Un vecino de Valldoreix (Sant Cugat) sufrió el pasado mes de noviembre un grave accidente al ser embestido por un jabalí cuando volvía a casa en moto, según explicó LaVanguardia. Necesitó de cinco operaciones: tres de espalda, una de codo y una de la muñeca derecha, además de la recuperación de los huesos rotos en los dedos de los pies. Todo este año, según afirmó, estará de baja. Se trata de una muestra más de la incidencia que tienen estos animales en su progresiva presencia en el entorno urbano. Y la situación sobre qué medidas tomar, suscita todos tipo de opiniones.

Un ejemplar cerca de la estación de FGC del Baixador de Vallvidriera (Mané Espinosa - LVE)

El portavoz del área Natura y Biodiversidad de Ecologistas en Acció de Catalunya, Jaume Grau, sugiere la recuperación su depredador natural como podían ser las águilas, el oso del Pirineo y los lobos. Especialmente este último para reducir su población, matizó. Se trata de “los equilibrios naturales”, apunta Grau. El miembro de la plataforma reconoce que era lógico la llegada de este animal a las ciudades por la crecida del urbanismo que “ha ocupado el espacio de los animales salvajes y, en cierta manera, se les ha provocado”, y critica “la falta de respeto” en este sentido. Además, indica que el desconocimiento de la fauna silvestre, la doméstica, la tarea que desempeñan campesinos, el funcionamiento de parques naturales y bosques, básicamente por parte de personas que viven en la ciudad, provoca esta cultura de animadversión hacia lo salvaje “porque cuando se conoce, se aprecia su valor”, argumenta. También pide a las administraciones políticas en esta línea para fomentar la educación.

Por otra parte, también ha surgido otra iniciativa para controlar y reducir esta población animal. Se llevará a cabo este año y será, de hecho, una prueba piloto a nivel mundial. Consistirá en una vacuna para esterilizarlos -llamada GonaCon- que inhibe las hormonas que regulan el comportamiento sexual y se administrará a un centenar de ejemplares del Parque de Sant Llorenç del Munt, con la colaboración de los municipios de Matadepera, Vacarisses y Terrassa. Es una medida impulsada por la Generalitat, la Diputación de Barcelona y la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB).

La recién nacida Plataforma Animalista de Sant Cugat ya ha pedido la aplicación de esta iniciativa en el Parque de Collserola, en sustitución de la caza, que consideran “un parche” que no resuelve la sobrepoblación. Aún así, para conocer la efectividad de la vacuna se necesitarán, como mínimo, tres años de aplicación -el proyecto tiene una duración de cuatro años-. El director del Departamento de Sanidad Animal de la Facultad de Veterinaria de la UAB, Manel López, pronostica que se podría reducir en un 75% el primer año y en un 50% el segundo la reproducción del jabalí.

Ha habido iniciativas similares aplicadas en otros países, por ejemplo en Estados Unidos con ciervos, en México con perros silvestres y en Inglaterra también con jabalís, pero confinados.

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