Un pescador sanabrés muestra un magnífico ejemplar de trucha.Foto A. S.

La Asociación de Pesca de Sanabria y Carballeda pide la inclusión, en la Normativa de Pesca, de la creación de cotos sociales en todos los tramos urbanos de los ríos, además de la unificación de una única licencia de pesca y caza para la Comunidad. Desde la asociación, se pide a la Administración sentarse a dialogar con las agrupaciones locales de pesca y facilitar licencias comarcales para la práctica en todos los escenarios de pesca de la zona, ante la pérdida de derechos de los ribereños. Las firmas recogidas en la comarca se trasladarán al próximo Consejo de Pesca.

El colectivo señala que las licencias de pesca se han incrementado de precio pero sin que ese aumento haya repercutido de forma positiva en el estado de la fauna piscícola y de los cursos fluviales. Como denuncia el presidente, Manuel Mateos Pedrero, «siguen ofreciendo lo mismo, e incluso hay más dificultades para tramitarlas. Esto hace que muchas personas mayores de nuestro entorno rural no puedan ni siquiera pasar un rato en el río». El presidente también señala la falta de control de las actividades en el río. En los cotos se cobran 20 euros «sin regirlos por normas» y explica cómo unos pescadores se desplazaron desde Valladolid y Madrid para pescar en el coto de «El Mercado», que tenían abonado, cuando se vieron sorprendidos por el descenso de 15 piraguas con niños. Tras el recorrido en canoa, los jóvenes se dedicaron a bañar y a jugar en los pozos del coto sin poder hacer efectivo el uso de dichos cotos para la pesca.

Estas normas de pesca hacen que la población rural se sienta desplazada, llegando incluso a declararse «no entendemos que los ríos que pasan por nuestras zonas urbanas y términos municipales sean cotos para el disfrute de «unos pocos» elegidos y otros pocos con suerte».

Aparte, desde la comarca se pide el control de especies invasoras, el cuidado y vigilancia de las veredas y la calidad de las aguas. Desde la asociación se califica de «tercermundista» el estado de las depuradoras que se encuentran aguas arriba del río Tera y se insta a revisar el estado de las presas y «usar el sentido común» a la hora de colocarlas y construirlas, para evitar que en el mes de noviembre no se conviertan en una barrera en el remonte del río de las truchas, «cuantos menos obstáculos mejor», se afirma.

Se insta a construir escalas y rebajar las pendientes de algunas de las existentes. Estas intervenciones son urgentes en casos como el de la presa de Tinico en Puebla. El ciclo biológico de las especies es diferente en las truchas y las bogas. Así, estas últimas, tienen su periodo de freza entre junio y julio «cuando nuestros cauces bajan muy, muy pobres de agua y con un cauce muy lento nada que ver con el remonte de la trucha en el mes de noviembre». Los socios de este colectivo denuncian a diario, y ante el presidente esta deficiencia, buscando que la Administración la corrija cuanto antes y de la misma manera que se corrigió en la presa de Castellanos, la cuál también supuso un obstáculo durante años al remonte.

La asociación aboga por fomentar y prestar más colaboración a la hora de organizar cursos formativos entre los pescadores de vocación más precoz y más jóvenes, a la vista de la buena acogida que tuvo el realizado en Puebla de Sanabria la pasada primavera, en el que además se inculcó el respeto por el entorno medioambiental. Este curso también se realizará en Alta Sanabria y Carballeda, aunque considera que se debe «pedir más sensibilización y, sobre todo, mucha más ayuda en cuestión de materiales para que los más pequeños aprendan su correcta utilización y se familiaricen con ellos, ya que ellos son nuestros futuros pescadores».

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