Los pescadores de la Albufera alertan de la pudrición de la paja del arroz en el lago por las lluvias

Enviado por montero el 11-10-2010

La previsión de lluvias fuertes en los próximos días ha disparado todas las alarmas entre los pescadores del Palmar. La causa es la segura pudrición de la paja del arroz, que ha empezado ya a ser cosechado en el parque natural. La Unión Europea ha prohibido, como adelantó LAS PROVINCIAS, cualquier quema de este residuo, por lo que la única alternativa es el fangueo.

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Esa es la opción que prefieren los pescadores tal y como están las cosas. El presidente de la Comunidad del Palmar, José Caballer, apuntó incluso a que la Administración debería aprobar con urgencia una línea de ayudas para esta tarea, que algunos agricultores ya han iniciado en sus campos.

No obstante, la mayoría deja la paja sin recoger, de tal modo que acaba en las acequias o por arrastre en el propio lago. La pudrición «deja las aguas negras y es incluso malo para la salud, además de la pesca». Precisamente ahora se ha iniciado la temporada de la anguila. «Vamos a echar las redes y nos tememos lo peor dentro de unos días».

Caballer ya planteó esta cuestión en la última Junta Rectora de la Albufera, el pasado 15 de septiembre. La Unión Europea no permite la quema de la paja del arroz y, al mismo tiempo, recibir una subvención que se otorga para el empleo de productos agrícola ecológicos.

Así las cosas, sólo queda cruzar los dedos y esperar que no haya demasiada mortandad de peces. Tanto la Conselleria de Medio Ambiente como el Ayuntamiento han planteado en ocasiones la construcción de una planta de biomasa para reutilizar la paja, además de su reciclaje para forraje y mantas de ganado.

«Hace varios años que tenemos el mismo problema», finalizó el presidente de la entidad. El Ayuntamiento inició la semana pasada la segunda campaña de recogida de residuos, que en la primera se saldó con más de 800 toneladas de basura trasladada a vertederos.

Piscifactoría del Palmar

Por otro lado, la piscifactoría situada en la misma pedanía ha producido desde su creación hace 20 años cerca de 500.000 ejemplares de las tres especies de peces de agua dulce más amenazadas: samaruc, fartet y espinoso.

Un 70% de este volumen ha sido liberado para permitir «salvarlas de la desaparición», según aseguró ayer el conseller de Medio Ambiente, Juan Cotino, quien añadió que se trata de «uno de los logros conseguidos por este centro pionero».

La piscifactoria se ha convertido en un centro de referencia en la Unión Europea. En su origen, este centro tenía como objetivo la cría en cautividad de especies de interés para la pesca deportiva, como la carpa real y el black-bass, especies alóctonas del parque natural.

FUENTE: lasprovincias.es

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