Las sanciones por pescar en embalses y ríos de la provincia de Castellón sin licencia o en zona prohibida se han multiplicado para intentar frenar la presencia de pescadores furtivos, que en los últimos años ha ido en aumento. Así, el año pasado la Conselleria de Medio Ambiente abrió 80 expedientes sancionadores en Castellón, el doble que en el 2012, cuando fueron 40. Además, en lo que va de año ya ha tramitado 28 expedientes, a pesar de que la temporada fuerte de pesca en agua dulce empieza ahora con la llegada de la primavera.

El control ha aumentado a raíz de que los clubes de pesca deportiva de la provincia de Castellón lleven tiempo exigiendo más vigilancia en los pantanos. Cabe recordar que el año pasado un aficionado rumano se ahogó en el embalse de María Cristina de l’Alcora al intentar rescatar su caña que se le había caído en el agua. El desenlace fue fatal. Sin duda, este pantano, según los pescadores, es uno de los que más visitas de aficionados sin licencia recibe, ya sea por dejadez o desconocimiento. Y es ahí donde empieza el riesgo.

LICENCIAS. La Conselleria de Medio Ambiente, entidad competente a la hora de conceder la licencia para poder pescar en fluvial, tramitó el año pasado 2.295 licencias, un número superior a las otorgadas en el 2012, cuando fueron 1.914. Este incremento demuestra que cada vez son más los aficionados que solicitan los permisos necesarios para evitar ser sancionados.

SANCIONES. Los agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil son los que suelen presentar las denuncias ante la Conselleria de Medio Ambiente, que es quien las tramita. Los aficionados que pescan sin licencia se enfrentan a una sanción de 150 euros, mientras que por hacerlo en zona prohibida (no se puede pescar en todos los pantanos) la multa es de 300 euros. Además, también se sanciona el uso de más de dos cañas con una cuantía de 30 euros.

La petición de licencia y la imposición de sanciones en la pesca fluvial se traslada este año por primera vez a la pesca recreativa en la playa, donde desde este mes es obligado tener permiso.

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