La gestión del lobo en el Parque Nacional de Picos de Europa y su compatibilidad con la ganadería está siendo objeto de análisis en un seminario que hasta mañana se celebra en Oviedo. En la jornada de ayer se habló de la evolución de estos grandes carnívoros en territorios humanizados, de la situación de la especie en los últimos años y de su conservación y reproducción, entre otros asuntos.

Rodrigo Suárez Robledano, codirector de la parte asturiana del parque nacional, indicó a EL COMERCIO que los lobos tienen «unos seis territorios ocupados» dentro de Picos de Europa y que también llega a la media docena las manadas reproductoras presentes en la zona asturiana del espacio protegido. No obstante, se estima que en toda Asturias hay 28 manadas y nueve itinerantes.

Suárez Robledano puso sobre la mesa algunas medidas preventivas que, a su juicio, habría potenciar en el parque nacional, como «los cercados electrificados, pero solo cuando hay una gestión diaria del ganado, cuando se retira por la noche para ordeñarlo, como ocurre con los productores de quesos como el Gamonedo o el Cabrales».

También se habló de otras medidas entre las que hay una especialmente llamativa, como es el uso de mastines y de burros para proteger los rebaños. En cuanto a los primeros, Suárez Robledano indicó que «no vale cualquier mastín. Hay que buscar líneas puras que sean reconocidas de no causar perturbación de cara a la presencia humana». Sobre los segundos, explicó que «en Estados Unidos se utiliza mucho el burro como acompañante de los rebaños, porque tiene un gran poder de defensa contra los lobos».

Campañas de control

Sobre las campañas de control, es decir, dar muerte a algún animal, el codirector del parque nacional destacó que «solo se hace según la normativa y en casos muy singulares, por la evolución de la propia especie o por los daños que haya ocasionado». Otro asunto que levantó polémica entre los conservacionistas es la posibilidad de esterilizar a los machos presentes en Picos de Europa. Suárez Robledano indicó que «comentamos esas medidas, como el uso de equipos sónicos, pero en el parque nacional no es viable porque perturba la fauna y es un espacio cinegético especial».

Otra forma de actuar sería «la captura, esterilización y suelta del lobo, pero no es una medida efectiva. Además, sería temporal y la investigación en este campo aún está muy verde».

Grupos conservacionistas, como Lobo Marley, protestaron ayer airadamente en las redes sociales al interpretar que se decidía esterilizar a machos en el parque nacional, pero ese extremo fue descartado, aunque sí comentado, por el propio codirector de Picos de Europa.

En las dos últimas jornadas del seminario se tratará la experiencia concreta que en materia de gestión del lobo se desarrolla en el Parque Nacional de Peneda-Gerés (Portugal) y la previsión de futuro para el lobo en Asturias.

Sobre el primer asunto, Suárez Robledano explicó que «es un parque muy parecido al nuestro, porque también está habitado, pero tiene otro tipo de gestión. Además, en Portugal el lobo está protegido y vamos a ver las distintas formas de gestión que tienen. También es importante poner en relación el lobo y la sociedad, para ofrecer toda la información necesaria y evitar desinformaciones que a veces están interesadas».

FUENTE: http://www.elcomercio.es