muerte al hombre de 31 años. Cuatro de los participantes en la cacería son sospechosos de haberlo alcanzado, según fuentes próximas al caso, siempre, según las primeras hipótesis, de forma fortuita.

Para despejar las dudas actuales y poder imputar a alguno de los cazadores por lo ocurrido, es preciso conocer las pruebas de balística, todavía en curso. Las dudas se centran en cuatro rifles de caza, con proyectiles bastante similares. Los hechos ocurrieron en un cerco de jabalíes en el coto La Vacarizuela. El Servicio de Emergencias 112 de la Junta recibió el aviso de lo ocurrido sobre la una de la tarde. Hasta el lugar de los hechos se desplazó la Policía Local irolense y la Benemérita, además de los servicios sanitarios. Se decidió dar aviso a los Bomberos, por la dificultad para acceder al cuerpo. Acudieron los agentes de Úbeda, en cuya demarcación está este pueblo del Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas. Por la tarde de esa jornada, se procedió al levantamiento del cadáver, para su traslado al Instituto de Medicina Legal de la capital, para realizar la autopsia a los restos mortales.  El fallecido de Burunchel era muy conocido en La Puerta de Segura, donde vivió años, y Cortijos Nuevos, donde fijó su residencia tras casarse. La población quedó consternada por lo ocurrido. El difunto era padre de dos hijos, de corta edad. 

A finales de 2014, el Instituto Armado imputó, por homicidio involuntario, al compañero de un cazador que falleció el 13 de octubre de 2014, en Alcalá la Real, al ser alcanzado por un disparo accidental. En aquella ocasión, la desgracia sobrevino cuando uno de los dos hombres armados resbaló e hirió en la rodilla a su acompañante, lo que le afectó en la femoral. A pesar de los esfuerzos del otro cazador y de los servicios de emergencia, que movilizaron incluso un helicóptero, el herido, vecino de la pedanía Santa Ana, perdió la vida. Los hechos causaron un gran impacto en esta aldea. Los dos cazadores disfrutaban de una jornada de recreo en el paraje de Berlango, en Alcalá la Real. En casos como el ocurrido en el término alcalaíno o como el último registrado en Burunchel, una vez que se determina quién es el autor del disparo, las Fuerzas de Seguridad proceden a imputarlo como responsable de homicidio involuntario. Todo indica que este pueda ser también ahora el desenlace de estos hechos.