El Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (SEPRONA) ha detenido a cuatro personas y ha imputado a otras dos, entre ellos guardas y titulares o gestores de cotos privados en Peñalsordo (Badajoz) por la utilización de artes de caza prohibidas, como el uso de cepos o jaulas trampa.

Según ha informado hoy la Guardia Civil, en la operación se han incautado 52 cepos, que han causado la muerte a especies como aguila real, búho real o aguila ratonera, así como 75 lazos, cuatro jaulas trampa y dos armas largas.

Las personas detenidas e imputadas son los guardas y titulares o gestores de tres cotos de caza, colindantes entre si, ubicados en la "Dehesa de los Barrancos", en el término municipal de Peñalsordo.

La patrulla del SEPRONA con base en Castuera tuvo conocimiento de información que hizo suponer que se estaban colocando artes prohibidas de caza en varios cotos del término municipal de Peñalsordo.

Una vez ubicado el lugar, se establecieron varios dispositivos de vigilancia, que resultaron laboriosos dada la gran extensión de terreno a vigilar, más de 2.200 hectáreas.

El pasado día 19 de abril los agentes sorprendieron "in franganti" al guarda de los Cotos, manipulando cepos no autorizados para la caza, por lo fue detenido.

La Guardia Civil ha podido saber que la práctica de caza con estas artes prohibidas ya eran usados por el antiguo guarda de los cotos, por lo que también se procedió a la detención de éste.

Además fueron detenidos o imputados, según su grado de implicación, los cuatro titulares en la gestión de los cotos de caza.

Los cotos gestionados para el aprovechamiento de la caza menor, se encontraban "sembrados" de cepos metálicos, colocados en alturas, es decir en lugares de pose de aves, tales como piedras o troncos de árbol, en algunos de los cuales se han encontrado restos de numerosas aves, alguna de ellas amenazadas.

Con esta conducta, los ahora detenidos, creían controlar predadores naturales, que podrían alimentarse de las piezas de fauna que son de aprovechamiento para la caza.

Las 2.242 hectáreas de terreno, han sido rastreadas durante días por la Guardia Civil ante la sospecha de que se empleara también algún tipo de veneno para la erradicación de predadores naturales y aunque no se detectó la presencia de estas sustancias, si se consiguió retirar más de 30 cepos colocados y dispuestos para accionarse, lazos en lugares de paso de mamíferos y jaulas trampa no autorizadas, alguna de ellas aún con un gallo como "cebo" vivo.

En los registros posteriores se intervinieron numerosos cepos y lazos de alambre, tanto en el interior del vehículo del guarda como en la casa de la finca.

Hasta el momento, se han identificado como ejemplares de aves atrapadas por los cepos, un águila real de cadáver reciente, especie amenazada de Extremadura, cuatro búhos reales, un ratonero común y hasta un meloncillo, todas ellos también considerados como amenazados.

Se da la circunstancia de que el lugar de comisión de los hechos, se encuentra dentro de espacios naturales sometidos a protección medio ambiental, de hecho es considerado "Lugar de Interés Comunitario y Zona de Especial Protección para las Aves".

Las diligencias, detenidos e imputados, acusados de un delito contra la fauna, así como los efectos intervenidos fueron puestos a disposición del Juzgado de Instrucción de Castuera.

FUENTE: EFE