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Ecologistas de la zona lamentan que todavía se cacen algunos ejemplares y que existan desaprensivos que disparen desde sus yates de recreo en el mar a las que ven por las rocas, "simplemente por el placer de ver cómo caen".
En este tramo existen cañadas reales, las cuales podrían ser cortadas por la autovía. La cabra montés está catalogada como vulnerable a la extinción en Andalucía y rara en España, según el Libro Rojo de los Vertebrados Amenazados de Andalucía. El segundo trazado propuesto más al norte se topó de lleno con la legislación de vías pecuarias, tanto estatal como autonómica, pero también con la Ley de Patrimonio Natural y Biodiversidad, la de Espacios Protegidos o la de Flora y Fauna silvestres de Andalucía, por lo que es imposible continuar por aquí la A-7.
La maldición de las cabras de la A-7 traerá la desgracia de que no esté terminada en 2012
Enviado por Tuslances.com el 21-03-2011
Todo apunta a que el tramo fantasma de Carchuna-Castell de Ferro que se abandonó hace un año por parte de la empresa constructora, traerá la desgracia de que la A-7 no esté terminada en 2012. Un trazado que limita al sur con el mar, se encuentra en medio de un terreno deslizante, aún más removido en épocas recientes por las instalaciones de invernaderos. Y, por otra parte, la posibilidad que se planteó de desviarlo hacia el norte, porque la tierra se venía encima y era imposible construir viaductos y túneles.
Las cabras montesas de la zona costera están protegidas e impiden el paso de la Autovía del Mediterráneo
Todo apunta a que el tramo fantasma de Carchuna-Castell de Ferro que se abandonó hace un año por parte de la empresa constructora, traerá la desgracia de que la A-7 no esté terminada en 2012. Un trazado que limita al sur con el mar, se encuentra en medio de un terreno deslizante, aún más removido en épocas recientes por las instalaciones de invernaderos. Y, por otra parte, la posibilidad que se planteó de desviarlo hacia el norte, porque la tierra se venía encima y era imposible construir viaductos y túneles. Esta última alternativa se vio truncada por la costosísima posibilidad de dinamitar tantos terrenos rocosos y, sobre todo, porque en las Sierras de Lújar y Castell de Ferro, las cuales habría que tocar en las expropiaciones, hay flora y fauna protegida como la cabra montés, especie de la que habita una colonia y existe incluso la llamada Ruta de los Pastores, que es precisamente donde radica principalmente el problema. Desde ahí hasta el Barranco del Chozón, 7 kilómetros de los 10 totales del tramo, donde está todo el rompecabezas al que, a día de hoy, no se da explicación ni solución por parte de Fomento, tan sólo se ha reconocido en petit comité por parte de José Blanco que está pendiente de una nueva licitación. Ahí está el quid de la cuestión, ya que el terreno y sus linderos son complicados, por lo que los problemas continuarán.
Si en vez de en el siglo XXI estuviésemos en la Edad Media, la inquietante presencia de las cabras por este tramo fantasma de la A-7, haría pensar que se trata de un terreno maldito. No en vano, el macho cabrío ha valido en muchas ocasiones para representar al diablo y en aquella época esta especie se asociaba con el mundo de las supersticiones y la magia. Sus vísceras eran cotizadas para elaborar remedios caseros contra muchos males. Esto, unido a que su cornamenta ha hecho de ellas un trofeo muy preciado para los cazadores, hizo que ya empezaran a escasear en el feudalismo.
La primera medida de protección en España fue en 1905, por el rey Alfonso XIII, aunque hubo que esperar a 1950 para que entrara en vigor un programa de conservación de cabra montés a nivel nacional.
Las que habitan en Granada son de la subespecie capra pyrenaica hispanica. Tienen su colonia más importante en Sierra Nevada. Se cree que las que viven en las Sierras de Lújar y Castell de Ferro proceden de allí, hasta que se asentaron definitivamente. Así, es común avistarlas en varios puntos de la Costa, como el Cabo de Sacratif o los acantilados de Castell en esta época del año, ya que en invierno encuentran más comida cerca del litoral, así como refugio y abrigo. Por los alrededores buscan vegetales, cortezas o ramas. Allí se puede comprobar cómo se mueven con facilidad por paredes rocosas de increíble verticalidad.
Si en vez de en el siglo XXI estuviésemos en la Edad Media, la inquietante presencia de las cabras por este tramo fantasma de la A-7, haría pensar que se trata de un terreno maldito. No en vano, el macho cabrío ha valido en muchas ocasiones para representar al diablo y en aquella época esta especie se asociaba con el mundo de las supersticiones y la magia. Sus vísceras eran cotizadas para elaborar remedios caseros contra muchos males. Esto, unido a que su cornamenta ha hecho de ellas un trofeo muy preciado para los cazadores, hizo que ya empezaran a escasear en el feudalismo.
La primera medida de protección en España fue en 1905, por el rey Alfonso XIII, aunque hubo que esperar a 1950 para que entrara en vigor un programa de conservación de cabra montés a nivel nacional.
Las que habitan en Granada son de la subespecie capra pyrenaica hispanica. Tienen su colonia más importante en Sierra Nevada. Se cree que las que viven en las Sierras de Lújar y Castell de Ferro proceden de allí, hasta que se asentaron definitivamente. Así, es común avistarlas en varios puntos de la Costa, como el Cabo de Sacratif o los acantilados de Castell en esta época del año, ya que en invierno encuentran más comida cerca del litoral, así como refugio y abrigo. Por los alrededores buscan vegetales, cortezas o ramas. Allí se puede comprobar cómo se mueven con facilidad por paredes rocosas de increíble verticalidad.
Esta sería más o menos la vista que tienen los animales del paraje sobre el que discurriría el tramo de la discordia de la vital infraestructura.
Ecologistas de la zona lamentan que todavía se cacen algunos ejemplares y que existan desaprensivos que disparen desde sus yates de recreo en el mar a las que ven por las rocas, "simplemente por el placer de ver cómo caen".
En este tramo existen cañadas reales, las cuales podrían ser cortadas por la autovía. La cabra montés está catalogada como vulnerable a la extinción en Andalucía y rara en España, según el Libro Rojo de los Vertebrados Amenazados de Andalucía. El segundo trazado propuesto más al norte se topó de lleno con la legislación de vías pecuarias, tanto estatal como autonómica, pero también con la Ley de Patrimonio Natural y Biodiversidad, la de Espacios Protegidos o la de Flora y Fauna silvestres de Andalucía, por lo que es imposible continuar por aquí la A-7.
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