Portavoces de diversas organizaciones cinegéticas coincidieron en valorar como “irregular” la temporada de caza en la provincia de Ciudad Real y en Castilla-La Mancha, debido a los efectos de la crisis económica y a la sequía sufrida el año pasado que afectó a la crianza de las especies y al desarrollo de los hábitats.

Tras el cierre de los distintos periodos de caza menor y mayor (ésta a finales de febrero), Ciudad Real ha obtenido “unos buenos resultados” en número de capturas y calidad de trofeos, aunque el volumen de negocio haya disminuido “en más de un 50 por ciento”.

Según datos de la consejería de Agricultura, la provincia se cobró en la temporada 2011-2012 (todavía no se conoce el balance de este año) cerca de 20.000 piezas de caza mayor, destacando el venado y el jabalí y en menor proporción el muflón, mientras que en menor fueron más de 840.000 piezas,  400.000 de perdiz, seguida por el conejo y la liebre y, con menor volumen, la paloma torcaz y los córvidos.

Importar cazadores

El presidente de la Asociación de Propietarios Rurales, Productores de Caza y Conservadores del Medio Natural (Aproca Ciudad Real), Luis Fernando Villanueva, sostuvo que la actividad cinegética de comercialización y de venta “ha sido complicada” por la crisis, una situación que ha lastrado “las rentas complementarias” de los cazadores en municipios de las comarcas de Montiel o Sierra Madrona.

Explicó que los gestores de los cotos comerciales de la provincia han trabajado en la presente temporada “en la importación de cazadores extranjeros” porque “la oferta no se cubre con la demanda nacional”.

“La relación calidad precio es mejor en otros países”, aclaró, aunque comarcas como las de Ciudad Real “cuentan con el atractivo de las monterías tradicionales con realas que llaman la atención y son un buen reclamo”.

Según dijo el máximo portavoz de Aproca, provincias como  Toledo, Ciudad Real y Córdoba “están intentando atraer a cazadores de otros países para vender el producto” y así compensar “la caída en la actividad comercial en en último lustro”.

De hecho, “en volumen económico ha bajado más de un 50 por ciento” pues el descenso del precio por participar en los puestos “ha sido intenso”.

No obstante, “el jabalí y el venado son especies a más”, siendo unas modalidades que han incrementado sus cupos “gracias a la libertad de gestión en la regulación de su población”.
Respecto al desarrollo de la campaña, el último trimestre de 2012 “se cazó menos que el año pasado” en la provincia, aunque en los dos primeros meses “aumento el número de monterías”, con una actividad “muy intensa”.

En caza menor y en los cotos sociales, señaló Villanueva, el impacto ha sido “algo menor”, a pesar de que las sociedades locales han sufrido el incremento de las tasas y de los seguros de responsabilidad civil.

Temporada floja

El presidente de la Federación de Caza en Ciudad Real, Manuel Aranda, confirmó también los efectos de la recesión económica y de la falta de agua sufrida el anterior año hidrológico.

En caza menor, “en general ha sido mala, muy floja en perdiz, con pérdidas en conejo y la liebre en descenso”, señaló, mientras que en mayor “ha sido estupendo en número y calidad de las piezas”.

Con todo, la facturación actividad cinegética “se ha visto muy afectada” tanto por la rebajas de los precios, como por la disminución del número de cazadores: de 7.000 a 6.200 en Ciudad Real y de más de 30.000 a 26.000 en Castilla-La Mancha.

Atípica

Similar balance hizo Juan Caballero, presidente de honor de la Asociación de Titulares de Cotos, Cazadores y Actividades afines a la Caza (Ática). “Ha sido atípica”, aseguró porque la crisis “ha afectado a la venta de caza y a los puestos”.

También indicó que se ha rebajado la población de especies de caza menor por el deficiente control de predadores, dado que las prácticas tradicionales no se pueden utilizar.

Caballero achacó, igualmente, la rebaja del balance económico de la actividad cinegética en la provincia y la región a la subida de las tasas de cotos, que “se ha multiplicado por seis respecto a hace varias temporadas”, además del año climatológicamente “malo” para especies como la perdiz, tanto para la nidificación   como para protegerse de los predadores.

En caza mayor “la contracción económica se ha notado” y ha habido cacerías “en las que no se han cubierto los puestos, incluso se han tenido que suspender”, terminó.

Bajan las licencias

DE otro lado, la cifra de licencias de caza expedidas en 2012 en la provincia bajó un 4,5 por ciento respecto al año anterior. Fuentes de la Consejería de Agricultura informaron de que se tramitaron 23.210 licencias en la provincia (118.691 en Castilla-La Mancha) respecto a las 24.280 de 2011. En total, la provincia cuenta con 30.677 licencias, 7.467 de ellas vigentes.

La actividad cinegética genera más de 6.500 empleos fijos en puestos directos de trabajo, crianza y aprovechamiento de especies cazables en la región, con unos jornales anuales superiores a 1.686.000 euros. 

Fuentes de la Consejería de Agricultura, la superficie destinada a la actividad cinegética en Castilla-La Mancha abarca más de 7.000.000 de hectáreas.

FUENTE: LANZA DIGITAL