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El futuro Plan de Conservación y Gestión del Lobo en Castilla y León incorporará el pago directo por parte de la Junta de los daños que ocasionan los ejemplares de esta especie al sur del Duero, territorio en el que está protegida, para agilizar el cobro de indemnizaciones. Coincide la recta final de redacción de este documento de planificación con la culminación del nuevo censo lobero que constata el repunte de manadas y ejemplares en Castilla y León, con 179 grupos familiares y 1.600 efectivos. Un 20% más que en el anterior recuento, que se hizo en 2001.

La Consejería de Fomento y Medio Ambiente que dirige Antonio Silván ha analizado las alegaciones que se presentaron al anteproyecto de decreto sobre el plan de gestión. Ha incorporado las sugerencias que incidían en las bajas que el lobo provoca en la cabaña ganadera en las explotaciones extensivas de Ávila y también de Segovia. La decisión es instaurar un sistema similar al que se aplica con el oso pardo cantábrico.

El pago de las indemnizaciones por daños se hará, previsiblemente, mediante un seguro para que sea lo más rápido posible, o con una fórmula mixta entre esta vía y lo que es un expediente de responsabilidad patrimonial en aquellos casos en los que el volumen económico de la lobada sea mayor. Es algo que estudian los responsables de la consejería para que sea «lo más ágil posible».

Por lo que respecta a la otra zona lobera de la comunidad, al norte del río Duero, en la que el lobo es una especie cinegética, el anteproyecto de decreto sigue manteniendo la práctica de la caza controlada. En este sentido se han rechazado todas las alegaciones que se oponían a esta práctica. «Una caza sostenible se convierte en una buena herramienta de gestión de la especie, al garantizar un buen estado de conservación y unos daños asumibles. Una caza adecuada no es incompatible con la conservación», defienden fuentes de Fomento y Medio Ambiente.

El próximo paso en la tramitación será la reunión del Comité Técnico del Lobo el 8 de octubre. Después, el anteproyecto se someterá a los informes de las consejerías afectadas, al de la Asesoría Jurídica de la Junta y al Consejo Consultivo antes de ser aprobado por el Consejo de Gobierno. Eso será, previsiblemente, en el primer trimestre de 2015.

DATOS

1.600

lobos se estima que hay en Castilla y León, entre los que viven en solitario y los que lo hacen en grupo. Estos últimos forman 179 manadas, frente a las 149 de 2001. Actualmente hay 152 al norte del Duero y 27 al sur, frente a las 132 y 17 que respectivamente se contabilizaron en 2001.

21.000

kilómetros abarca la red de itinerarios que han recorrido los agentes, celadores y técnicos medioambientales (650) que han participado en el censo para rastrear indicios de presencia de lobos, sobre una superficie de 52.229 kilómetros cuadrados.

FUENTE: EL NORTE DE CASTILLA