Después de tres meses de actividad cinegética en los 14 espacios de la comarca, los números establecen que 1.385 piezas han doblado la rodilla ante los disparos efectuados por los numerosos cazadores que encuentran cobijo en decenas de cuadrillas. De esos ejemplares que han entregado el salvoconducto, 974 eran jabalíes, 257 corzos, 105 venados, 26 gamos y 23 rebecos. A la cabeza de las capturas se encuentran los municipios de Llanes, Parres, Cangas de Onís y Piloña, muy por encima del centenar de cerdos salvajes cobrados. El resto de los cotos, de más reducidas dimensiones, están cumpliendo con creces sus expectativas iniciales.

La campaña se inició con una doble jornada los días 3 y 4 de septiembre y a las primeras de cambio se abatía un jabalí de 115 kilos en el lote piloñés de Sellón, por medio de Jesús Alonso, y otro de cien, en el espacio cabraliego de Poo, ante los disparos recetados por Ángel del Corro. La mejor hazaña del mes la protagonizaba el cabraliego Manuel Ángel García, al tumbar cuatro navajeros en el lote de El Escobal para la palomilla de Pepe Piney. Y en el cuartel piloñés de Sellón, Diego García Camino firmaba el primer triplete.

En los primeros días de octubre el peñamellerano Leoncio Soberón apiolaba cinco verracos en dos monterías celebradas en Peleas y Jana. A lo largo del mes, el llanisco Carlos García Perela 'Carlitos' conseguía dos tripletes, uno en La Verde y otro en San Cecilio, mientras que el cangués Alejandro Narciandi Intriago y el ribadedense Carlos Noriega, también regresaban con tres capturas de los espacios de Teleña y Ulpiones, respectivamente.

En octubre, el riosellano Miguel Silva, con un rifle Manlincher 30-06, fusilaba un descomunal navajero de 143 kilos en el lote llanisco de Mañanga, el de mayor peso que se recuerda por estas latitudes. Y otros siete gorrinos de más de cien kilos doblaron la rodilla ante los disparos de Juan Carlos Gutiérrez Bulnes y Juanjo Andréu, en Llanes; Fabián García Huerta, José Antonio Suárez Covielles y Alejandro de la Fuente Crespo, en Parres, y Ángel Escobio Cayarga y Ricardo González Gutiérrez, en Piloña. También se conoció el censo de gamos en la Reserva del Sueve, formado por 536 ejemplares, y en el lote de Fontaniellles el empresario panameño José María Fernández Pirla tumbaba un gamo medalla de plata, de 187 puntos.

En la última semana del mes tres cuadrillas daban la nota. La palomilla llanisca de Manolín García fusilaba nueve cerdos salvajes en dos monterías celebradas en La Verde y San Cecilio. El grupo de Pepe Piney pasaportaba siete guarros en cacerías desarrolladas en La Franca y La Ría. Y la palomilla peñamellerana de Pedro Roque fulminaba seis chones en dos permisos disfrutados en espacios de Jana y Peleas.

A primeros de octubre los llaniscos se enteraron de que en la urbanización Sierramar, a 50 metros del campo de fútbol y a cinco minutos del Ayuntamiento, vivía una piara formada por una familia de ocho jabalíes que deambulaban alegremente por la calle Pedro García Bustillo, frente a los portales de las viviendas con los números 5 y 7. A nadie pareció preocuparle el descubrimiento.

Y finalmente llegó noviembre con una primera jornada espectacular en la que se cobraron seis titánicos navajeros de más de cien kilos: dos abatidos en Següenco y los otros cuatro tumbados en La Cuesta, Collera, el Aspru y La Castañal.

Firmaron tres tripletes Paulino Vera, en Onís; Juan Antonio Martín Cisneros, en Llanes, y Alberto Llera Soberón, en Cofiño.

La cuadrilla peñamellerana de Evencio Bada completaba un fin de semana extraordinario tras llevarse siete suidos en dos monterías celebradas los días 13 y 14 de noviembre: cuatro en el Argayu y tres en Cavandi. El llanisco Vicente Buj Ampudia se traía del Sueve un gamo de 175 puntos, mientras que el colungués 'Ito' pasaportaba un verraco de 130 kilos y el riosellano 'Litri' tumbaba un macareno de 114.