UGAMA advierte de la grave situación que vive los ganaderos de la Sierra de Madrid ante los numerosos ataques de lobos y/o perros asilvestrados que estamos sufriendo en los últimos meses. Estos ataques están adquiriendo una gran relevancia por la cantidad de muertes producidas y por la imposibilidad de defensa de los ganaderos, "que ven cómo este voraz depredador ocasiona cuantiosas pérdidas económicas en sus explotaciones", según señala en una nota. Últimamente estos ataques se han acentuado, pues raro es el día que no se nos comunica un ataque de lobo y/o perro asilvestrado. El último conocido se ha producido en Garganta del Lozoya que ha provocado al ganadero la pérdida de 5 ovejas y 2 corderos.

La organización agaria recerda cómo recientemente  se confirmó el asentamiento de lobos en el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama por técnicos de Medio Ambiente y expertos llegados de Andalucía, contratados por la Consejería, que certificaron la presencia estable de una familia de lobos en el Parque.

Pero no sólo ellos certifican la presencia del lobo en la Sierra de Madrid, sino que testimonios de cazadores y los propios ganaderos de la Sierra de Madrid aseguran a ver avistado a este depredador en las inmediaciones de sus explotaciones, certificando que el lobo se encuentra cada vez más asentado en la Comunidad de Madrid.

Piden más implicación y ayudas al Gobierno regional

Ante esto, UGAMA advierte a la Administración Regional que las pérdidas económicas que sufre el ganadero "no están siendo objeto de compensación por parte de la Administración competente, en este caso por la Dirección General de Medio Ambiente a través de su Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, ya que la compensación económica de la actual normativa regional que convoca ayudas para paliar los daños producidos por ataques de lobos y/o perros asilvestrados se queda muy por debajo del coste real que le supone al ganadero la pérdida de su ganado".

Por ello, UGAMA solicita que Administración regional revise la cuantía por daños indirectos y forma de articular las ayudas para la indemnización por ataques como subrayo el Consejero Borja Sarasola recientemente, "ya que la compensación económica es claramente insuficiente". Según declaraciones de Carmelo Ramirez, secretario General de UGAMA “no es posible que por un ternero te paguen 150€ cuando al ganadero le supone una pérdida de más de 1.000€, y 15€ por un cordero que es lo que te dan por la piel, además de  los daños indirectos que producen estos ataques en la explotación”.

Por último, UGAMA ruega una reunión con el Consejero "ya que la intranquilidad y preocupación entre los ganaderos por estos ataques y por otros temas es cada vez mayor, y no se debe olvidar la importancia de la ganadería en el campo madrileño y en la Sierra de Madrid".

ASAJA lleva a Bruselas la situación del sector ganadero

Por su parte, el responsable de ASAJA en Bruselas, Pedro Narro, trasladó a la Comisión Europea, a petición de la Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (ASAJA) de Ávila, la problemática del lobo al sur del Duero, que está poniendo a los ganaderos de la provincia en una situación límite y planteó la necesidad de ejecutar medidas eficaces para evitar el grave perjuicio que sufre el sector.

ASAJA ha dado así a conocer la insostenible situación de nuestros ganaderos, dándoles voz en Bruselas, con ataques que se producen casi a diario en diferentes comarcas de la provincia donde hasta ahora no habían atacado, constatándose una expansión de la especie.

De esta manera, Narro trasladó a la directora de la Dirección General de Medio Ambiente de la Comisión Europea, Pia Bucella, en el Praesidium del Comité de las Organizaciones Profesionales Agrarias (COPA), la falta de apoyo y la total desprotección del ganadero, que está al límite por los reiterados ataques, por parte de las Administraciones y la necesidad de que las indemnizaciones se abonen rápidamente.

Además, en paralelo, el responsable de ASAJA en Bruselas planteó la necesidad de establecer medidas de protección para frenar la acción del lobo, como la instalación de cercados eléctricos o el reparto de perros mastines.

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