Tuslances.com - Caza y Pesca

Tu espacio de Caza y Pesca en internet


Volver Volver al índice

Las madrigueras dejan de ser seguras

Las madrigueras dejan de ser seguras

Enviado por montero el 15-02-2011

«Están la mayoría fuera. Barruntan la lluvia y han salido de noche a comer o a sestear. No vamos a tener una buena jornada porque en las huras se siente poco movimiento». Esteban Barrios es el «bichero». Joven todavía para estas lides, ha conseguido una gran maestría en pocos años en el manejo de los hurones, a los que cría a cuerpo de rey y conoce por sus nombres y «habilidades».
497 Visitas
Compartir en Whatsapp

El objetivo está cumplido. El objetivo de los cazadores es «limpiar» algunas huras de forma selectiva. En ningún caso se pretende acabar con los roedores que tienen una  capacidad de reproducción muy alta.<br />

 

 

 

 

 

 

 

«Están la mayoría fuera. Barruntan la lluvia y han salido de noche a comer o a sestear. No vamos a tener una buena jornada porque en las huras se siente poco movimiento». Esteban Barrios es el «bichero». Joven todavía para estas lides, ha conseguido una gran maestría en pocos años en el manejo de los hurones, a los que cría a cuerpo de rey y conoce por sus nombres y «habilidades». «Donde entre éste, no queda ni el apuntador», dice señalando un ejemplar de mustélido berrendo, aunque con primacía de la capa cana. Y efectivamente, al momento de introducir el «bicho» -así se conoce todavía entre los cazadores- en la boca más grande de la madriguera, empieza el movimiento -la jarana, dicen- y los ruidos sordos debajo de una tierra acolchada, terreno abonado para las huras.

Los cazadores, pocos, que la operación es delicada y no necesita aglomeraciones ni alborotos, situados en semicírculo vigilan a poca distancia las bocas de la madriguera. Hay que ser muy rápidos para disparar a tenazón y no fallar. Pumm. Cumplen con habilidad aprendida en mil jornadas venatorias. Los conejos van cayendo, poco a poco, menos de los previstos. Al final, cerca de una decena.

La escena se representa en Sanzoles, pero podría tener otros escenarios porque la operación de descaste de conejos es muy habitual en los cotos de la provincia, durante la campaña cinegética y una vez cerrada. Lo único que se necesita es el permiso del servicio territorial de Medio Ambiente de la Junta en Zamora.

El crecimiento de la población de conejos en la provincia en los últimos años ha sido espectacular. Tanto, que en determinadas épocas del año se convierten casi en un plaga y causan importantes daños en la agricultura. Los propietarios de fincas denuncian en muchos casos las pérdidas y tienen que ser las sociedades gestoras de los cotos quienes asuman las indemnizaciones, lo que encarece la práctica de la actividad cinegética y es causa de numerosos procesos judiciales, enfrentamientos entre cazadores y agricultores, y también un lastre para las compañías aseguradoras

Las operaciones de descaste se llevan a cabo de forma selectiva y siempre bajo control de la Administración regional, quien tiene las competencias en la materia y debe autorizarlas, previa solicitud de las sociedades de cazadores. En algunos casos los conejos se capturan con red, después del «trabajo» de los hurones en las madrigueras y en otros se utilizan escopetas.

Los «huroneros» poseen también la correspondiente licencia y los «bichos» pasan un control sanitario exhaustivo. Hay ejemplares de mustélidos que alcanzan un gran valor (a veces por encima de los mil euros) dependiendo de sus «capacidades» para conseguir «expulsar» a los conejos de las madrigueras.

La mañana se consume entre gotas sueltas que bendicen las lomas salpicadas de chaguazos y encinas. Los cazadores brincan de una hura a otra cumpliendo su función y comentando la jugada, a veces entre chascarrillos, cuando la pieza se va a «críar». No son fáciles los tiros a tenazón (prácticamente sin visibilidad y a pocos metros del conejo) y entrañan peligro. De ahí la necesidad de que haya un control absoluto del número de escopetas y que la operación se lleve a cabo con discreción y mucho orden y cuidado.

Hay silencio y entre el cuchicheo de los cazadores se oye el movimiento bajo tierra del «bicho» y de los conejos que, a veces -el domingo pasado no fue el caso-, salen a borbotones, aturdidos por el pánico a los mustélidos que preñan con su olor la tierra desprendida de las galerías de greda y barro.

FUENTE:


497 Visitas
Compartir en Whatsapp

No hay comentarios

Escribe un comentario



Los comentarios aquí publicados no reflejan de ningún modo la opinión de Tuslances.com. Este blog se reserva el derecho a eliminar los mensajes que no considere apropiados para este contenido. AVISO: La IP de los usuarios queda registrada, cualquier comentario ofensivo será eliminado sin previo aviso.

Este espacio tiene unos criterios de moderación independientes a Tuslances.com y a sus foros públicos, serán los editores de este espacio los responsables de las acciones de control de los comentarios de este canal y será a ellos a los que habrá que realizar las reclamaciones que sean oportunas.



Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar tu experiencia y nuestros servicios analizando la navegación en nuestra web. Si continúas navegando, consideramos que aceptas la Política de Cookies x