Toda una década dedicada a un proyecto de recuperación cinegética, que a priori podía parecer una utopía, ya goza de un reconocimiento nacional. El Programa de Reintroducción del rebeco en la Montaña Oriental de Cantabria, que gestiona la Fundación Naturaleza y Hombre (FNYH), ha sido elegido como una de las 'diez mejores ideas para salvar la naturaleza 2012' según la votación realizada a través de Internet por los lectores de la prestigiosa revista conservacionista Red Life y ratificada en la sede de la Caja Rural del Sur en Sevilla por un jurado de destacados expertos.

 

La Fundación Naturaleza y Hombre, con sede social en El Astillero, ha mostrado un sentimiento de orgullo «por el reconocimiento a una labor a la que hemos dedicado mucho esfuerzo y que finalmente está dando sus frutos», explica su presidente, Carlos Sánchez.

 

La desaparición del rebeco del área del Alto Asón comenzó en el siglo XVIII debido a la devastación de su hábitat, provocada por la tala masiva de árboles -unos 82 millones- destinados a la industria naval, y a la presión cinegética. La especie no consiguió adaptarse a los cambios de su entorno, lo que provocó su acantonamiento en el área de Picos de Europa. Los últimos rebecos de los que se tiene testimonio en la Montaña Oriental databan de 1845 en Lanchares y San Pedro del Romeral. El rebeco es una especie característica del Parque Nacional de los Picos de Europa donde se encuentra una importante población, cifrada en unos 5.500 ejemplares. En los Picos de Europa habita un tercio de la población total de la Cordillera Cantábrica.

La FNYH trabaja desde 2002 en la reintroducción y conservación del rebeco cantábrico en la Montaña Oriental, de donde se extinguió hace más de un siglo y medio. Este proyecto se enmarcó inicialmente en el LIFE-Naturaleza Recuperación y conservación de la biodiversidad en la cuenca del río Asón (2002-2005), promovido por FNYH con la financiación de la Comisión Europea, y continúa en la actualidad con el monitoreo de los ejemplares.

 

Los animales son capturados en el Parque Nacional de Picos de Europa, gracias a la colaboración entre el organismo rector Parques Nacionales y la FNYH. Las formas de captura empleadas buscan reducir al mínimo posible cualquier tipo de daño que el rebeco pudiera sufrir en este proceso. Cuando los ejemplares se encuentran en grupo se emplea un sistema de redes verticales en zonas de paso, que se ha revelado como el método con menor mortalidad asociada, mientras que para animales aislados se utilizan dardos sedantes.

 

Diez años después del inicio del proyecto que llevó a la reintroducción del rebeco cantábrico la población ha alcanzado los 100 ejemplares, gracias al nacimiento de 28 nuevas crías, según el último censo.

 

«Tras más de 150 años desde su extinción, en la Montaña Oriental, esta especie recorre de nuevo las cumbres cántabras gracias al esfuerzo realizado por la Fundación, en colaboración con instituciones públicas autonómicas y nacionales. No obstante su consolidación y viabilidad futura necesitan de un respaldo aún más amplio», comenta Carlos Sánchez.