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Llanes a un paso de los 300 jabalíes
Enviado por montero el 24-12-2009
En la actual campaña los cazadores llaniscos ya han superado todas las previsiones en capturas y viven en un frenesí cinegético.
La nieve fue el principal protagonista del pasado fin de semana y una de sus múltiples consecuencias es que afecta a la normal celebración de las batidas de caza. En Llanes no hubo problemas y los cazadores se echaron al monte para terminar cobrando 17 jabalíes. Mientras los llaniscos aumentaban su cuenta de resultados, en otros espacios los rifles y las escopetas se quedaban en casa. Y en este momento de la campaña resulta que en Llanes ya se llevan abatidos 241 verracos y los cazadores todavía tienen que disfrutar de 38 cacerías. Se puede superar con creces la cifra de 300 navajeros volteados.
Los números asustan y se demuestra que el coto gestionado por Socoa goza de una salud envidiable. En la temporada 2005-2006 se tumbaron 155 jabalíes; en la 2006-2007, 167 macarenos; en la 2007-2008, 186 cerdos salvajes, y en la 2008-2009, 233 gorrinos.
¿Dónde reside la clave de esta altísima productividad cinegética? Los expertos en la materia apuntan a cinco razones: la extraordinaria gestión de Socoa en los últimos años; los ataques del lobo al jabalí en terrenos del Parque de Covadonga; la llegada de hembras que paren en la zona y terminan adaptándose; la abundante comida a disposición del suido, en forma de castañas, bellotas, avellanas, saucos y maíz, y el año que no se cazó en la Reserva del Saja, en tierras de la vecina comarca de Liébana.
Todas esas razones juntas posibilitan el frenesí cinegético en el que se encuentran envueltos los cazadores llaniscos. Sin olvidar que el suido vive en un espacio en el que dispone de despensa y cama en el mismo lugar, sin necesidad de grandes desplazamientos.
Y ¿qué medidas habría que tomar para que la fiesta continúe? Según los mismos expertos sería necesario realizar a final de temporada un censo bastante aproximado de la población real de jabalíes. A continuación se debería promover un plan de caza serio, en el que dependiendo del muestreo se llegase, incluso, a bajar el cupo de capturas por cacería. Lo que se trata es de no matar la gallina de los huevos de oro y estropear el futuro del coto por una predación desmedida.
Lo que ya no está tan claro es quién va a tener que tomar las decisiones porque en un plazo breve de tiempo habrá que convocar elecciones a la presidencia de Socoa.
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