Es una oportunidad para el río truchero más meridional de Europa. La Junta de Andalucía realizó ayer una suelta de truchas en el río Majaceite, enclavado entre las poblaciones de Benamahoma y El Bosque, para repoblarlo de esta especie amenazada y en peligro de extinción, que en otro tiempo se reprodujo en este ecosistema y que, a día de hoy, su presencia es nula. La liberación de un millar de ejemplares de trucha común (salmo trutta), de unos 10 centímetros, procedentes del río Castril ha devuelto la esperanza de vecinos y aficionados a la pesca, que desde hace tiempo vienen demandando esta repoblación. Y es que este tipo desapareció casi al completo de este caudal hace unos años a consecuencia de la invasión de la trucha arcoíris, especie que se introdujo en las piscifactorías de la zona y que mermó la reproducción de ésta. 

Así, la consejera de Medio Ambiente de la Junta, María Jesús Serrano se trasladó ayer hasta Benamahoma para supervisar esta liberación que se enmarca dentro de un plan para garantizar la supervivencia de esta especie. Los ejemplares proceden de un programa de reproducción en cautividad y es la primera vez que se sueltan en un cauce de un río gaditano. "Queremos que esta iniciativa suponga una recuperación del río como recurso y motor de desarrollo de la zona, que pueda seguir contribuyendo a la protección y conservación de la biodiversidad". Y es que los representantes municipales confían en que esta actuación salga adelante y se convierta en un elemento para la atracción turística de la zona, teniendo en cuenta el tirón para los amantes de la pesca sin muerte. De hecho, el Club de Pesca Trubass El Bosque espera que este paso pueda consolidar la población en el Majaceite y devuelva al río el esplendor de tiempos pasados. 

"Estamos convencidos que para un desarrollo sostenible hay que apostar por este tipo de programas que, en ningún momento, se pueden considerar como un gasto y sí una inversión", dijo Serrano. La Consejería de Medio Ambiente culmina con la suelta de ayer un proceso en el que ha trabajado varios años. La primera etapa de este programa consistió en realizar una pesca eléctrica para testar el número de especies invasoras que había en el río Majaceite. Toda vez que se ha conseguido erradicar o controlar estas poblaciones para que no compitan con la introducción de la trucha común, los técnicos ambientales consideran que de ésta última se harán sueltas sucesivas en los próximos años para saber que hay una cantidad lo suficientemente estable para que sea capaz de reproducirse sola. 

A partir de ahí, la Junta se planteará cómo se gestionará esa población de trucha común en este enclave del Parque Natural de la Sierra de Grazalema. Es decir, si se podrá volver a pescar de forma controlada, que origine un coto deportivo, o si se quedará el Majaceite como una reserva genética. 

La administración autonómica habla de la singularidad de esta trucha común en Andalucía, que es el límite más meridional de distribución de esta especie. "Los rangos de supervivencia de los ríos nuestros están en el límite de la tolerancia de esta especie", dicen los especialistas. Originaria de Europa, se distribuye en la Península Ibérica por las cabeceras de casi todos los ríos. En Andalucía, esta especie catalogada en peligro de extinción en el Libro Rojo de los Vertebrados es una de las más apreciadas en la pesca deportiva. 

La consejera se desplazó después hasta Algodonales para supervisar el Plan de Choque por el Empleo, en su vertiente de los trabajos que se realizan en los montes públicos. Este plan ha generado en la provincia 29 actuaciones, 24 de ellas están en plena ejecución, y han creado un total de 26.000 jornales.

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